'El despertar de la magia', un recorrido histórico por los ritos y dioses de la sociedad ibera
Maraluck es una joven investigadora de brujería tradicional especializada en magia íbera. Acaba de publicar su primer libro junto a la editorial Bruguera.
7 septiembre, 2023 01:49Una de las preguntas que siempre me hice desde la infancia fue: ¿antes de los romanos en la península ibérica no había nadie? ¿Solo se pobló cuando conquistaron los romanos? Se supone que antes de los romanos, en España, estuvieron los griegos, ¿pero qué hacían aquí solos?
['Las sombras de la ciudad': una historia familiar marcada por los estragos de la Guerra Civil]
La verdad es que este tema no se toca demasiado en los colegios. Te enseñan historia, pero desde que el Imperio romano tocó estas hermosas tierras, antes parece que no había nada, solo campos y soledad.
La sensación de creer que no había una población colorida y rica como la de los aztecas o los mayas, real y divinizada como la de los egipcios, o aguerrida como la de los islandeses, me hacía pensar que nos faltaba algo, que carecemos de ese origen. Y aunque la mezcla de culturas es lo más rico que existe, nunca dejaba de pensar en esa falta de origen.
Cuando la editorial me contacto para escribir un libro, sin lugar a duda quise empezar por uno donde los iberos fueran desenterrados. Como una persona que le encantan las creencias antiguas de otras civilizaciones, ya sabía que no existía un libro parecido o, al menos, no tan conocido donde recogiese todos los aspectos que una creencia conlleva.
Así que mi primer desafío era no solo buscar esa información escondida o escasa que se sabe sobre los iberos y sus formas de hacer su magia o sus ritos, sino hacer un resumen con los tantísimos datos de los que se podría hablar.
La experiencia de sumergirme en este proyecto conllevaba sentir miles de sentimientos y emociones, que pasaban desde el respeto y el miedo por tocar algo que pocos se habían atrevido, hasta la ilusión por poder mostrar a todos mi práctica y raíces ancestrales de la que estoy tremendamente orgullosa.
La ilusión que le he tenido –y tengo– a este libro es tremenda, sabiendo que puede ser el principio para que muchas otras personas hablen sobre los dioses iberos que estuvieron en la Península, como se habla de los dioses nórdicos o griegos, e incluso tener en cuenta toda una práctica y camino espiritual que antes no se mencionaba.
Dentro del libro no solo hablo de los iberos y sus dioses, sino también de sus ritos, ritos que ellos practicaban con una convicción irrefutable para ellos, ya que esa era toda su verdad.
También hablamos de la figura de la mujer en su sociedad y de una adaptación que podemos tener en cuenta a la hora de querer practicar esta antigua creencia. Una adaptación como podemos encontrar en todos los movimientos paganos del ahora. Al final de cuentas, actualmente practicamos recreaciones de lo que un día pudo ser y, a lo mejor, no fue... O sí.
['Oscura es la noche': una historia donde la ira y la verdad confluyen bajo la magia de la música]
Creo que este libro nos acerca un poco más a nuestro pasado, y ya no solamente a los que les interese la espiritualidad y la magia, sino a cualquiera que quiera acercarse a otras civilizaciones y que sueñe o reconstruya un posible escenario con ellas. Parte más de la historia, de lo que fue y se olvidó y que ya era hora de ir desenterrándola, como lo hicimos con el mundo egipcio, romano o el sumerio.
No voy a negar que he tenido mucho respeto a la hora de recolectar datos o incluso hablar sobre ellos. Al final me he sumergido en algo en lo que sí o sí necesitaba ayuda.
Para mi sorpresa, he visto que no solo me han apoyado, sino que también me han permitido meterme de estrangis en sus clases de historia en la universidad, he tenido el placer de tener reuniones y cafés con profesores ya jubilados donde no tenían por qué enseñarme nada. Verme con personas entendidas del mundo ibero, incluso con expertos en lenguaje de civilizaciones antiguas. Todos y cada uno de ellos y ellas han sabido indicarme el camino por donde debía andar para seguir investigando y encontrando.
El camino ha sido difícil, pero se ha podido. No lo veo un éxito propio, más bien el éxito de una civilización olvidada y ahora un poquito más desempolvada.
Por último, me gustaría hacer un reclamo desde una humilde servidora: necesitamos más investigación de nuestro patrimonio, sea el de hace unos siglos o el que estamos viviendo actualmente. Necesitamos sacar a la luz nuestra cultura y tradiciones, sean del año que sea y darlas a conocer al mundo, creo que es una bonita manera de rendir culto a nuestros ancestros, de perpetuar nuestro origen y mestizaje cultural y darle la importancia que tiene toda nuestra tierra como otros se la dan.