El Ministerio de Igualdad y la Delegación contra la Violencia de Género ha presentado la macroencuesta de violencia machista que da una imagen muy dura de la situación en nuestro país: "Una de cada dos mujeres en España mayor de 16 años ha sufrido algún tipo de violencia por el hecho de ser mujer", advertía la ministra Irene Montero.
El dato es que el 57,3% de las féminas que viven en nuestro país denuncia haber sido víctima alguna vez de cualquier episodio o relación violenta "desde una mirada lasciva a una violación, violencias cotidianas que las mujeres experimentan", una de cada cinco lo ha sufrido en el último año.
"La punta del iceberg es que hay 31 mujeres muertas en lo que va de año pero hay una violencia estructural que no se contempla y que afecta a una mayoría de la población", reconoce la delegada Victoria Rosell, quien aseguraba que se trataba de un problema silenciado porque el 80% de las víctimas no denuncia.
Este encuesta, que se realiza cada cuatro años, ha contado con 9.568 encuestas presenciales y por primera vez se ha preguntado por el acoso sexual y el acoso generalizado o stalking, además de la violencia física, sexual, económica o psicológica dentro de la pareja y física o sexual fuera de ella.
Violencia sexual fuera de la pareja
Uno de los aspectos que más preocupa es la violencia sexual que sufren las mujeres fuera del ámbito de su pareja. En el caso de las violaciones, "el porcentaje de mujeres que ha sido violada por un desconocido es del 18,8%, lo que implica que la mayor parte de las violaciones son de hombres que la mujer conocía de forma previa a la agresión" y en un 59% de los casos se produjo en una vivienda, bien en la de la víctima, del agresor o de algún conocido.
"Esto significa que se están produciendo en lugares que deberían de ser seguros para la mujer", advierte Rosell para defender cómo las políticas de prevención sí pueden tener mucho trabajo en este aspecto pues la minoría de las violaciones son "por una persona individual en un descampado".
De hecho, sólo el 12% de estos dramáticos episodios se producen por más de un agresor, alejando la imagen de las manadas como el principal riesgo de violación para la mujer.
La encuesta también revela que el 40% de las víctimas de violación no denunció porque era menor de 15 años cuando ocurrió y el 36,5% porque tenía miedo que no la creyeran.
Las consecuencias para la mujer en estos casos son devastadoras: el 53% de las mujeres que han sufrido violencia sexual fuera de la pareja sufre consecuencias psicológicas, "un porcentaje que asciende al 78,9% entre las víctimas de una violación"; tienen seis veces más de probabilidades de intentar un suicidio y el 12,7% ha tenido que consumir medicamentos, alcohol o drogas para afrontar lo sucedido, llegando "al 26,6% (1 de cada 4) entre las mujeres que han sufrido una violación".
Acoso sexual
La encuesta ha preguntado en este apartado "por una serie de comportamientos no deseados y con una connotación sexual: miradas insistentes o lascivas, contacto físico no deseado, exhibicionismo, envío de imágenes o fotos sexualmente explícitas que le hayan hecho sentirse ofendida, humillada, o intimidada a la mujer, por citar algunos ejemplos".
Más de un 40% de las mujeres que viven en España ha sufrido algún episodio de acoso sexual, un 18,5% cuando era menor de 15 años. El porcentaje llega al 60% (dos de cada tres) si hablamos de chicas entre 16 y 25 años.
"Las mujeres jóvenes sufren más violencia y también tienen más consciencia de ese acoso y cuentan lo sucedido en mayor medida", ha destacado la delegada contra la Violencia de Género en la presentación de estos datos.
Otro de los datos preocupantes sobre este tipo de acoso es que tres de cada cuatro víctimas (75,2%) afirman que no fue sólo un episodio sino que ocurrió más de una vez. "No son episodios aislados. Hablamos de relaciones de violencia por su frecuencia y combinación. La mayoría de mujeres las ha sufrido más de una vez y forma parte de su vida cotidiana", denuncia Montero.
Violencia en la pareja
Casi un 35% de las españolas ha sufrido o sufre violencia física o sexual dentro de la pareja, y por supuesto psicológica, que viene siempre acompañada de algunos de los dos tipos anteriores.
Este año, la macroencuesta ha incluido también la violencia económica, como uno de los tipo de acoso que sufren las mujeres en estas situaciones.
Los datos reflejan que las mujeres denuncian más la violencia física o sexual cuando es de una expareja que cuando el agresor es su pareja actual. Hasta tres veces más. Todavía hay pocas denuncias por violencia emocional.
Tanto Rosell como Montero han destacado que denunciar estos casos en algún servicio formal "incrementa las posibilidades de acabar con la relación violenta": casi un 82% de las denunciantes rompieron con su agresor frente al 49% que no acudió a ningún servicio de ayuda.
Las consecuencias de esta lacra para la salud y la situación vital de la mujer son gravísimas: el 46,6% de las mujeres que han sufrido violencia física o sexual han tenido lesiones como consecuencia de estas agresiones y el 70% ha tenido que lidiar con consecuencias psicológicas.
Menores afectados
Irente Montero y Victoria Rosell se han mostrado muy preocupadas por los efectos que esta violencia estructural tiene en los menores. El 89,6% de las mujeres que han sufrido violencia física, sexual o emocional y tenía hijos en el momento en el que se produjeron los episodios de violencia, reconocen que eran menores de edad y que presenciaron o escucharon los episodios.
Además, en el 51,7% de los casos, los menores también sufrieron violencia a manos del agresor de la madre.
"Somos un país feminista y nos queremos vivas y libres. Por eso, tenemos que hacer sentir a las mujeres que todas las instituciones las creen y poner todos sus recursos para erradicar las violencias machistas", ha concluido Montero.