La seguridad actual y los servicios de protección que nos encontramos en muchas ciudades cada vez se han automatizado más. Pero lejos de un futuro totalmente autónomo, el factor humano sigue siendo necesario a la hora de asegurarse del cumplimiento de las normativas y las leyes. Sin embargo, esa necesidad pronto podría desaparecer…
Sobre algo de este tipo está trabajando Eduardo Arndt, un diseñador industrial canadiense que ha creado una motocicleta autónoma y eléctrica. Este vehículo llamado Brigade sería capaz de patrullar las calles, detectar infracciones leves y hasta de poner la multa que corresponda por dicha infracción. Ya no haría falta un agente de policía para darte la tan odiada “receta”.
La moto incorporaría un conjunto de sensores, cámaras, altavoces y proyectores, y hasta de un giroscopio para mantener el equilibrio, dado que no llevaría piloto. La Brigade estaría preparada para reconocer de forma automática las matrículas, de poner multas por aparcar mal o de multar si al leer la matrícula comprueba que el vehículo no lleva seguro o tiene cualquier otra irregularidad.
Si te preguntabas como se van a fiar de una multa puesta por una moto sin policía, la Brigade mandará imágenes en directo al juzgado como prueba de la infracción. Podrá también remitir la multa por correo al dueño del vehículo y si hiciera falta, avisar a la patrulla humana más cercana para ayudar en situaciones que escaparan a su control como una fuga o una omisión de las advertencias del vehículo autónomo.
El propósito del diseñador canadiense con Brigade no es otro que ayudar a la tarea diaria de los agente de policía, para que estos no tengan que hacer tareas rutinarias y básicas, y que mientras tanto se puedan dedicar a servicios de mayor importancia, como crímenes de urgencia, o temas de mayor importancia relacionados directamente con la seguridad del ciudadano.