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1 de 7 Tsai Ing-wen - Taiwán
Taiwán fue uno de los países que mejor respondió a la pandemia del coronavirus. En tres meses la isla (de 24 millones de habitantes) solo ha reportado seis muertes y 322 casos de covid-19 y en la mayor parte han sido contagios importados. El país ha logrado mantener a raya la epidemia gracias a la prevención y a una gestión rápida y eficaz.
En enero, a la primera señal de una nueva enfermedad, los sanitarios taiwaneses empezaron a hacer chequeos a bordo de los aviones que de allí procedían, el escrutinio en la entrada se amplió para todos los que hubieran viajado a Wuhan en los últimos 14 días o presentaran algún síntoma. Y cuando los casos en China se dispararon, Taipéi fue de las primeras en cerrar sus fronteras a los viajeros de la China, Hong Kong y Macao, una medida criticada por los territorios afectados.
Las medidas intruduzidas fueron más allá del control fronterizo porquee incluyeron la búsqueda proactiva de nuevos casos, la cuarentena de los sospechosos, el establecimiento de controles de temperatura en los accesos a muchos edificios públicos, el racionamiento de mascarillas y la prohibición de su exportación.
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2 de 7 Angela Merkel - Alemania
Angela Merkel, la canciller de Alemania, fue muy clara a la hora de abordar el virus con sus compatriotas. Les dijo que se trataba de algo grave y que infectaría hasta el 70% de la población. Les pidió que se lo tomaran en serio. Y su claridad a la hora de hablar de la pandemia hizo que sus ciudadanos tomaran las precauciones necesarias. Los tests se empezaron a hacer desde el principio de la pandemia.
Los números del país están muy por debajo de sus vecinos europeos, y hay indicios de que podrían comenzar a relajar las restricciones relativamente pronto. Actualmente, el país registra 130.072 casos de contagio y al menos 3.194 víctimas mortales. Aunque es un número elevado, es mucho más bajo que el de otros países europeos (Francia acumula casi 15.000 muertes, Italia ha sobrepasado las 20.000 y España se acerca las 18.000).
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3 de 7 Jacinda Ardern - Nueva Zelanda
Jacinda Ardern en Nueva Zelanda decretó el confinamiento de la población muy temprano y fue muy clara sobre el nivel máximo de alerta al que estaba sometiendo al país, y por qué. Impuso el autoaislamiento a las personas que entraban a Nueva Zelanda cuando solo había 6 casos en todo el país, y prohibió la entrada de extranjeros por completo poco después.
La claridad y la decisión de Ardern están salvando a Nueva Zelanda de la catátrofe de la pandemia. A día de hoy contabilizand tan solo cuatro muertes, y cuando otros países hablan de levantar las restricciones impuestas, Jacinda Ardern sigue haciendo que todos los neozelandeses que regresan al país estén en cuarentena en lugares designados para ello durante 14 días. El país tiene 1.366 casos y nueve fallecidos.
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4 de 7 Erna Solberg - Noruega
La primera ministra de Noruega, Erna Solberg, tuvo la idea innovadora de usar la televisión para hablar directamente con los niños de su país. Se trató de una conferencia en la que no se permitieron adultos. Con paciencia y calma, la premier respondió a las preguntas de los niños de todo el país, tomándose el tiempo para explicar por qué incluso estaba bien sentir miedo. El país tiene 6.605 casos y 134 muertes.
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5 de 7 Katrín Jakobsdóttir - Islandia
En Islandia, bajo el liderazgo de la primera ministra Katrín Jakobsdóttir, se están haciendo tests masivos de coronavirus a todos sus ciudadanos de manera gratuita. Con tan sólo 8 muertes y 1.711 casos, el país se está convirtiendo en un caso de estudio clave en las verdaderas tasas de propagación y mortalidad de Covid-19. La mayoría de los países tienen pruebas limitadas y sólo las están haciendo a personas con síntomas fuertes.
En Islandia la estrategia es justo la opuesta: en proporción a su población, el país ya ha examinado a cinco veces más personas que Corea del Sur, e instituyó un sistema de seguimiento exhaustivo que les permitió no tener que adoptar medidas de confinamiento de la población o cerrar las escuelas.
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6 de 7 Mette Frederiksen - Dinamarca
Dinamarca es uno de los pocos países europeos que se preparan ya para iniciar una fase de desconfinamiento. Las secciones de preescolar y primaria de sus escuelas volverán a abrir a partir del martes 15 de abril para los niños de 0 a 11 años. El país escandinavo cuenta con 6.513 casos de contaminados y 295 víctimas a causa del Covid-19, sobre un total de 5,8 millones de habitantes, según el último informe publicado por la universidad Johns Hopkins.
El país cerró sus fronteras desde el 13 de marzo, es decir tres días antes que la mayor parte de sus vecinos europeos, incluyendo a Francia, limitando de esa manera los estragos. Otro factor que permitió limitar las contaminaciones fue la rápida adopción por parte de los daneses de comportamientos de distanciamiento social, sin haber sido obligados a hacerlo por alguna autoridad. Empezaron a auto-confinarse, manteniendo a los niños en las casas y optando por el teletrabajo, tres días antes de la declaración oficial de su confinamiento
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7 de 7 Sanna Marin - Finlandia
Sanna Marin se convirtió en la jefa de Estado más joven del mundo cuando ganó las elecciones de Finlandia el pasado diciembre pasado. Una líder millenial que se ha apoyado en las redes sociales y en los influencers como agentes clave en la lucha contra la crisis del coronavirus.
Reconociendo que no todos leen la prensa, están invitando a personas influyentes de cualquier edad a difundir información veraz, basada en hechos sobre el manejo de la pandemia. Los resultados están a la vista: 59 muertes a mediados de abril y 3.064 casos.
Taiwán, Nueva Zelanda, Islandia, Noruega, Finlandia o Dinamarca. Son algunos de los países que mejor están luchando contra la pandemia del coronavirus y tienen algo en común: están liderados por mujeres. El manejo adecuado de los datos, la prontitud en la toma de las primeras medidas, el buen uso de las nuevas tecnologías, la transparencia y la empatía, son las armas que, según la revista Forbes, han usado estas mujeres para combatir, con éxito, la pandemia.
Cuando líderes mundiales como Donald Trump o Jair Bolsonaro han demostrado no estar a la altura de este desafío, ellas emergen con nuevas maneras de ejercer el poder, nuevas formas de crecerse ante los retos y una nueva forma de hacer política.