Hace sólo unas semanas, el Grupo VAG hacía oficial su cambio de estrategia interna. El área deportiva también se veía afectada, siendo los programas más importantes los primeros en sufrir los coletazos del escándalo de las emisiones de los motores diésel. Audi Sport cerraba su proyecto en el Mundial de Resistencia y Volkswagen Motorsport hacía lo propio con su exitoso programa en el Mundial de Rallies.
Dos de los brazos deportivos más importantes del Grupo Volkswagen se reestructuraban, con Audi centrándose en el DTM y en la Fórmula E y los de Wolfsburgo haciendo lo propio con el Global RallyCross Championship y sus iniciativas carreras-cliente. Sin embargo, ambas marcas han tomado el mismo camino y han decidido apostar por uno de los campeonatos que mayor crecimiento han demostrado durante los últimos años.
Volkswagen y Audi decidieron seguir el mismo camino que tomaron Peugeot Sport y Ford Performance, apoyando oficialmente a sus propios equipos en el Campeonato del Mundo de RallyCross. La estrategia es completamente distinta a la tomada por los de Detroit. Al igual que ocurrió con Peugeot, ambas firmas han tomado una base sólida para asegurarse ser competitivas desde el primer momento. Ford por su parte, confió en M-Sport el también preparador de los World Rally Cars que compiten en el Mundial de Rallies bajo el emblema del ovalo.
En el caso de los de Wolfsburgo, han contado a su ingeniero estrella, François-Xavier Demaison, para desarrollar un nuevo Volkswagen Polo Supercar que será pilotado por una de las jóvenes promesas suecas, Johan Kristoffersson, y por el dos veces Campeón del World RX y una del WRC, Petter Solberg. Precisamente será el ex-piloto oficial de Subaru el que diriga el equipo, el cual tendrá apoyo técnico de los hombres ahora dirigidos por Sven Smeets y el respaldo financiero de la red de concesionarios de Volkswagen en Suecia.
Se cierra así una etapa, la de Marklund Motorsport, encargados hasta ahora de fabricar, mantener y desarrollar los Polo 4x4 T16 que competían de forma semioficial en el Mundial de RallyCross. Por su parte, Solberg encuentra su tan deseado asiento oficial en lo que será su lucha por recuperar el trono de hierro de la categoría, arrebatado en 2016 por el piloto del DTM, Mattias Ekström, y su propia estructura.
Precisamente la formación del sueco ha sido la elegida por Audi Sport para iniciar su propio proyecto. Ekström y el equipo EKS RX contará a partir de la temporada 2017 con el apoyo técnico y económico de la firma de los cuatro aros. Además, los socios técnicos y habituales proveedores estarán a su disposición, permitiendo que el S1 EKS RX evolucione lo suficiente como para intentar retener los dos títulos conseguidos el año pasado.
La entrada de dos de los gigantes teutones demuestra cómo el mundo del rallycross está mutando durante los últimos años, después de que la FIA tomara la decisión de darle al europeo estatus de mundial. El campeonato, que empezará en nuestro país, en el Circuit de Barcelona-Catalunya el primer fin de semana de abril, cuenta cada vez con más marcas interesadas, poniendo en serio peligro la subsistencia de las estructuras privadas, las mismas que han permitido que el rallycross siguiera vivo durante medio siglo.