Probamos el Peugeot Metropolis: un vehículo ideal para perderle el miedo a la ‘moto’
Llega la segunda generación de este ‘triciclo’ que se caracteriza por la seguridad que aporta la doble rueda delantera, su facilidad de conducción y el hecho de que podamos subirnos en él con el carné de coche.
20 septiembre, 2020 10:32Noticias relacionadas
En la sección de Motor de EL ESPAÑOL hemos conducido el nuevo Peugeot Metropolis. Este vehículo de tres ruedas o triciclo es una alternativa muy interesante para todos aquellos usuarios que buscan la movilidad de una moto, pero sin embargo, tienen miedo a la inseguridad de las dos ruedas.
El Peugeot Metropolis se conduce con el carné de coche y aporta la confianza que ofrece un tren delantero con doble rueda (es prácticamente imposible que la moto se ‘vaya’ de delante y suframos una caída por este motivo).
Además, dado su tamaño se puede aparcar prácticamente en los mismos sitios que una moto (si bien conviene consultar la normativa de cada ciudad).
A ello se suma que tiene una elevada cilindrada, una potencia que le permite viajar por autopista a velocidad alta (mucho mayor que la que se consigue con un scooter de 125) y que no requiere una gran experiencia previa.
Cualidades todas ellas que convierten a este modelo en un vehículo muy atractivo, principalmente para los usuarios que vienen del coche y que en estos tiempos de movilidad en la pandemia tienen muchas dudas de utilizar el transporte público.
Inspirado en los coches
Peugeot tras su larga tradición como fabricante de coches, ahora quiere impulsar también su área de motos, que se puede ver en peugeot-motocycles.es. Y de ahí que ahora, bajo la batuta de Mahindra, lance la segunda generación de este Peugeot Metropolis, renovando así la primera generación de 2013.
Con él hemos hecho una ruta de unos 150 kilómetros por los alrededores de Madrid, combinando diferentes carreteras y calles de la ciudad, y también hemos podido hablar con los responsables de la división de Peugeot Motos en España.
No obstante, antes de contar las novedades que incorpora este modelo, cómo es su comportamiento y confort de marcha vamos a analizar cómo está el mercado de la moto en España.
Estudiaremos también en qué segmento situamos al Peugeot Metropolis y cuáles son sus posibles competidores.
La moto, un mercado en alza
Y en este sentido comenzamos por el mercado de la moto en general. Un sector que, si bien es cierto que también está sufriendo con el coronavirus, al menos el golpe ha sido algo menos duro que en el automóvil.
Por ejemplo, mientras que en los coches la caída de las ventas ronda el 39%, a día de hoy según la DGT y las estimaciones apuntan a un cierre de año con un 35%, el mercado de la moto ha resistido algo mejor la llegada de la pandemia.
Tal y como señala Anesdor (la asociación de nacional de empresas del sector) la moto está en la “senda de la recuperación”.
Buena muestra de ello son los resultados de agosto, el último mes del que tenemos datos, en el que la categoría de dos ruedas (motocicleta y scooter, ciclomotores y motos eléctricas) ha crecido casi un 30% y el segmento de los triciclos y cuatriciclos, también ha crecido cerca de un 20%.
Entre los meses de enero y agosto en España se han vendido 120.644 motocicletas, 12.361 ciclomotores y 4.852 vehículos de otras categorías (como el triciclo Metropolis). Estas cifras supone un porcentaje de caída del 14,8% en las motocicletas, del 11% en los triciclos y, como sorpresa, los ciclomotores suben un 12%.
Los datos son negativos pero no son tan malos como en las cuatro ruedas. Esto puede dejar entrever que la moto se puede convertir en una alternativa muy interesante para todos aquellos que siguen necesitando la movilidad para moverse por ciudad y prefieren evitar el transporte público.
Cómo es el mercado donde compite el Peugeot Metropolis
El Peugeot Metropolis es un vehículo que pertenece a la categoría L5e, aquella donde se enmarcan los vehículos de tres ruedas. No se homologa, por tanto, como cuatriciclo ni como motocicleta.
El mercado en España donde compite el Peugeot Metropolis es relativamente pequeño. Por ejemplo, el año pasado se vendieron cerca de 2.341 unidades de este tipo de modelos, con un crecimiento del 7,7%. Es una cifra pequeña si se compara con el mercado de moto que fue de 175.000 unidades en 2019 o incluso el de ciclomotor con cerca de 20.000 unidades.
Precisamente, en este último mercado, el de ciclomotor, Peugeot tiene una muy buena acogida en España. Sin embargo, Peugeot en motocicletas no está en el ‘Top 10’ y en la categoría de otros vehículos (donde se enmarca el Metropolis) tampoco está entre los más vendidos.
El Piaggio MP3 su principal rival
De ahí que ahora Peugeot quiera recuperar posiciones con el nuevo Metropolis, la segunda generación de este modelo. Este nuevo Peugeot Metropolis viene a luchar con el Piaggio MP3 como principal rival, un modelo que inauguró este segmento en 2006.
No obstante, no solo está el modelo Piaggio como principal rival. En esta categoría ahora llegan nuevo competidores como, por ejemplo, también contamos con el Yamaha Tricity 300 y el Quadro QV3.
Experiencia de la división coches
Precisamente para luchar contra estos modelos uno de los puntos fuertes del Peugeot Metropolis es que en su desarrollo se ha implicado al máximo la división de coches. De hecho, según nos confirman sus responsables de prensa, equipos de coches de Peugeot y de motos han trabajado de forma conjunta en su desarrollo y, sobre todo, en que la moto tenga cierta continuidad en el diseño respecto a los coches.
Una vez junto a él nos llama la atención que lleva una bandera francesa en la carrocería. "Solo los productos que se fabrican en Francia la pueden llevar, es como un orgullo nacional", nos comentan desde Peugeot. "Y este modelo puede llevarla porque se fabrica en la planta francesa de Mandeure (en la región de Doubs)", afirman.
Continuamos observando el modelo (todavía no nos hemos subido) y nos comentan algunas de sus principales novedades. Ahora, por ejemplo el motor cumple con la normativa Euro5, algo que también es importante.
Seguimos viendo de cerca el nuevo modelo y, una vez más, los responsables de la marca inciden en su diseño. Así, por ejemplo, nos advierten que los grupos ópticos nos recuerdan a los que incorporan algunos de los últimos modelos de Peugeot. Unos faros que pueden llevar las luces de led.
De la zaga también nos quedamos con las luces con forma de tres garras, inspiradas también de la división de coches.
Nos asomamos al cuadro de instrumentos y lo cierto es que nos sorprende el tamaño y el nivel de detalle del mismo. Está más cercano al de un coche que al de una moto. Cuenta con una pantalla TFT de cinco pulgadas y relojes con las manecillas invertidas, tal y como le ocurre al Peugeot 308. Además, podemos conectar el móvil y guiarnos con el sistema de navegación que ofrece la aplicación Peugeot Motocycles.
Y por últimos nos llama la atención el hueco de 17 litros bajo el asiento y un pequeño maletero en la parte trasera.
En marcha
Llega el momento de ponernos en marcha. Tenemos que reconocer que es nuestra primera vez con una ‘moto’ de tres ruedas y además, al venir de las dos ruedas, somos escépticos con este tipo de vehículos.
Llama la atención, por ejemplo que el Peugeot Metropolis detecta nuestra llave y no es necesaria introducirla para arrancar este ‘triciclo’.
Antes de iniciar el recorrido queremos familiarizarnos con el sistema. Y aquí es cuando nos explican el funcionamiento. Existe un mando en la piña derecha donde se puede bloquear la suspensión delantera para que no bascule.
Esto solo se puede realizar en parado y nos permite, por ejemplo, llegar a un semáforo y no tener que poner los pies en el suelo. Con la suspensión delantera bloqueada la moto no se inclina. Pero al acelerar se desbloquea de forma automática.
Una vez teniendo claro esto ya podemos comenzar la marcha. Y también nos llama la atención sus dimensiones. Se trata de un vehículo que a simple vista parece que tiene un gran tamaño, si bien luego en las especificaciones compruebas que no difiere tanto de una moto de tres ruedas: mide 2,15 metros de largo y 77 centímetros de ancho.
Donde sí hay bastante diferencia es en el peso, puesto que es elevado (271 kilos) sobre todo si la tenemos que mover en parado.
Aceleramos y nada más empezar en las primeras rotondas del centro de Madrid ya nos damos cuenta de su facilidad de conducción. Aunque los primeros minutos nos los tomamos con calma ya rodamos con ella como si llevásemos mucho más tiempo.
El rey del pavimento resbaladizo
No solo es fácil de inclinar sino que también te da una seguridad que no puedes encontrar en una moto convencional. Sobre todo cuando el pavimento está mojado, húmedo o pasas por vías empredadas (esto hace que en París este vehículo sea un éxito).
Mientras que en estas situaciones cualquier moto es delicada, el Peugeot Metropolis, por el contrario, muestra lo mejor de sí mismo aportando un plus de seguridad elevado. Tal es así que incluso nos animamos a forzar los apoyos e insistimos inclinando y no apreciamos ningún tipo de desconfianza en el tren delantero.
Una vez que hemos cogido algo de práctica es el momento de salir a carretera. Y aquí una vez más nos vuelve a sorprender. Entre otras razones porque en línea recta es capaz, incluso, de superar la velocidad legal de una autopista.
Su motor monocilíndrico Euro5 de casi 400 centímetros cúbicos y 36 CV de potencia nos parece resultón para lograr una velocidad media elevada y, además, poder desplazarse por autopista sin el temor, como ocurre con las motor de 125, a que nos adelanten pegados y a gran velocidad. Además, con sus 13,5 litros del depósito, el Metropolis promete 300 kilómetros de autonomía.
Ahora llegamos a una zona revirada. Nos adentramos en una carretera con curvas para ver cómo se comporta. Y una vez más nos vuelve a sorprender. Este ‘triciclo’ permite acelerar con decisión sin miedo a perder tracción (cuenta en este sentido con un control de tracción que evita precisamente esta situación). Este control de tracción, además, ofrece varios modos (urbano, deportivo o desactivado).
Quizás en estas carreteras reviradas es donde vemos que el Metropolis ‘sufre’ algo más. Y aquí es donde notamos que en los cambios de dirección se nota algo pesado. Y también nos obliga a aclimatarnos un poco más a su conducción.
Entre otras razones porque si se frena tarde entrando en la curva (recordamos que llevamos cerca de 350 o 380 kilos con líquidos y conductor), el vehículo tiende a reducir la inclinación (a ponerse derecho) lo que hace que se abra la trayectoria. Por ello, lo mejor con este triciclo es hacer bien los deberes y frenar lo más recto posible antes de llegar a la curva para después hacer la trazada inclinando de forma suave y decidida.
Respecto a los frenos, estos funcionan con las dos manetas tradicionales (la derecha para el freno delantero y la izquierda para el trasero), pero también con un freno de pie (para la frenada combinada). El sistema cuenta con un doble disco delantero de 230 milímetros y con un disco simple trasero de 240 milímetros. Además, dispone de ABS y con frenada de emergencia activa que lo que hace es activar el ‘warning’ cuando realizamos una frenada muy fuerte.
Acabados y precio
Este nuevo Peugeot Metropolis está disponible en dos acabados: Active y Allure. Son unos nombres que nos recuerdan también a la división de coches. Desde el primer acabado se incluye ABS, ruedas de 13 pulgadas, pantalla TFT de 5 pulgadas, parabrisas ajustable…
El siguiente acabado suma el sistema de conectividad, así como otros detalles de equipamiento.
Y por último, los precios. El Peugeot Metropolis Active está disponible desde 8.799 euros mientras que el Peugeot Metropolis Allure cuesta 9.399 euros. Es cierto que sus precios nos pueden parecer algo elevados, respecto a un scooter. Pero también pensamos que la seguridad adicional que ofrece no tiene precio.
Conclusión
Al venir siempre de la moto de dos ruedas, tenemos que reconocer que teníamos muchos prejuicios con los triciclos antes de subirnos a ellos. Sin embargo, ha sido probar el Peugeot Metropolis y desaparecer todas estas ideas preconcebidas.
Es muy cómodo, muy confortable, se puede conducir con carné de coche, ofrece una seguridad muy elevada por su tren delantero y es casi tan ágil y divertido como una moto.
Su elevado peso, el precio alto y las diferentes normativas de las ciudades que no lo equiparan con la moto son los aspectos que generan más dudas.