En mayo de este año, el Ejecutivo español mandó deberes a las 35 grandes cotizadas que operan en el país: acomodar los sillones, de cara al 2024, para que en él cada vez se sienten más mujeres. Aunque la testosterona corporativa sigue formando parte de la realidad cotidiana de las compañías —y los datos aún no llegan al 40% de presencia femenina recomendada por la CNMV—, las mujeres siguen reivindicando su sitio en un sector históricamente masculinizado que cada vez lo es menos.
España arranca el curso —empresarial, en todo caso— con una celebración que invita al optimismo. Este septiembre, el porcentaje de mujeres en los consejos de las empresas ha roto la limitante barrera del 30%. El avance es lento, pero está ahí. Lo que implican estas dos últimas palabras, especialmente el verbo estar, es algo que programas como el de la Escuela de Consejeras persiguen a través de iniciativas que impulsan la paridad desde las altas esferas.
Sillones de cristal
Al pensar en una cúpula ejecutiva, la imagen que suele venir a la mente es la de una sala presidida por una gran mesa —donde se debaten las decisiones— rodeada de hombres —que son precisamente quienes las toman. A principios de año, la VI Radiografía del mercado continuo, elaborada por IESE y Atrevia, arrojó datos reveladores al respecto de la paridad en los consejos y comités ejecutivos.
El informe, que abarca 119 compañías, destaca entre otros aspectos la escasa presencia de mujeres en la presidencia de las empresas del IBEX. Rozan un 9% del total, y, con tal porcentaje, las directivas arañan un techo de cristal que todavía sigue presente en Europa. Sus nombres: Marta Ortega, con Inditex; Ana Botín, en Santander; y Beatriz Corredor, de Redeia. En el caso de las consejeras delegadas, sdestaca el de María Dolores Dancausa, desde Bankinter.
En cualquier caso, es cierto que, fuera del IBEX, el ritmo de crecimiento de la presencia femenina en los consejos ha sido positivo, hasta el punto de elevar a España hasta la undécima posición de los 27 de la Unión Europea. ¿Los sectores más paritarios? Según el informe, son el petrolero, la energía, las finanzas, y el que incluye a empresas tecnológicas y de telecomunicaciones.
Una nueva cantera
Gema Díaz Real, consejera de Beka Finance y LID Editorial, habla de lo que ocurre en las compañías españolas comparándolas con la actualidad del deporte femenino. "En España, este año hemos ganado nuestro primer Mundial, pero igual lo habríamos hecho mucho antes de haber tenido canteras en las que desarrollarnos, ¿sabes?", explica. "Esa misma falta de espacios, y de referentes", es la que ha frenado, como en muchas otras profesiones, la incorporación de la mujer a los puestos en la dirección y el mundo ejecutivo.
Díaz Real ve en el Programa Consejera ese centro de entrenamiento para las mujeres que ya no están dispuestas a quedarse sin asiento en las salas de reuniones. El proyecto se incluye en la oferta de la Escuela de Organización Industrial, la primera de su tipo en España, y se funda bajo el acuerdo de los Ministerios de Educación e Industria.
Su objetivo es formar a estas profesionales, sirviendo como trampolín para que desarrollen redes de networking, se relacionen con distintos holders y logren establecer, entre ellas, las condiciones necesarias para que la paridad en el ámbito ejecutivo sea una realidad palpable. Este mes de octubre, el curso cierra su edición actual y se prepara la siguiente, en el mes de noviembre. Gema Díaz celebra el éxito del Programa Consejera como una señal de que esta figura sigue evolucionando hacia los objetivos marcados desde Europa.
Retos pendientes
Sin embargo, relata, aún quedan algunas tareas por completar: "Este sigue siendo un sector muy masculino al que a veces parece que las mujeres no podemos optar por nuestros propios méritos, porque parece que si lo logramos ha sido por cuota, y eso también nos devalúa de alguna forma", confiesa. "Si la mujer quiere pertenecer a la Administración se lo toma muy en serio, se prepara concienzudamente, porque sabe que no va a alcanzar ese objetivo jugando al golf o sentada frente a un mantel", añade.
Igualmente, las estadísticas confirman que el impacto de la diversidad es positivo para las compañías. Según un informe reciente del Ministerio de Igualdad, las empresas son más competitivas cuando incorporan la pluralidad de género en sus altas estructuras. En las bajas ya están, puesto que el 45% de la fuerza laboral europea es femenina.
Afortunadamente, "creo que sí está habiendo un cambio de mentalidad en las organizaciones", celebra Díaz Real. "Ahora las empresas tienen más en cuenta que nunca el buen gobierno y la responsabilidad corporativa, y lo mejor es que la mujer también está asumiendo esos roles". Porque antes —cuando la falta de referentes era más evidente y ver a una consejera joven no parecía algo realista en el mundo empresarial— "la mujer iba del trabajo a casa y de casa al trabajo. Dedicábamos muy poco tiempo a establecer relaciones profesionales que ayudaran a progresar", añade.
Pese a que amenazas a su desarrollo profesional como "los abusos de poder" han dejado, afortunadamente, de estar a la orden del día, lo que sí suele paralizar la carrera profesional de una mujer es la falta de conciliación. En España, tener hijos afecta a la carrera profesional del 57% de las mujeres, una cifra que en el caso masculino se reduce al 19%. Los estudios recalcan la necesidad de aplicar políticas más flexibles, para garantizar la incorporación femenina al mundo profesional y, con ella, también potenciar la competitividad de las propias empresas y la igualdad de oportunidades en el sector.
Apoyo público, planes de igualdad en las empresas y procesos de selección más transparentes y objetivos conforman la hoja de pautas a seguir para garantizar la paridad en la cima de la escala corporativa. Además, las mujeres del sector también reivindican especialización. Por eso, el Programa Consejera reabre sus puertas en noviembre, dirigiéndose a mujeres con perfiles directivos que quieren subir un nuevo escalón en su carrera profesional. Este tendrá una duración de 96 horas y se ofrecerá en la sede de la EOI de Madrid.
Las empresas en España se guían por el conjunto de recomendaciones recogidas en el Código de Buen Gobierno de las Sociedades Cotizadas, publicado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Entre ellas, se aconseja que los consejos estén compuestos por entre 5 y 15 miembros; y que la política de selección de los mismos tenga en consideración la diversidad de conocimientos, experiencia, edad y género.