Tras el cierre de los colegios por la pandemia del coronavirus, con millones de niños y adolescentes confinados en sus casas, sin poder salir, ha crecido la preocupación por la utilización de internet y las redes sociales. Organizaciones como Save the Children alertan del riesgo de sufrir mayor violencia online debido a su sobreexposición a internet durante el confinamiento. Entre los tipos de violencias está el sexting sin consentimiento, el ciberacoso, la incitación a cometer conductas dañinas o la exposición involuntaria a material sexual o violento.
En España, el uso de las redes sociales ha aumentado un 55% en tres semanas, mientras que el consumo de internet ha aumentado un 75% respecto a hace un año, según el último estudio de Comscore. "En esta situación de aislamiento es más importante que nunca promover las buenas prácticas de un uso saludable y responsable de internet y no olvidar que el riesgo digital no desaparece sino todo lo contrario”, señala Catalina Perazzo, directora de Políticas de Infancia de Save the Children.
El aburrimiento y la falta de educación digital pueden hacer que niños y niñas naveguen más horas por internet y se arriesguen más a la hora de contactar y conocer gente a través de las redes. Entre las principales formas de violencia online está el online grooming, en la que un adulto, con la intención de involucrar a un niño o niña en una actividad de naturaleza sexual, contacta con él a través de internet generando un clima de confianza, mediante sobornos o engaños.
El ciberacoso es otro de los comportamientos más denunciados, y consiste en una extensión del acoso tradicional entre menores de edad, con comportamientos repetitivos de hostigamiento, intimidación y exclusión social. Su alcance es mayor debido a la viralización que pueden tener las imágenes del acoso.
El sexting sin consentimiento es otro de los peligros. Lejos de sus parejas, los adolescentes intercambian mensajes o imágenes propiascon contenido sexual. Cuando este material se difunde sin el consentimiento del menor de edad, nos encontramos ante una forma de violencia.
Además, Save the Children señala que hay que estar atento a la violencia online en la pareja o expareja, habitualmente marcada por la desigualdad de género, con comportamientos que pretenden controlar, menoscabar o causar daño.
Más de 2200 denuncias
En 2018 se interpusieron 2286 denuncias por delitos cibernéticos que tenían como víctima a un o a una niña. En el informe Violencia viral, Save the Children recoge que el 75% de jóvenes entrevistados ha sufrido violencia en la red durante su infancia.
La incitación a conductas dañinas (plataformas que promocionan comportamientos como la autolesión o los trastornos alimenticios) y la exposición involuntaria a material sexual y/o violento (al realizar búsquedas en internet o descargar archivos aparece con material no apropiado), son riesgos más altos en periodo de confinamiento por el simple hecho de que pueden pasar más horas en conexión.
Save the Children apunta también los riesgos que conlleva el sharenting, esto es, el hábito de familiares y cuidadores de compartir fotos o vídeos de los niños o niñas de manera continuada en las redes o por whatsapp, una costumbre a priori inofensiva que crea una huella digital e impide a los menores controlar su propia presencia en internet. Además, esta práctica expone a los niños y niñas ante ciberdelincuentes que pueden tomar el material para usos indeseados.
Por ello, la ONG ha solicitado al Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 -en coordinación con el Ministerio del Interior y de Igualdad y con las Comunidades Autónomas en las competencias que les correspondan-, que ofrezcan recursos y herramientas a niños, niñas y adolescentes para prevenir situaciones de riesgo y de violencia online y que sean creados mecanismos de detección y denuncia a través de canales adaptados a la situación de confinamiento y al lenguaje, edad y madurez de los niños, niñas y adolescentes.
La organización pide a las familias que en lugar de prohibir el uso de las tecnologías a los niños, niñas y adolescentes, les eduquen y acompañen ahora más que nunca en un uso seguro y responsable, reforzando la prevención de situaciones de riesgo y desarrollando una actitud sana ante internet y las redes sociales.
A su vez, Save the Children pide ser comprensivos, especialmente con los y las adolescentes, que utilizarán más internet para mantener el contacto. Y por último, les aconseja aprovechar alternativas para el ocio en familia y evitar la sobreinformación a través de internet y con ello la ansiedad, miedo y preocupación que puede generar en los menores.