La primera mujer comisaria de la unidad de la Policía Nacional adscrita a la Comunitat, Marisol Conde, ha asumido el cargo este martes con una llamada a los agentes a adaptarse a una sociedad "cada vez más cambiante, plural y diversa", afrontando los retos que deja la pandemia y redoblando los esfuerzos contra el terrorismo machista.
Cuatro meses después, en un acto previsto para el 11 de marzo, ha tomado posesión en el Palau de la Generalitat junto al 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, mandos policiales, militares e institucionales como la delegada del Gobierno, Gloria Calero, o la consellera de Interior, Gabriela Bravo, y representantes de partidos como la líder del PPCV, Isabel Bonig.
Conde, que sustituye a Álvaro Rodríguez, se ha marcado como objetivos que los valencianos conozcan y "se sientan más orgullosos de su policía" y que esta unidad nacida en 1993 pueda adaptarse a la sociedad actual y esté más cerca de las personas.
Como mujer y policía, ha hecho hincapié en la lacra de la violencia machista, con 1.055 asesinadas en España desde que se empezaron a contar en 2003, una cifra que ha llamado a combatir creando nuevas oficinas de asistencia. "Las mujeres y su entorno deben tener confianza en la legislación", ha defendido, abogando por abordar la lacra desde el ámbito educativo, sanitario y judicial.
También quiere estrechar la colaboración con otros cuerpos y seguir ayudando a los municipios en eventos multitudinarios. Pero, sobre todo, evitar la violencia que sufren niños y adolescentes y apoyar la coordinación de emergencias ante los desastres naturales que conlleva el cambio climático.
Tras jurar por "respeto, orgullo y dignidad", la comisaria se ha mostrado ilusionada y ha alabado el trabajo de las fuerzas de seguridad en un tiempo inédito por el coronavirus. Ha ensalzado la tarea policial, "de las más nobles que existen" y la ciudad donde vive, Alicante, como "la 'millor terreta del món'".
Techo de cristal
Esta leonesa, valenciana de adopción nacida en 1964, tiene más de 35 años de experiencia policial liderando unidades como la brigada de información de Gipuzkoa en los años más duros de ETA o la policía científica de Alicante. "Afortunadamente, cada vez quedan menos techos de cristal. Es tu momento, es nuestro momento", ha exclamado la delegada del Gobierno.
La Policía autonómica, compuesta por cerca de 500 agentes, tiene retos en áreas sensibles para la Comunitat como la lucha contra la violencia machista, la protección de menores o los incendios forestales. Su papel cobra relevancia en la crisis derivada de la Covid-19: "Vivimos tiempos de zozobra pero también de esperanza. No podemos bajar la guardia".
En la clausura, Ximo Puig ha celebrado que esta policía haya ganado peso en los últimos años, una unidad "joven pero ya madura", y se ha mostrado orgulloso del papel de la comisaria y del resto de "hombres y mujeres valientes". "La Comunitat ha vuelto a ser ejemplo en romper techos de cristal. Marisol nos marca el camino", ha aseverado en lo que ve como símbolo de un tiempo nuevo marcado por la igualdad.
Eso sí, ha incidido en las insuficiencias de este cuerpo a pesar del convenio sellado en 2018 con el Gobierno para reforzar su papel. Ha confiado así en que el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, atienda la petición de destinar cien efectivos más hasta unos 600, una "vieja reivindicación" de la Generalitat.
El presidente valenciano ha puesto el foco en la importancia de la seguridad tras la emergencia sanitaria y ha apuntado retos como intensificar la lucha contra la economía sumergida para que "nadie fracture la sociedad", la protección de infraestructuras contra temporales y, de nuevo, la lucha contra el terrorismo machista tras las tres mujeres asesinadas en la Comunitat en 2020.