Eugenia Silva: “No empezaría a ser modelo de cero en la actualidad”

La verdadera elegancia se encuentra en la sencillez. Eugenia Silva (Madrid, 1976) lo recuerda en cada una de sus apariciones. La última coincidió con la inauguración del nuevo córner de Armani Beauty en El Corte Inglés Castellana, el pasado 30 de mayo. Sonriente, con un impecable wet look, un vestido bicolor y bailarinas, la modelo y emprendedora cortó la cinta de inauguración con emoción, afianzando los vínculos que la unen al diseñador y abriendo un nuevo capítulo de su historia personal y profesional.

Porque Eugenia Silva eligió y sigue eligiendo sus proyectos de forma cuidadosa, con personalidades y firmas afines a sus valores y su personalidad. Es una de sus recetas del éxito desde hace más de 30 años. Se adentró en el mundo de la moda en los años 90, convirtiéndose, junto a Nieves Álvarez, en la ganadora del concurso Elite Look of the Year con apenas 16 años. Fue el primer paso de su larga carrera de modelo: imagen de Oscar de la Renta y Carolina Herrera, entre otros, desfiló para numerosas referencias del sector y protagonizó más de 100 portadas de prestigiosas revistas.

Su conocimiento del mundo de la moda la llevó a fundar su propia productora y agencia creativa, The Crew, colaborar con firmas como LOEWE, y contar con su blog.

Conversamos con la musa de Giorgio Armani sobre su pasado, su presente y su futuro, teñidos de glamour y de sabiduría, en una era en la que el sector de la moda y de la belleza cambian a la velocidad de la luz.

¿De qué es sinónimo Armani para usted? ¿Por qué se identifica tanto con la marca?

Armani es belleza, sofisticación y sobre todo elegancia. Cuando se piensa en alguien elegante, se piensa en alguien vestido de Armani. Y lo mismo pasa con el beauty. Si piensas en una línea de maquillaje cuidada, elegante, bonita, cuyos packaging, productos, colores… desprenden elegancia, piensas en Armani.

¿Cuáles son sus productos favoritos?

No puedo vivir sin la base Luminous Silk Foundation, uso el número 5.5. Cuando no quiero que dé una imagen de piel maquillada, añado unas gotitas a la protección solar. Da un aspecto sano y brillante y tapa las imperfecciones. Viajo con ella por si los maquilladores no la tienen.

También destacaría la máscara de pestañas Maestro, porque tiene un negro muy negro, me encanta el cepillo y el Cheek Tint, lo uso en los párpados, los labios y las mejillas.

¿Cuál es su rutina de belleza? ¿Tiene algunos rituales marcados?

Me gusta mucho cuidar la piel. Creo que preparar la base es fundamental para que el maquillaje aguante, dure y luzca más bonito. Es importante hacerlo de una manera específica porque, en mi caso, los días son eternos. Con esta preparación, cuando llego a casa, estoy igual, no se ha movido el maquillaje. También te da tranquilidad para eventos y fotos. La calidad del producto es, por lo tanto, fundamental. Si me durmiera maquillada, me levantaría igual.

Participará en la nueva edición de la Mostra de Venecia. ¿Nos puede adelantar algo sobre su maquillaje?

No tengo nada pensado. Estoy esperando a que pase el desfile de Alta Costura, en junio, para maquinar el look. Una vez que ya tenga el vestido o los vestidos, porque normalmente tengo dos o tres, para cambiar o elegir en el último momento, ya decidiré.

¿Qué es para usted la belleza real?

Los cánones de belleza clásicos se han quedado obsoletos. La belleza real es algo subjetivo: cambia mucho la percepción cuando la persona habla, se mueve o piensa. Creo que la belleza de la personalidad es el 90% de la belleza, todos hemos conocido a personas muy bellas que no nos han llegado o no nos han hecho sentir nada porque, a lo mejor, de personalidad no nos han parecido atractivos. En cambio, hemos conocido a gente que no se rige por los cánones clásicos de belleza y que luego tiene una personalidad apabullante. Son, a lo mejor, intelectuales que te ganan. Puedo pensar que una persona es bellísima, pero, a lo mejor, no todo el mundo opina igual.

Por lo tanto, creo que somos muy afortunados de que la belleza tenga ahora mismo un espectro tan amplio porque creo que todo el mundo tiene cabida. Entonces, ¿por qué iba a ser la belleza solamente marcada o disfrutada por unos? Estamos en una etapa a la que nos ha costado llegar, pero creo que todavía nos queda mucho recorrido.

Es un momento de disfrute, sobre todo para las mujeres, que cumplimos años. Tenemos una mucha mayor cabida ahora, no se acaba la vida cuando cumples 45 años, al revés, es cuando estás en tu mayor plenitud, te conoces más. Lo hemos conseguido a base de mucho esfuerzo y es hora de disfrutarlo.

¿La belleza y el bienestar se potencian entonces con la edad?

Te da una seguridad en cuanto a gustar o no gustar, por ejemplo. ¿A quién le importa? Estoy bien, contenta, hago lo que me gusta, estoy saludable porque la salud, al final, es lo más importante… el paso de los años te lo da todo. Cumples metas, objetivos, sueños… por eso hay que disfrutarlo.

Precisamente sobre el cambio de percepción de la belleza… ¿Qué opina del regreso del desfile de Victoria’s Secret?

Cuando yo lo hacía, no tenía ningún tipo de problema. Nosotras sabíamos a lo que íbamos, ponernos en lencería delante de la gente y de las cámaras. Nadie nos engañó para que hiciéramos eso.

Es fantástico que los cánones de belleza hayan cambiado y que todo el mundo tenga cabida… me parecería fenomenal que se hiciera un desfile amplio en cuanto a casting. Pero las mujeres usamos ropa interior y bikinis… así que no me parece mal su regreso. Creo que hay que cambiar cómo se presenta y cómo se vende, y no considerar que nos transforma en una mujer objeto, sino simplemente hacernos pensar: 'Soy una mujer estupenda'. Tampoco me lo he planteado mucho, no sé cómo será ahora. Tendrán un gran equipo de marketing que lo piense bien.

¿Qué recuerda de sus inicios? ¿Quiénes eran sus referentes?

Me encantaban las modelos más comerciales como Karen Mulder, Linda Evangelista o Christy Turlington. Ahora me encanta Małgosia Bela. Una multitud de nombres me han ido inspirando a lo largo de los años. No solo modelos, Sofía Coppola me parece una persona completísima y muy consecuente con su estética y su trabajo, Juliette Binoche, Geraldine Chaplin, Charlotte Rampling… son mujeres que viven su vida con una personalidad apabullante, muy seguras de sí misma y que nos ayudan e inspiran mucho.

¿Cómo afronta la exigencia del mundo de la moda? ¿Qué le enseñó con el paso del tiempo?

La moda me sigue enseñando en la actualidad. Tengo un trabajo detrás de las cámaras, entonces, obligatoriamente, tengo que estar al día de todo lo que está pasando en el mundo de la moda. Pensé que me cansaría, pero no, me veo para siempre ligada a este sector. Es un mundo completísimo y maravilloso que te aporta mucho.

Soy muy esteta, me gusta investigar, y creo que ahora tengo la oportunidad de hacerlo desde otro prisma. Antes, llegaba a las sesiones, lo tenía todo hecho, simplemente tenía que ponerme a que me mimaran y me consintieran, ahora es otro trabajo, más creativo y distinto, pero igual de interesante.

¿Se planteó dejarlo?

No me lo he planteado. Ciertas noches llego a casa y pienso ‘hasta aquí’, pero no puedo (risas). Sobre todo porque me pregunto de qué me retiro… ¿De modelo, de productora? Me gusta, mientras tenga salud y energía, seguiré.

Tengo además equipos maravillosos que me acompañan en el camino y siento que no podría hacerlo sin ellos, me ayudan a seguir adelante. Es cansado, pero a la vez pienso que soy afortunada. Por ejemplo, con las caras que tiene Giorgio Armani para elegir en el mundo y que yo lleve tantísimos años con él… me siento más que afortunada.

¿Le marcó una campaña en concreto?

Todas. Cada paso y cada escalón ha hecho algo para ayudar en el camino. Tengo momentos clave, obviamente, porque te sacan de ser una modelo del montón a una mucho más reconocida. Vogue Italia, Vogue América, Anna Wintour, Steven Meisel, Oscar de la Renta, Giorgio Armani… han sido unos hitos desde los que se ha tejido la tela de araña. Cada uno ha ido aportando y a lo mejor, si no hubiera hecho determinadas cosas, no hubiera conocido a determinadas personas.

Vivió y sigue viviendo los cambios abismales del mundo de la moda. ¿Cómo valora su evolución? ¿Le hubiera gustado contar con redes sociales en otra época?

Hubiera sido mucho más divertido, porque hubiera podido contar todos mis viajes alrededor del mundo y hubiera tenido otra manera de que se reconociera mi trabajo. Pero en ese momento, era hacer la foto y esperar tres meses a que saliera la revista. No había otra manera de comunicar. Hacía que los equipos estuvieran más unidos, no había teléfonos, ni internet, con lo cual, hacías verdaderas piñas y amistades en los viajes. Tenía un punto romántico.

Pero también pienso: '¿Si esto se hubiera sabido o comunicado?' Ahora me parece muchísimo más complicado, sobre todo mantenerse. Siempre puedes encontrar la manera de llegar, pero mantenerse, no tanto. Antes había unas pautas a seguir, se iban contratando unas revistas, unos diseñadores, que iban haciendo tu nombre. Ahora, hay una variedad más grande, también hay más gente. Todo el mundo sabe hacer fotos y maquillarse. Hay un aspecto más amplio, con lo cual, ahora no empezaría de cero a ser modelo (risas).

Es muy activa en redes. ¿Cómo consigue encontrar el equilibrio entre su vida personal y profesional?

Ni mi familia ni mis amigos son usuarios de redes sociales. Hay muchos momentos en los que decido aparcar el móvil. Hago fotos con la cámara, pero no lo retransmito. Cuando estoy trabajando o viajando, sí, pero tengo muy claro lo que puedo sacar. También lo tengo claro para proteger la intimidad de mis hijos y de mi marido. La mayor parte de mis amigos no quieren saber nada de redes sociales. Y por mi parte, no quiero estar todo el día pegada al móvil.

¿Cómo diría que le cambió la maternidad? ¿Le preocupa el mundo actual para el futuro de sus hijos?

Me preocupa. La generación de mis padres sufrió unos grandes cambios culturales y políticos. En la mía, hemos estado siempre entre algodones porque ha sido una generación de crecimiento apetecible y positivo. Y ahora estamos empezando a ver los efectos del exceso del uso de la tecnología y de todo lo que hemos estado disfrutando estos años, creo que lo van a tener muy complicado.

Será una generación con grandes problemas. Van a tener que decidir qué es lo que quieren sacar en redes sociales y cómo usar la tecnología. Los educadores tienen una labor muy importante en este sentido.

También tendrán que saber compatibilizar la artesanía, la cultura y la riqueza de nuestro país, saber valorarlo, que no sea solamente lo creado artificialmente. Es una generación que va a tener que trabajar en su propia vida.

Será también su labor visibilizar la ‘marca España’. ¿En qué punto cree que está en la actualidad?

La ‘marca España’ está muy bien posicionada en todo tipo de campos, gastronomía, turismo, moda… por ejemplo, Jared Leto vistió recientemente de Palomo Spain. Tenemos que cuidar a nuestros artesanos, diseñadores, creadores, pintores… hay que mimarlos y posicionarlos, pero desde fuera, tenemos una imagen impecable.

¿Considera que las personalidades públicas tienen una inevitable responsabilidad social? ¿Deben ser activistas?

Creo que no es necesario. Puedes tener unas opiniones y no expresarlas. Es complicado ver situaciones injustas, y no hablar. Pero hay que estar siempre muy bien informado y no todo el mundo lo está perfectamente de todo lo que sucede.

Como no tengo la última información de lo que pueda pasar… prefiero callarme simplemente y ser prudente. Obviamente en privado, entraré en discusiones y análisis, pero creo que hay estar muy bien informado antes de dar una opinión. Sobre todo cuando te ponen un micrófono delante. Pueden salir unos titulares tergiversados o frases fuera de contexto, con lo cual, yo estoy más que mejor callada (risas).

¿Qué proyectos tiene? ¿Qué le queda por hacer dentro y fuera del sector de la moda?

Voy haciendo cosas de forma progresiva. No me planteo mi vida laboral ni personal. Las cosas te pasan por algo, los sucesos te llevan por un camino o por otro. Eso sí, hay que hacerlo todo con cabeza y de forma organizada. Me dejo siempre asesorar por los equipos que tengo, porque yo sola, no podría. No me marco unas metas ni personales ni profesionales que luego me puedan crear algún tipo de pena por no cumplirse.

¿Un consejo personal y otro beauty?

Que siempre escuches a tu corazón y lo que sientes. Somos personas intuitivas y el exceso de información puede hacer que tomemos decisiones de las que no estemos seguros. Siempre es bueno dedicarles tiempo, pensar con un poco de tranquilidad y fiarte de lo que sientes.

Mi consejo de belleza es pensar que el cuerpo no es solamente para lucirlo, tenemos un cuerpo que nos tiene que durar toda la vida y que hay que cuidar. Con lo cual, priorizar la salud por delante de muchas otras cosas.