La categoría GT4 sigue tomando fuerza. En tiempos difíciles para la industria del automóvil, la mayoría de marcas abrazan cualquier reglamento que les permita tener presencia en competición al tiempo que hacen negocio y delegan en estructuras privadas sus esfuerzos. Y en el caso del Grupo VAG ya nos habían advertido de ello nada más anunciar el fin de la presencia de Audi en Le Mans.
Después del éxito comercial del Audi R8 LMS GT3 y el Audi RS 3 LMS TCR llega ahora el Audi R8 LMS GT4, con el objetivo de cubrir todo un nuevo mercado gracias al auge de esta categoría ideada por Stéphane Ratel, la misma mente que creó los GT3. Más cercanos a la serie que sus hermanos mayores y más lentos, pero también más baratos de mantener y pilotos, siendo estos sus principales atractivos.
Según asegura Audi Sport en la nota de prensa de presentación del Audi R8 LMS GT4, este coche comparte hasta un 60% de piezas con el modelo de serie y emplea el mismo motor que la versión GT3, aunque con una considerable bajada de potencia: en torno a cien caballos en función de cómo se establezca la Balance of Performance (sistema heredado de la categoría GT3 que busca equilibrar las prestaciones de todos los coches).
A nivel estético y aerodinámico el aspecto es ciertamente menos imponente que la versión GT3, pero mucho más espectacular que otros vehículos de la categoría GT4 al haber decidido Audi Sport emplear como base su superdeportivo en lugar de un coupé, muscle car o berlina como otros fabricantes. Al menos este tipo de decisiones contribuirá a disfrutar de parrillas variadas en los certámenes que van apostando por este reglamento.
El desarrollo del Audi R8 LMS GT4 presentado con motivo del Salón de Nueva York se producirá a lo largo de lo que resta de 2017, con el fin de seguir su proceso de homologación en el segundo semestre y entregar las primeras unidades a los clientes a final de temporada, como ya ocurrió con el Audi RS 3 LMS TCR.