Uno de los puntos más importantes dentro de los tests EuroNCAP en el apartado de seguridad pasiva son los sistemas que permite reducir la gravedad del impacto del viandante o de un ciclista en casos de atropello. Sin embargo, puede haber una solución desde el otro punto de vista. En lugar de únicamente incorporar tecnología en los automóviles, la firma Hövding también ha patentado un producto para que los ciclistas puedan circular incluso más seguros ante este tipo de situaciones.
Además de la importancia del casco, este fabricante ha ideado una especie de elemento para el cuello que se puede desplegar en apenas unas milésimas de segundo -los creadores aseguran que está completamente inflado en apenas unas décimas de segundo-, protegiendo por completo partes vitales como la cabeza o el cuello, reduciendo las posibilidades de sufrir un latigazo cervical o contusiones, entre otras lesiones más graves. La primera versión salió al mercado en 2012 y desde entonces ha recibido varias mejoras hasta el estado actual.
La empresa sueca utiliza una tecnología similar a la que ya podemos ver por ejemplo en el Campeonato del Mundo de Motociclismo y que posteriormente también ha sido trasladado a los usuarios de motocicletas de calle. En este caso, dentro de esa especie de cuello o guarda-capuchas, nos encontramos una serie de sensores y un software capaz de detectar aceleraciones importantes que puedan indicar una caída o que el ciclista ha sido arrollado para desplegar por completo un airbag de cabeza. El chip incorpora datos de cientos de horas de ciclistas rodando, separando las situaciones de peligro respecto a los movimientos habituales que se realizan al manillar de una bicicleta.
Según las responsables del proyecto, el cual todavía debe recibir el visto bueno para poder ser utilizado sin casco en aquellos lugares en los que su uso es obligatorio, su capacidad de absorción de impacto es hasta tres veces superior a la que supone un sistema tradicional de protección de cabeza. El precio al que comercializa Hödving es de 299 euros y supone una gran alternativa para todos esos usuarios a la bicicleta que les incomoda la utilización de un casco. El sistema de uso de este elemento para el cuello es sencillo, apenas una cremallera de 10 centímetros y un cierre por botón que sirve además como encendido. Un elemento que sin duda ayudará a convencer a todos aquellos que prefieren renunciar a la seguridad por la estética.