A lo largo de los últimos años son cada vez más quienes apuestan por una transmisión automática a la hora de comprar un nuevo vehículo, la cual fue diseñada para poder cambiar de marchas sin la intervención directa del conductor, lo que tiene algunas ventajas como la posibilidad de disfrutar de una conducción más suave y cómoda.
Sin embargo, cuando uno se dispone a conducir uno de estos vehículos por primera vez, es habitual que haya ciertas dudas con respecto a su funcionamiento, sin que pueda quedar claro qué es lo que significa cada una de las letras que aparecen en la palanca de cambio automático, donde nos encontramos con diferentes modos de operación que conviene conocer.
Por lo general, las letras que aparecen suelen ser la "P", que es la posición que bloquea la transmisión para impedir que el vehículo se mueva; la letra "R" que es la que indica la posición que permite al vehículo moverse marcha atrás; la "N" que hace referencia al "punto muerto"; y la "D", que es la posición para poder disfrutar de la conducción normal, hacia adelante.
Estos son los modos básicos, pero en algunos vehículos también nos encontramos con la letra "L", que confunde a muchos conductores que desconocen para qué se utiliza. Si te encuentras con esta letra en el cambio de tu vehículo, debes saber que esta letra viene de "Low", que hace referencia a la marcha baja del coche.
Dicho de otra forma, es el modo que limita la transmisión a las marchas más bajas¸ proporcionando una mejor disposición de la fuerza y el control del vehículo, ideal para aquellas situaciones en las que es necesario un mayor control y potencia, como a la hora de remolcar a otro coche o subir una pendiente pronunciada.
¿Cómo se conduce un coche automático?
La caja de cambios manual está dejando cada vez más el paso a las automáticas, tanto por la simplificación de las gamas como por la preferencia de los clientes a optar por esta transmisión que lleva asociadas diferentes ventajas que incluso van más allá de la propia comodidad que supone en la conducción, como es el poder disfrutar de un menor consumo de combustible.
A pesar de ello, son muchas las personas que aún no han conducido uno de estos vehículos, y que, en el momento de afrontarlo por primera vez, pueden tener grandes dudas acerca de la forma en la que deben proceder. Aunque popularmente se indica que en este tipo de vehículos todo es tan sencillo como "acelerar y frenar", la realidad es que cuando nos encontramos ante este tipo de caja de cambios, puede haber dudas acerca de la forma en la que funcionan estos vehículos.
Antes de ponerse en marcha hay que tener claro que la habitual palanca de cambios se encuentra reemplazada por un mando de posiciones fijas, ya sea con forma de pomo de palanca de cambios, por una pestaña de selección, de rueda o por palancas satelitales en el volante. En todo caso, nos encontramos con una serie de letras en común de las que ya hemos hablado, siendo la "P" la utilizada para dejar el coche aparcado. En algunos casos se activa de forma automática cuando se selecciona el freno de mano eléctrico.
El resto de letras, son la "R" usada para la marcha atrás, la "N" para el punto muerto, y la "D" para conducir hacia adelante. Para iniciar la marcha, es usual que el coche obligue al conductor a pisar el freno, para luego mover la palanca a la posición "D" o "R", en función de si se desea avanzar hacia adelante o bien dar marcha atrás.
Una vez que el vehículo ya está en marcha, solo hay que usar el pie derecho para acelerar y frenar, siendo suficiente con levantar el pie del freno para que el coche se ponga en marcha y comience a avanzar muy despacio los primeros metros. Nunca se debe utilizar el pie izquierdo para frenar, ya que el tacto de ese pedal está asociado al embrague y, de forma inconsciente, se hace mucho más fuerte, lo que implicaría que, en ese caso, se llevaría a una frenada en seco, pudiendo llegar incluso a provocar un accidente por alcance.
Tras llegar al destino, habrá que detener el vehículo por completo pisando el pedal de freno, para estacionar y, una vez hecho esto, siendo lo recomendable activar el freno de mano, que es habitual que también lleve una "P", para posteriormente, seleccionar la "P" de la caja de cambios. Es importante hacerlo de esta manera para que se ahorre descargar todo el peso sobre la transmisión.
Un aspecto a tener muy en cuenta a la hora de conducir un vehículo con transmisión automático es que, mientras que, en un coche manual, para no tener que pisar el freno y el embrague al mismo tiempo al estar parado, como en un semáforo, se pone el "punto muerto" y se pisa el freno, en el caso de este tipo de coches será suficiente con tener el pie sobre el freno, sin necesidad de activar la letra "N" de la palanca o mando.
De hecho, la letra "N" solo se activa en casos muy concretos, ya que con ella el coche se podrá mover si se deja en cuesta o se empuja en llano, al no haber ningún tipo de retención sobre la transmisión. De esta manera, se utiliza cuando el coche tiene que ser remolcado por una grúa o a la hora de introducir el coche en un túnel de lavado.