Las estadísticas aseguran que muchos de los delitos contra la mujer se producen en lugares considerados seguros por ella y eso es precisamente lo que que le ocurrió a esta mujer, guardia civil de profesión, destinada en Segovia, hace un año en Asturias.
Estaba en el Hospital Valle del Nalón, cuidando de su madre, cuando el hombre que acompañaba a la enferma con quien compartía habitación y que estaba sentado al lado del sillón donde ella dormía, le metió la mano por debajo de la manta y empezó a realizar tocamientos en la zona vaginal.
La víctima se despertó de repente y le preguntó que qué estaba haciendo quitándole la mano con fuerza. El ahora condenado se marchó de la habitación rápidamente. La agente de la guardia civil reconoce a MagasIN que, pese a su profesión se quedó en shock, paralizada, pero insiste en que hay que denunciar todos estos episodios siempre.
En cuanto pudo reaccionar, lo puso en conocimiento del Hospital, pero no había un protocolo de atención que se pudiera poner en marcha en ese momento contra este tipo de abusos. En cuanto llegó un familiar a relevarla, llamó al 091 y fue a poner la denuncia a la Comisaría de la Policía Nacional de La Felguera (Langreo), donde identificó sin ninguna duda al agresor, que fue detenido y puesto a disposición judicial.
En el juicio, celebrado en el Juzgado de Langreo, la Fiscalía ya había solicitado una condena de dos años de prisión para el hombre de 53 años por un delito de abuso sexual, además de la prohibición de acercarse a la víctima, a su domicilio y el lugar de trabajo a menos de 200 metros, así como de comunicarse con ella por cualquier medio durante 3 años y, en concepto de responsabilidad civil, una indemnización de 2.000 euros.
En la sentencia, el magistrado ha considerado esta petición y ha condenado al acusado a un año de prisión por el delito de abuso sexual, al abono de costas incluidas las de la acusación particular, y a que indemnice a la guardia civil por daños morales. La sentencia aún no es firme y puede ser recurrida.
El Ministerio de Igualdad presentó una encuesta el pasado 10 de septiembre en el que aseguraba que una de cada dos mujeres que viven en España ha sufrido algún tipo de abuso por su condición de mujer. También destacaron que más de un 40% ha sufrido algún episodio de acoso sexual, siendo especialmente grave entre las menores de 15 años.