La televisiva Ángeles Blanco: “Mañana puedo dejar de ser presentadora, pero nunca dejaré de ser periodista”
“Nunca he conocido la palabra ‘aburrimiento’, siempre he tenido mucho que hacer”
Ángeles Blanco González (Badajoz, 1972) reconoce que cuando relata su historia a los ojos de la gente, la expresión es de incredulidad. “¡Venga ya!, me dicen. Pero es todo cierto: el fin de semana pasado es el primero que tengo libre en trece años. He vivido una vida sin celebraciones familiares, sin barbacoas de amigos, sin ir al cine con mi hijo, que tiene once años, sin ver una película basada en hechos reales debajo de una mantita. Un finde madrileño, no lo había tenido nunca. He vivido una vida contando en directo lo mejor y lo más duro de lo que nos ha tocado vivir”.
Durante treinta años, Ángeles Blanco ha presentado y dirigido la mayoría de las ediciones de los Informativos Telecinco. Eso significa que relató con su voz lo que pasó la terrible mañana del 11M o lo peor de los inicios de la pandemia… La última década, los sábados y domingos eran los días en los que la periodista Ángeles Blanco dirigía el formato: es decir, supervisaba todo el trabajo previo de análisis y selección de temas, después se aclaraba la voz, esperaba al piloto rojo y explicaba en directo a toda España los temas del día.
Desde hace pocos días, Blanco es la cara que presenta entre semana Informativos Telecinco 15 h., y se reparte la portavocía con Franganillo en la edición nocturna. En este proyecto, comenta “se cumple lo que hablamos siempre de la zona de confort, qué bien viene enfrentarse a retos nuevos”. Una reciente renovación de la cadena que ha llegado a toda las secciones, también a los informativos.
“Recuerdo con especial crudeza el 11M”, relata Ángeles Blanco, “porque al mismo tiempo que trabajaba, lo viví de una manera personal directa. Eso no se imagina quizás. Había pasado una noche malísima, estaba enferma, pero cuando me llamaron para que fuera corriendo, se me quitaron los dolores de golpe. Hablaba con mi madre porque mi hermano cogía a veces uno de esos trenes. Ese fue el arranque”.
“Me fui a IFEMA”, continúa, “me enteré de que mi hermano había cogido ese día el bus. Estando allí, recibí la llamada de una amiga, y acabé en el Tanatorio Sur donde estaba otra compañera mía,… y recuerdo que cuando acabamos el especial desde IFEMA, dejé el micrófono y me rompí a llorar… ese día me costó disociar. Al fin y al cabo, somos humanos, ante imágenes terribles, tener que contarlas, estar con el corazón encogido, los niños muertos, los bombardeos que a veces relatamos, son momentos durísimos. Durante la pandemia, recuerdo que felicité a mi padre en directo, ese día fue muy emotivo también”.
Blusa de Pedro del Hierro, pantalones de Marciano by GUESS y zapatos de Pons Quintana
UNA VOCACIÓN CUMPLIDA
Al describirse a sí misma, Blanco afirma que tiene “un afán desmedido por vivir”. Primero quiso ser “azafata de vuelo para poder viajar mucho”, pero en seguida, como su abuelo era un gran lector de periódicos, empezó a fijarse en el periodismo. “Quería estar donde pasaban las cosas. El recuerdo que tengo muy gracioso de cuando era pequeña es el de saltar a la comba y con las mismas agarrar uno de los extremos y ponerme a hacer entrevistas a mis amigas como si fuera un micrófono. Con el radiocassette grababa cintas como si fueran personajes de actualidad”.
“Nunca pensé”, continúa relatando, “que acabaría trabajando en televisión, y mucho menos al frente de un informativo en directo. Como muchas jóvenes de mi época, en la universidad lo que quería ser era corresponsal de guerra. Cuando veía coberturas de la primera Guerra del Golfo, yo quería estar ahí. Realmente mi primer impulso fue ese, el de ponerme contra la realidad más dura”.
Descubrió primero la radio. “Empecé a hacer unas prácticas. Me puse delante de un micrófono y dije qué maravilla. Luego el destino me llevó por el camino de la televisión hasta Telecinco. Bueno, la realidad es que llené España entera de currículums. No fue fácil. Primero me mandaron una carta muy amable a casa, diciéndome que no necesitaban a nadie como yo. Pero al poco tiempo como estaban en plena expansión, ampliaron plantilla y me tocó a mí. Al poco se arriesgaron conmigo y me pusieron delante de una cámara. Y ya llevo treinta años en Telecinco, he estado al frente, detrás, viajando,…”.
Vestido de Pedro del Hierro y sandalias de Hoss Intropia
LA SEDUCCIÓN DE LA CÁMARA
“La primera vez que me puse delante de un piloto rojo”, relata, “fue con Benito Valle y Luis Mariñas de director de informativos. Fui a hacer una prueba y cuando estaba allí vi a unos pedazos de mujeres para hacer la misma prueba que me dije, ¿qué hago yo aquí, qué pinto aquí? Me acuerdo que el director se quedó mirando a mi pantalla, y le escuché decir ‘ajusta aquí y allá’. Con desparpajo les respondí al irme que había sido un placer y que me había encantado ver cómo era aquello aunque no me cogieran. Al poco tiempo recibí la llamada de que estaría haciendo ‘La noticia’, que eran informaciones muy breves que se emitían entre programas, yo siempre decía que éramos ‘los que incordiábamos’, estaba grabado y eran como de 30 segundos”.
Luego, llegó el directo. “El primer día que presenté un informativo en directo, Mariñas decidió que lo hiciera con Miguel Ángel Aguilar. Me acuerdo perfectamente de ese día. Me bebí tres o cuatro botellas de agua, con una tensión tremenda, y me imponía mucho. Al terminar dije ‘al menos no me he echado a llorar ni he tartamudeado’. Te puede gustar el calor, la verdad y la intimidad de la radio, pero cuando descubres la cámara y el potencial a la hora de comunicar, eso te atrapa. La seducción de la cámara es un juego que se establece y es divertido”.
“Creo que en esencia sigue siendo lo mismo”, reconoce. “Mucha gente me dice ‘yo sería incapaz de ponerme delante de una cámara y hablar. Es que es un oficio, claro. Hay muchos oficios que yo no podría hacer porque no los controlo. Una cosa es el periodismo, y otra es que coyunturalmente tenga la oportunidad de contar las noticias por televisión. Cuando me dicen que esto tiene que tener algo innato, reconozco que miedo no he sentido nunca delante de una cámara. Pero es un oficio”.
NUEVA ETAPA DIARIA
Al llegar a los nuevos decorados de Telecinco, admite, “antes estábamos haciendo los informativos sentados, con una cámara y de repente todo ha cambiado, nos hemos modernizado y unido al club del resto de las televisiones. Tienes otro juego, en el que pasear, caminar delante de cámara: lo que pensé que por complejidad técnica supondría mayor tensión, descubrí que es más divertido, juegas más, te da más posibilidades a la hora de contar las noticias, es más agradable por la tecnología y las nuevas posibilidades del audiovisual”.
Como acaba de cambiar de horario, “aunque llevo haciendo lo mismo treinta años, llegué a la redacción diciendo ‘hola, soy la nueva’. Pero en el día a día, nada más despertar, pongo la radio. Luego en el desayuno, mantengo la radio, la tv sin volumen y echo un vistazo a los periódicos en el iPad y al móvil con las redes sociales. Qué locura de mundo, ¿verdad? Por la noche echo un vistazo otra vez a las webs, por si hay algo nuevo”.
Se refiere a “la adrenalina de la actualidad. A los que nos gusta tanto la profesión, como ocurre en mi casa [su pareja es el popular Vicente Vallés, también presentador] tenemos la necesidad biológica de estar al cabo de la calle. ¿Qué me estoy perdiendo? Incluso en los días libres que no tienes esa presión, ¡es inevitable meterte!”.
Americana de Marciano by GUESS, vaqueros de Green Coast y salones de Latouche
Para ella, su trabajo se trata de una especie de “portavocía, porque yo no estudié cinco años de carrera para ser presentadora, sino para ser periodista. A mí me interesa la información: luego, en el camino, se me cruzó la posibilidad de poder recibir la información, elegirla y contarla. Mañana puedo dejar de presentadora, pero nunca dejaré de ser periodista”. Tiene muchos referentes, pero es reacia a dar nombres. “Me considero una esponja, y a mi edad intento buscar referentes ahora, hoy, de los que aprender, quiero seguir aprendiendo”.
“Hacer fácil lo que es difícil”. En esa expresión resume su objetivo. “Eso pasa todos los días. Estamos pendientes de amnistías, de resoluciones judiciales, de autos… hay que volver atrás, enterarse bien de qué día fue cada cosa, para poder explicar las cosas a la gente. Esto significa que todos los días tengo que dedicar horas a leérmelo todo, luego un rato a hablar con un compañero o compañeros especializados. No puedes explicar algo que tú misma no entiendes”.
CARPE DIEM
Para ella, el deporte es “fundamental, si no, ¡no me aguantaría a mí misma! Da bienestar físico pero sobre todo psicológico. Y viajar me quita todos los males, estreses y preocupaciones, con familia o con amigos. Estar con mi familia que es un déficit muy grande”.
“La gente que me conoce”, explica, “coincidirá, tengo un afán desmedido por vivir la vida, por sacarle el meollo a la vida. Esto de carpe diem que está muy manido, y puede ser es una angustia, pero al mismo tiempo es una virtud, porque vivo siempre con la sensación de estar al filo de la navaja, de que este puede ser el último minuto aquí. No puedo evitar tener permanente esa sensación y eso me lleva a intentar disfrutar de la vida con entusiasmo y vitalidad. No sólo me refiero al ocio, a la diversión, al trabajo, sino a por ejemplo la voluntad de hacer cosas. Yo paso del ‘qué ganas tengo de visitar equis” a “si podemos, lo hacemos esta semana. Nunca he conocido la palabra aburrimiento, siempre he tenido algo que hacer”.
Chaleco y pantalones de Tintoretto, salones de Ángel Alarcón y pendientes de Bylia Jewels
Para ella, la televisión “seguirá impactando muchísimo, a pesar de las plataformas digitales, que son algo muy diferente a lo que es mi ámbito. Las plataformas hacen competencia con las series y películas pero la gente sigue demandando información. Llevo años escuchando que la televisión va a morir, y eso no va a pasar. Cuando hay acontecimientos importantes, la gente demanda información por televisión, porque las redes son muy rápidas, pero cuando quieres buscar información real, contrastada, con su imagen y con análisis, para eso estamos los medios tradicionales. Cuando hay acontecimientos importantes, la gente demanda televisión y periódicos y eso no va a cambiar de momento”.