La 'generación muda' y su fobia a hablar por teléfono: ocho de cada diez jóvenes evitan coger las llamadas
- Los llamados texters prefieren dialogar por mensajes de voz o de texto, evitando así las llamadas telefónicas tradicionales.
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Es irónico: cuanto más conectados parecemos estar, más nos desconectamos de la realidad, del mundo que nos rodea. Y cuanto más adicción al dispositivo móvil sufrimos, menos hablamos por teléfono. Esto segundo es lo que le ocurre a la 'generación muda', también llamados texters: hablar por teléfono no es lo suyo, ellos prefieren los mensajes de texto o de voz.
Cada vez son más los estudios que afirman que los evitan comunicarse a través de llamadas telefónicas. Para algunos de ellos, la tensión de la instantaneidad, la elección correcta de sus palabras o la presión de caer bien al interlocutor son una batalla difícil de lidiar. De hecho, algunas veces llegan a darse incluso casos de 'telefonofobia'.
Esto no significa que los jóvenes sean más groseros o bordes, es que conciben la comunicación de una forma diferente a la tradicional. ¿Para qué van a molestar con una llamada a un amigo durante sus tareas diarias? ¿Y si le quitan más tiempo del que él querría invertir? O imagínate que la conversación se elevara de tono por un pequeño malentendido. ¿Para qué exponerse a todo eso teniendo la mensajería?
Es normal que, si no eres millennial, esto te parezca algo alejado a tu pensamiento. Por ello, el equipo de Magas te invita a saber más sobre la generación muda. Quizá hasta te convencen sus nuevos hábitos.
Los 'telefonofóbicos'
'Generación muda' es la denominación que han recibido todas aquellas personas jóvenes que prefieren los mensajes de voz y la mensajería instantánea a las llamadas telefónicas y que, por consiguiente, han provocado un descenso de las llamadas de voz.
A esta generación pertenecen todos aquellos que se han criado en plena era digital y que no han desarrollado el hábito de hablar por teléfono durante su infancia o adolescencia. En sustitución a este, han adoptado nuevas alternativas de comunicación.
Como consecuencia, los jóvenes evitan hacer llamadas o coger las que reciben. Y, cuando las hacen, sufren estrés, planifican todo lo que dirán, se obsesionan si creen que han dicho algo fuera de lugar o se preocupan por si molestan a la persona a la que llaman. Además, cuando reciben una llamada inesperada, piensan que es algo negativo y urgente, ya que, si no lo fuera, el interlocutor utilizaría la mensajería instantánea.
¿Por qué son 'mudos'?
Según el estudio creado por BankMyCell Por qué los Millennials odian hablar por teléfono, el 81% de los millennials siente ansiedad antes de reunir el coraje suficiente para realizar una llamada. Pero esto va más allá del miedo a iniciar la conversación, también ocurre al recibir una llamada. Como afirma un estudio que analiza los hábitos telefónicos en Reino Unido, el 23% de los jóvenes entre 18 y 34 años confiesa que nunca las atiende.
A la hora de decidir a quién se atiende por teléfono y a quién no, la tendencia es clara: a las parejas nunca se les rechaza, según las estadísticas. Por supuesto, a los jefes tampoco. Sin embargo, los amigos, la familia y los compañeros de trabajo son los más ignorados, en ese orden.
Por género, un 64% de las mujeres considera que una charla con amigas merece una llamada telefónica. En el caso de los hombres, tan solo un 53% dicen creer lo mismo que ellas. Sin embargo, el estudio anteriormente citad también afirma que un 53% de ellos se sentirían ofendidos si no les llamaran para anunciarles una buena noticia.
Las redes sociales y los mensajes de voz son los preferidos por los jóvenes, ya que estos los eligen en un 48% y un 37% de los casos, respectivamente.
¿En cuanto a las razones por las que afirman no coger el teléfono? El 75% de los jóvenes evita llamadas porque dicen que consumen mucho tiempo. Sin embargo, no todos los motivos que exponen son reales en su totalidad. El estudio anterior también muestra una lista de 'excusas' para no contestar al interlocutor. De hecho, el 63% de los millennials se escudan en que "no notaron que el teléfono sonaba", y el 12% echa la culpa a la mala señal.
Ni Messenger ni SMS
Si no eres millennial, todo esto te parecerá algo lejano, e incluso descabellado. ¿Dónde quedaron aquellos tiempos en los que el teléfono fijo era el bien más codiciado de cada casa? En este caso, el motivo es puramente generacional.
El teléfono fijo ha formado parte de nuestros hogares durante los últimos 50 años. Según el estudio sobre el Marco General de los Medios en España publicado por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación revela que en 2007 el 75,4% de la población tenía teléfono fijo en España. Este aparato aguantó por encima del 70% hasta el año 2019. Sin embargo, a día de hoy solo un 49,5% de los españoles lo tienen.
Para las generaciones adultas, hablar por teléfono es algo habitual e incluso placentero en muchos casos, ya que les recuerda a su adolescencia, cuando el teléfono fijo vivió su auge. También hubo una generación, posterior a esta, que pasó su adolescencia enviando mensajes de texto SMS con los que, a un precio que en su época parecía barato, podían resumir en 160 caracteres cualquier noticia.
Sin embargo, después del SMS llegó la mensajería instantánea, y con ella los nativos digitales. Estos, también llamados 'generación muda' o texters dejaron de utilizar el SMS, el MSN Messenger o Myspace, para dar sus primeros pasos en las nuevas alternativas: WhatsApp, Facebook Messenger y Snapchat.
Desde entonces, la generación muda ha consolidado esta tendencia: la llamada telefónica ya está en plena decadencia. ¿Quién sabe si desaparecerá por completo? Quizá sea como el fax, que aunque desapareció, dejó lugar a una comunicación más rápida y cómoda a través del correo electrónico.