Los datos no mienten. La violencia de género continúa siendo una lacra en nuestro país que ha dejado más de 1.000 muertes desde 2003, cuando se comenzaron a contabilizar los datos, según la Delegación del Gobierno. El año pasado, sin ir más lejos, 55 mujeres fueron asesinadas. Más de dos por semana. Cifras terribles que ponen de manifiesto la necesidad de seguir luchando desde la educación para revertir el machismo y evitar que estos números se repitan.
A pesar de que algunos políticos quieran negar lo inevitable, la violencia de género es un tema que está en la mente de los españoles. El 93,3%, según el último CIS, cree que es "un problema preocupante" para la sociedad y un 71,3% opina que "habría que hacer más cosas", además de la Ley Integral contra la Violencia de Género.
Existen otras guerras desde las que luchar, y una de ellas es la ficción. Las películas deben dar un paso adelante en su activismo, y también las estrellas que las protagonizan. Una de las que lo ha dado es Elisabeth Moss. Lo hizo protagonizando El cuento de la criada, la adaptación en forma de serie del libro de Margaret Atwood que se ha convertido en un símbolo feminista. En las marchas del 8M miles de mujeres se visten como su personaje para clamar contra el heteropatriarcado y contra la violencia de género.
Pero el compromiso de Moss va más allá. Ella se ha convertido en productora, y decide qué guiones hace con tiento. Hasta para protagonizar un taquillazo de terror. Es el caso de El hombre invisible, el filme que ha estrenado con éxito el pasado viernes -número uno de taquilla en España y EEUU- y con el que da una perspectiva de género al clásico monstruo de la Universal. Aquí el enemigo no es un simple loco al que nadie puede ver, sino un novio maltratador del que el personaje de Moss intenta escapar. El hombre invisible se convierte en un Caballo de Troya poderosísimo para hablar de la violencia y de las dificultades de las mujeres para que se las crea.
De esa falta de seguridad y credibilidad ha hablado la actriz con magasIN y ha mostrado su entusiasmo al descubrir el lema del feminismo contra la violencia de género en España. Ese ‘Hermana, yo sí te creo’ que tanto se puede aplicar a su personaje. “Me encanta ese lema, es importantísimo, y ese es uno de los motivos por los que la gente no habla cuando hay abusos, violencia de género, agresiones sexuales o incluso el bullying, porque tienen miedo de que no se las crea, o que piensen que se están quejando o que están siendo demasiado dramáticas, emocionales, o histéricas. O que se van a meter en problemas por decir algo. Si cuando hablamos de algo la gente te dijera eso ‘te escucho, te entiendo y te creo’, eso ayudaría a crear un espacio seguro para que la gente hablara de ello”, explica la actriz.
Si cuando hablamos de algo la gente te dijera eso ‘te escucho, te entiendo y te creo’, eso ayudaría a crear un espacio seguro para que la gente hablara de ello
La actriz no ha tenido que indagar mucho para ponerse en la piel de su personaje, ya que como bien dice, cualquier mujer en la sociedad actual ha tenido una experiencia similar: “Tengo 37 años he tenido relaciones, he tenido una vida, he visto cosas a mis amigas y he tenido mis propias experiencias malas, aunque no tan malas como en la película, pero lo he vivido, y todo eso lo juntas para esta interpretación. También he investigado y he tenido conversaciones sobre el patriarcado, el acoso, las agresiones y la violencia de género desde hace años con El cuento de la criada”.
Esta fábula de terror sobre los malos tratos está arrasando en todo el mundo, y Moss sabía que un filme así, “que va más allá de la idea de dar miedo” podía ser tan útil como El cuento de la criada. “El terror tiene estas ideas subyacentes que hacen que el público se lo pase bien y tome sus palomitas, pero a la vez ven algo en la gran pantalla que genera conversación, y eso pasa con las buenas películas de miedo”, subraya. Ella no piensa parar, y ya prepara la nueva temporada de El cuento de la criada y su nuevo proyecto como productora, un filme sobre el aborto llamado Call Jane. Hollywood necesita compromiso, y actrices como Elisabeth Moss son las estrellas que necesita para que el entretenimiento sirva para algo más que para vender entradas.