En una era en la que la tecnología, la digitalización y la conectividad están a la orden del día en el segmento del automóvil, las posibilidades de sufrir un robo o abuso de nuestro vehículo aumentan en la misma proporción en la que nuestros vehículos se conectan a internet.
Volvo ha desarrollado una "llave" -en realidad es más bien un mando de control- denominado "Red Key", especialmente diseñada para su utilización por parte de personal ajeno al propietario como aparca coches, empleados de taller o, también familiares de los que uno no se fía al 100%.
Cuando un vehículo de la Serie 90 de Volvo -XC90, S90 o V90- se abre y arranca con este mando, se activa automáticamente una configuración especialmente diseñada para que ni el conductor ni los ocupantes puedan "emocionarse" demasiado a los mandos gracias a una serie de restricciones que impiden el mal uso del coche.
Para empezar, la velocidad máxima está restringida a 120 km/h. Además, la configuración del control de crucero adaptativo sólo permite su utilización en el modo más alejado del vehículo precedente, impidiendo así que nos acerquemos demasiado. Por otra parte, se mantienen todos los sistemas de seguridad preventivos -aviso de ángulo muerto, lector de señales...- activados por defecto, sin posibilidad de desconectarlos.
El equipo de sonido del coche también ve capada de forma automática su funcionalidad, impidiendo que el volumen sobrepase un limite razonable. Esta llave "mágica" estará disponible como opción para cualquier Volvo de la Serie 90 por un precio de aproximadamente 120€.
Aunque se lance ahora, este sistema también está disponible desde ya mismo para cualquier Volvo la familia antes mencionada, aunque ya esté en circulación. Basta con acercarse a cualquier concesionario de la firma sueca, donde se podrá realizar el trámite con tranquilidad.