El segundo fabricante americano de motos ha decidido echar el cierre en 2017. EBR Motorcycles alega a una serie de catastróficas desdichas para explicar el cese de sus operaciones gradual, el cual comenzará la próxima semana en su factoría situada en Wisconsin. No será la primera ocasión en la que Erik Buell Racing se ve obligada a tomar esta decisión. En 2016 la aparición de última hora de un inversor les permitió continuar con la producción.
Actualmente, los responsables de la firma estadounidense se encuentran esperando la llegada de un mecenas que repita la situación vivida el año pasado y que les permitió regresar a la poner en marca la factoría en primavera. Por el momento, ha asegurado el suministro y el soporte a todos los distribuidores actuales y compradores de una de las motocicletas fabricadas por EBR a la espera de ver cómo evoluciona la situación.
No ha sido sencillo hacerse un hueco en el mercado norteamericano de las nakeds y deportivas de gran cilindrada a pesar de los intentos. EBR ha tenido que enfrentarse a los fabricantes italianos y japoneses en dos de los segmentos más competidos. Esto, sumado a la reducción de la producción tanto en 2016 como en lo que llevamos de 2017 y las dificultades que están teniendo los nuevos inversores (los cuales llevan apenas medio año al frente de la compañía) para encontrar nuevos distribuidores han terminado por precipitar la decisión.
Todo ello sumado a la incertidumbre que sufre el país con la llegada del nuevo presidente y el cierre de otras empresas del sector, han obligado a que los mismos que decidieron confiar su dinero en reflotar la empresa de Erik Buell hayan decidido realizar un nuevo alto en el camino.
Nadie del equipo EBR ha sido culpable de esta decisión. Esta difícil decisión se basó principalmente en el EBR enfrentando fuertes contratiempos con la firma de nuevos distribuidores, que es clave para las ventas y el crecimiento de una nueva empresa. Además, EBR ha tenido una producción limitada en 2016 y 2017 que estaba bajo el objetivo. Una combinación de escasas ventas y un entorno donde empresas potentes del sector han anunciado su cierre o cese de producción sólo han magnificado los retos a los que EBR se ha tenido que enfrentar.