Este año 2017 estaba marcado en rojo en el calendario del fabricante estadounidense Cadillac por la llegada de su nuevo sistema Super Cruise. Con esta novedosa tecnología, el CT6, modelo que será el encargado de portarla por primera vez, podría tomar las riendas del automóvil -tanto de su dirección como de los frenos- en el caso que este detectara que el conductor está distraído, en un estado inconsciente o dormido.
Ahora es Volvo la que busca seguir el camino de la marca norteamericana y en el próximo Salón de Ginebra, en el que estará presente con el nuevo Volvo XC60, mostrará al público y a los enviados especiales su nueva actualización del sistema denominado City Safety, el cual hasta el momento ya podría realizar frenadas autónomas de gran precisión. A partir de esta nueva versión, dicha tecnología podrá también corregir la dirección con el objetivo de desviar la trayectoria y evitar un choque inminente contra un vehículo que le precede o una persona, animal u objeto que se encuentre en el camino.
Hasta el momento, la tecnología de Volvo, al igual que la de otros fabricantes, podía detener o reducir la velocidad del coche en el caso de predecir un choque por alcance o atropello. Sin embargo, esta solución se podía volver inefectiva en el caso de velocidades altas, por encima de los 50 km/h o en distancias muy cortas con el objeto que interfiere en la trayectoria. Pudiendo variar la dirección, se ayuda a que esta respuesta automática sea más efectiva, permitiendo que el sistema pueda cubrir gran parte del espectro de posibles incidentes que se puedan dar en carretera.
En este caso Volvo contempla dos escenarios. Uno, el que comprende velocidades entre 50 y 100 km/h, en el que el sistema actuará ante el riesgo de choque o atropello realizando una frenada de emergencia de forma autónoma y en último caso, buscará una trayectoria alternativa lateral por la cual se podría resolver satisfactoriamente la maniobra. El segundo escenario sería en lo que concierne al cambio de carril involuntario o con riesgo de colisión. En este caso, aquellos vehículos que instalen la opción de detección de obstáculos en el ángulo muerto, añadirán la posibilidad con esta nueva actualización de que a velocidades entre 60 y 140 km/h si el coche determina que hay riesgo a la hora de cambiar el carril actuaría de forma autónoma sobre la dirección para devolverte a una situación segura.
Recordemos que el fabricante sueco, además de ser recordado por tratarse del precursor del cinturón de seguridad, siempre ha tenido el objetivo claro de reducir a cero los accidentes y con iniciativas como este sistema, demuestra que sigue invirtiendo muchos recursos en seguir evolucionando la tecnología, en lo referente a la seguridad, de sus coches. En este caso, el sistema City Safety ya era equipado por algunos de sus buques insignia, como el S90 o el XC90 -los cuales recibieron la máxima puntuación en los últimos test EuroNCAP- y es de prever que el XC60 también lo haga.