Ya nadie duda que el Mundial de RallyCross es junto a la Fórmula E uno de los campeonatos que mayor interés ha despertado entre los fabricantes durante los últimos años. En este caso, la atracción no está dirigida a la investigación de nuevas tecnologías o en el aprovechamiento de la competición como forma de desarrollo de los vehículos eléctricos y especialmente de los trenes de potencia o de las baterías. La disciplina del RallyCross se ha convertido en la forma perfecta de llegar al público joven a través de la competición.
A pesar de ser una categoría que cuenta con medio siglo de edad (la primera carrera oficial se disputó el 4 de febrero de 1967), no ha sido hasta el último lustro que el rallycross se ha expandido lejos de los países nórdicos y Reino Unido. La llegada de fabricantes como Peugeot, Ford, Volkswagen o Audi, ha aumentado la competitividad entre los equipos, empujando a los tradicionales privados a la categoría telonera, el Euro RX, mientras que el campeonato ha seguido encareciendo sus costes y expandiendo el calendario lejos de Europa. Buena muestra de ello es que el World RX este año viajará por primera vez a Ciudad del Cabo.
A pesar de esta escalada en los presupuestos, el Mundial de RallyCross sigue siendo junto al WTCC uno de los campeonatos intercontinentales bajo el paraguas de la FIA con mejor relación coste-retorno publicitario. Es por ello que el goteo de nuevos y potentes proyectos es incesante, muchos de ellos de la mano de preparadores de competición con mucha historia a sus espaldas como es el caso de M-Sport o el de sus compatriotas y rivales de Prodrive.
Los hombres de David Richards, que en el pasado se encargaron de proyectos en el Mundial de Rallies de MINI o Subaru y que incluso llevo a Porsche a disputar el Dakar, fueron los elegidos por el ex esquiador extremo y ahora piloto (ha competido en el Dakar, rallies y rallycross), Guerlain Chicherit, para crear el que posiblemente sea el Renault Megane de cuarta generación más radical del planeta. No debutará hasta 2018, pero sobre el papel, el Supercar que se está diseñando en la sede de Banbury será capaz de hacer el 0 a 100 km/h en menos de dos segundos, gracias a su motor 2.0 turbo que erogará casi 600 CV de potencia y su tracción total.
La llegada de Prodrive tras años alejada de las competiciones off-road internacionales supone la muestra definitiva de lo mucho que ha crecido el Mundial de RallyCross en apenas tres años, bajo la batuta del promotor adecuado y con la competición completamente orientada hacia el espectáculo. El Renault Megane será construido desde cero, con una carrocería de fibra y un propulsor diseñado exprofeso por la propia Prodrive y con el apoyo técnico de Renault Sport.
Pasos de rueda ensanchados, entradas de aire para los elementos de refrigeración situados en la parte trasera y un gran spoiler que permita mantener con los neumáticos en la tierra y el asfalto el mayor tiempo posible y así aprovechar el brutal par máximo que caracteriz a los Supercar del World RX. Habrá que esperar más de un año para verlo debutar en el Mundial de 2018, hasta entonces, podremos seguir contemplando las primeras y espectaculares recreaciones virtuales.