Buena persona y buena profesional. Laura Rojas-Marcos, hija del prestigioso psiquiatra Luis Rojas-Marcos, es doctora en Psicología Clínica y de la Salud, miembro de la Real Academia Europea de Doctores, de la Federación Europea de Psicología y de la Asociación Española de Psicología Positiva.
Además, también colabora en TV, fundaciones, instituciones y universidades tanto españolas como estadounidenses que se dedican a temas sociales y de salud mental.
Laura Rojas-Marcos: "Apoyar a otras personas nos alimenta y enriquece, ayuda a entrenar el músculo para ser buenas personas"
Actualmente mantiene su consulta privada de psicología y es autora de varios libros: Hablar y aprender, El sentimiento de culpa, Somos cambio, La familia, de relaciones tóxicas en relaciones sanas y Convivir y compartir.
Durante varios minutos en este pódcast y en la "charla de amigas", como les gusta decir a ellas, que mantienen las entrevistadoras y la invitada, hablan sobre la amistad. La psicóloga la define como "medicina para el alma", a lo que Cruz Sánchez de Lara añade que "la complicidad de la amistad sale por los ojos y por la piel".
“Cuando lo pasamos mal no hay nada como encontrarte con un buen amigo, alguien que te quiere, que te va a decir la verdad y que te va a acompañar en los peores momentos de tu vida. Con ellos no se compite, un buen amigo o amiga siempre alimenta tu autoestima y nos recuerda quienes somos cuando más lo necesitamos”, cuenta la doctora.
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Y es que tener un apoyo así en los malos momentos, o ser tú el apoyo en la vida de otras personas cuando se están viviendo situaciones complicadas, siempre ayuda. Sentirnos escuchados, atendidos y entendidos por la gente que queremos es una de las cosas más gratificantes de la amistad.
“Ese arte de poder encontrar el apoyo y poder apoyar a otras personas que queremos o incluso a otras personas desconocidas no deja de ser algo que nos alimenta y nos enriquece y que ayuda a entrenar ese musculo para ser buena persona: la empatía”.
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Tal y como cuenta la psicóloga, hay que ser menos egocéntricos y empezar a ser más amables con la gente intentando ayudarles a sacar lo mejor de sí mismos. De esta manera cuenta Laura Rojas-Marcos que pudo descubrir su vocación y terminó trabajando como terapeuta, gracias al apoyo de sus amigos y familiares.