Cuando pensamos en un mundo futurista, las imágenes que nos vienen a la cabeza son muchas veces apocalípticas. "Siempre nos imaginamos escenas terribles, ciudades arrasadas por el cambio climático, un mundo donde los seres humanos hemos perdido importancia por la inteligencia artificial", cuenta Mónica Chao, directiva con una larga trayectoria en políticas empresariales ligadas a la sostenibilidad.
Para combatir esta visión catastrofista y demostrar que otro mundo -mejor- es posible, Chao creó Women Action Sustainability, una plataforma que quiere fomentar el compromiso de las empresas con el medio ambiente. “Es un tema muy importante y se queda siempre en segundo plano. Y al final no llega a los consejos de administración y no se aborda con la relevancia que tiene”, lamenta.
La plataforma nació de las ideas comunes de un grupo de nueve fundadoras y del boca a boca que fue reclutando a muchas mujeres líderes que se dedicaban a la sostenibilidad. "Durante cerca de un año estuvimos haciendo un desayuno al mes, donde poníamos en común nuestras visiones y dábamos forma al proyecto".
Ahora ya son cerca de 40 líderes, unidas con el propósito de elevar las cuestiones de sostenibilidad hasta los máximos niveles de decisión en las empresas. "Nuestro principal propósito es que la sostenibilidad esté en los consejos de administración y comités de dirección, apoyada por profesionales con conocimiento y formación en la materia", explica.
La asociación se constituyó semanas antes de que toda España entrara en confinamiento por la pandemia del coronavirus, pero lo que podría parecer un obstáculo en el camino se transformó en una fuerza. "Este tiempo fue maravillosos, nos dividimos en grupos de trabajo y empezamos a profundizar en las áreas que queríamos desarrollar", cuenta Chao.
De esas semanas de trabajo salió un manifiesto con cinco líneas de actuación generales: reinventar la gobernanza, integrando la sostenibilidad en el máximo nivel de decisión; reinventar la economía, fomentando las finanzas sostenibles, impulsando la transición energética con el enfoque 3Ds+E (descarbonización, descentralización, digitalización y la electrificación); reinventar el empleo, redefiniendo las relaciones laborales en el nuevo entorno digital y sostenible y apostando por la ciencia y la formación; reinventar el territorio, con ciudades más habitables y revalorizando e impulsando el mundo rural; y construir la confianza y el optimismo.
Todas estas cuestiones encuentran eco en las inquietudes que ya estaban en la sociedad pero que la crisis del coronavirus ha sacado a la luz de manera más vehemente. "La pandemia puso de manifiesto lo importante de la calidad del aire para los que vivimos en las ciudades, el poder salir a pasear, el contacto con tus mascotas, con tus plantas. Hubo esta sensación de conectar más con la naturaleza y de cómo es importante hacer de las ciudades entornos habitables. Y los que nos dedicamos a la sostenibilidad sabemos que es posible hacerlo”, destaca la directiva.
Además, en una época que se adivina de lucha por la recuperación económica, Mónica Chao resalta que la sostenibilidad no está reñida con la riqueza. "La prioridad es la vida y sin un ambiente sano no hay vida. Podemos hacerlo y es compatible con la riqueza económica y el bienestar de las personas”.
Las ciudades pueden ser lugares donde vivir mejor, sin agredir el medio ambiente y donde todos podamos aportar nuestro granito de arena en la defensa de un entorno sostenible. "Tenemos que trabajar todos, desde la empresa, la administración pública, los medios de comunicación, para que el movimiento pueda generar un cambio. Es nuestra labor trasladar a los ciudadanos que las ciudades pueden ser mucho mejores, que podemos vivir en ciudades habitables y poner en valor las relaciones humanas”, cuenta Chao.
"A veces se nos olvida que somos parte de un ecosistema y que tenemos una posición en él. Que necesitamos que haya un aire limpio, una agua limpia, que haya alimentos… Se nos olvida que somos una pieza más, y que tenemos que cuidar de todas las piezas para que el engranaje funcione", señala.
Y en este engranaje, las mujeres, con su forma de ejercer el liderazgo, tienen un papel fundamental. "Estamos en un momento donde es necesario el talento femenino. Hacen falta más mujeres en altos niveles de dirección, con valores ligados al diálogo, a la empatía, a la generosidad y a los consensos. Estamos en un mundo que se ha liderado por los egos y es hora de preguntarse si podemos construir algo a partir de la alianza y el acuerdo”, explica.
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