Los expertos ya habían avisado: el periodo de confinamiento sería una prueba de fuego para muchas parejas. Confinados, sin poder salir de casa, juntos las 24 horas del día y muchos de ellos con niños que atender, la cuarentena se presentaba como un reto para muchos matrimonios. La angustia, la incertidumbre y el estrés vividos completaban un escenario desfavorable y que se ha materializado estos días, con un aumento de las consultas legales para divorciarse.
La Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA) así lo confirma, señalando un repunte en las peticiones de este tipo. "Está pasando lo mismo que suele ocurrir después de vacaciones. Después de un periodo de tiempo de mayor convivencia suelen dispararse los divorcios", explica Inmaculada Marín, portavoz de la AEAFA. “La gente lleva dos meses sin salir de casa, con estrés, cuidando de los niños, sin poder delegar… es una situación de mucho desgaste”.
Lo mismo había pasado en China, cuando tras el periodo de reclusión obligatorio por el coronavirus, un número récord de solicitudes de divorcio invadió la ciudad china de Xi'an. A inicios de marzo las oficinas se vieron colapsadas por solicitudes de divorcios. Sin embargo, allí un divorcio puede tramitarse en cerca de 40 minutos, algo que fomenta las decisiones en caliente y que no pasa en España.
"Hemos tenido más consultas pero, desde que se pide la información hasta que se tramita todo, hay un periodo de tiempo que tiene que pasar", señala Marín. En su despacho las consultas de este tipo "se han multiplicado por 2,5, más o menos". Sin embargo, la abogada es optimista: "Llama mucha gente pero soy positiva y creo que cuando se termine esto y se tranquilice todo, muchos no seguirán adelante”, explica.
Pensiones alimenticias y custodias
Estos días, a los despacho de los abogados de familia llegan también muchas preguntas sobre las pensiones de alimentos y las custodias. Los ERTE y la crisis económica han hecho mella y muchos piden bajar la pensión alimenticia porque no pueden seguir asumiendo los costes. "Hay muchísima gente pidiendo una rebaja y una modificación temporal en las condiciones de las pensiones porque su nivel de ingreso se ha visto modificado y no pueden seguir pagando lo mismo", explica la letrada.
Igualmente han aumentado los procesos para solicitar una compensación de tiempo por parte de padres y madres divorciados que no han podido disfrutar de la compañía de sus hijos debido al confinamiento impuesto por el estado de alarma. "Ahora mismo hay padres y madres que han estado sin ver a sus hijos durante dos meses y quieren la compensación de ese tiempo", destaca.
Otros, que de alguna manera han sufrido algún abuso de poder por parte del otro progenitor, se están planteando pedir un cambio en el régimen de custodia. "Hay personas que han visto como la otra parte no dejaba que su hijo le llamara, o que de alguna manera han abusado del régimen de custodia, por lo que lo que van a pedir ahora es un cambio de sistema".
Además, los criterios no son uniformes de una provincia a otra y, durante el estado de alarma, cada región se rigió por sus propias directrices, por lo que no hay un criterio uniforme que se pueda establecer ahora. "Unas suspendieron la custodia compartida, otras no, unas suspendieron las visitas un tiempo, otras no… hay que ir caso por caso", analiza.
Ante el aluvión de peticiones, la portavoz de AEAFA predice un colapso del sistema judicial. La asociación recuerda que el decreto ley 16/2020 prevé una agilización de los procedimientos, dando carácter de urgencia a la revisión de las medidas definitivas sobre cargas del matrimonio y pensiones económicas entre cónyuges y de alimentos a los hijos cuando cambian las circunstancias económicas.
Sin embargo, denuncia la asociación, no basta con dar a un procedimiento carácter de urgencia, hay que dotar el sistema de los medios necesarios para que pueda tramitar ese procedimiento con la celeridad necesaria. La letrada pone en duda que el decreto sirva realmente para evitar el colapso, "ante la escasez de medios del sistema judicial".
En este sentido, y para evitar los previsibles cuellos de botella, los abogados están recomendando que se llegue a un acuerdo entre las partes. "Siempre que sea posible hay que negociar y llegar a acuerdos, establecer pactos entre los padres para adaptar las pensiones de manera temporal y evitar que estas peticiones lleguen a la justicia y queden atrapadas en el colapso del sistema", declara.