El encierro es una pesadilla para casi todos nosotros pero puede llegar a ser el infierno para las mujeres que sufren violencia de género que se ven condenadas a convivir en el mismo espacio con su maltratador.
Tanto el Gobierno central como las distintas administraciones regionales han pedido a vecinos y agentes sociales que estén muy atentos a posibles casos de violencia de género e incluso se han mantenido todo los servicios para atender a las mujeres que necesiten salir de su pesadilla.
El problema es cómo dar la alerta. El Gobierno de Canarias ha lanzado una campaña que va a expandirse a otras partes del territorio español y es una llamada de auxilio a través de las farmacias. La palabra clave es solicitar una "Mascarilla 19" y el farmacéutico ya sabrá que la mujer está pidiendo auxilio por una situación de violencia de género y lo pondrá en conocimiento del 112, alertando que es un caso de "Mascarilla 19" y activar así todos los recursos específicos. Por lo pronto, Cantabria y Andalucía ya se han unido a la iniciativa también.
El grito de auxilio cuenta con el acuerdo de los dos Colegios de Farmacéuticos de Canarias y tiene previsto ampliarse por el resto de España. El lema es "Contra la violencia de género, Mascarilla 19" y se van a poner carteles con la información en sitios estratégicos para que las mujeres puedan acceder a ella.
Según el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, Manuel Ángel Galván, "queremos disminuir la curva de contagio del Covid 19, pero también tenemos que disminuir la curva de violencia de género y la convivencia forzosa puede provocar situaciones en algunos casos lamentables, en las farmacias tomaremos nota de tus datos y con absoluta discreción los facilitaremos al 112 para que te ayuden".
La directora del Instituto Canario de Igualdad, Kika Fumero, aseguró en la presentación de la campaña que "se trata de un reto colectivo para contener la curva del coronavirus sin disparar la violencia de género". Fumero resaltó "la gran preocupación" que ha generado entre los y las profesionales ya que "el confinamiento en sus respectivos hogares supone, bien la convivencia 24 horas con sus agresores o bien la oportunidad de ser agredidas sexualmente en las calles con mayor facilidad al encontrarse estas prácticamente vacías".
"Somos muy conscientes de que aquello que es positivo y efectivo para frenar la curva del coronavirus, puede ser contraproducente para muchas mujeres y menores -manifiesta Fumero en la carta que ha enviado a ambos colegios de farmacéuticos- y podría tener un efecto inversamente proporcional en la curva de la violencia de género".