El Mundial de Resistencia busca nuevos fabricantes. A pesar de que la apuesta de los equipos privados se ha visto afianzada después del anuncio de ACO y FIA de excepciones reglamentarias para los LMP1 que no son híbridos con el objetivo de hacerlos más competitivos, el WEC busca nuevos inquilinos que se sumen a la actual presencia de Porsche y Toyota GAZOO Racing.
El fracaso del proyecto Nissan, sumado a la retirada de Audi Sport al final de la temporada 2016, dejaba en cuadro al campeonato estrella de la resistencia, obligando a los responsables y la Federación a diseñar una nueva hoja de ruta que atraiga a nuevas marcas a incorporarse entre los LMP1 Híbridos. Precisamente uno de los equipos que lleva tiempo tonteando con la idea de regresar a las 24 Horas de Le Mans es Peugeot Sport, la cual ha puesto en varias ocasiones un número de condiciones para que se pueda producir dicha reentrada.
La marca del león, que recientemente ha confirmado la incorporación de Opel al Grupo PSA, se encuentra actualmente involucrada en su proyecto en el Dakar, sin embargo, ve con buenos ojos regresar a la disciplina que abandonó hace un lustro debido a la crisis de ventas que azotaba al fabricante por aquel entonces. Esa era precisamente la primera condición que se había marcado Carlos Tavares; enderezar económicamente al Grupo antes de pensar en un regreso. La segunda está cumplida desde 2016, cuando Peugeot lograba la victoria en el Dakar al segundo intento.
La tercera es algo más complicada ya que se necesita el acuerdo de distintas partes. El CEO del Grupo PSA pedía un plan de contingencia de costes para el WEC que evitara que los presupuestos anuales de los fabricantes se dispararan. Una de las principales áreas en las que Peugeot quiere que se ponga límites es precisamente en la parte híbrida, limitando la potencia de los sistemas de recuperación de energía para hacerlos más parecidos a los que utilizarán los próximos años lo vehículos que podremos ver por nuestras carreteras.
El estado actual del reglamento concerniente a los LMP1 Híbridos es el de congelado hasta finales de 2019. La salida de Audi precipitó la decisión de la FIA y del ACO, anunciando tras la última prueba de 2016 que no habría variaciones técnicas hasta 2020. Es en ese momento cuando Peugeot busca la introducción de una normativa que permita menos capacidad máxima para los sistemas híbridos, no bastándole la marcha atrás dada por los responsables de no crear una categoría de 10 MJ -el máximo actual está situado en 8 MJ-.
No sólo Peugeot Sport estaría estudiando la posibilidad de entrar en el caso de que se presente un proyecto de control de costes convincente, Hyundai y Mazda también están muy atentos a las decisiones que se tomen al respecto. Sin embargo, Toyota GAZOO Racing ya ha dejado bien claro que una decisión así significaría la salida automática por parte del constructor japonés.
Con la introducción de la clase de 10 MJ aplazada y con ella posiblemente también la llegada de la pila de hidrogeno al WEC, la FIA y el ACO han querido dar un nuevo empujón a Peugeot asegurando en su última revisión al reglamento que los nuevos fabricantes que entren en la categoría LMP1 Hibrida gozarán de ciertas excepciones técnicas para hacerlos competitivos desde el primer momento. Algunas de ellas ya se han barajado en el pasado, siendo elementos como el DRS, depósitos de combustible más grandes o alerones traseros más grandes algunas de las opciones que están sobre la mesa. ¿Será suficiente para convencer al fabricante de Sochaux? Por el momento parece que no.