La jueza vallisoletana María Luisa Segoviano Astaburuaga (70 años) se ha convertido en la primera mujer en ocupar la presidencia de una sala del Tribunal Supremo, en su caso la de Lo Social, desde su creación en 1812 en las Cortes de Cádiz. Ha sido elegida con el voto 19 de los 21 miembros del Pleno. Los vocales Álvaro Cuesta y Concepción Sáez han votado en blanco.
"Estoy muy contenta. La verdad es que estoy muy contenta. Es muy importante que llegue una mujer a la Presidencia de una sala del Tribunal Supremo, algo que en los más de 200 años de historia del Tribunal nunca había sucedido", asegura a MagasIN desde su despacho.
Segoviano lleva en el Supremo desde el año 2006, siempre en la sala que ahora va a presidir, donde ha demostrado una decisiva sensibilidad hacia temas que discriminaban a las mujeres. Y desde allí recuerda la importancia de que ahora ascienda a la Presidencia: "Como siempre se ha dicho es la hora de las mujeres y hay que saber estar en el sitio adecuado para conseguir la plaza que merece la pena y ésta lo merece de verdad".
Hija de un juez y de una abogada, hermana de profesionales jurídicos varios, la suya es una carrera por vocación, por tradición y casi por ADN desde que ingresara como magistrada en 1987.
Su apariencia y su forma de ser, rompedora, activa, independiente y muy cercana a la calle, le recuerda cada día qué es lo mejor de estar en una sala: "Alcanzar tu ideal de Justicia".
En el momento más importante de su carrera tiene claro de quién se acuerda: "Ahora me acuerdo mucho de mis padres, que hubieran disfrutado mucho si me hubieran visto. Ya no viven. A mi padre le hubiera encantado. Y mi madre era licenciada en Derecho y también le hubiera hecho mucha ilusión", asegura emocionada.
Su madre también fue una mujer rompedora que acudía a la Facultad de Derecho cuando sólo poquísimas mujeres lo hacían: "Me contaba que en clase estaban ella y otra compañera. Las chicas entonces no estudiaban y ahora ha cambiado todo mucho".
Esta experta magistrada es testigo precisamente de que los cambios son lentos, pero llegan: "Las cosas no se consiguen en un sólo día, todo tiene que ser paulatino, poco a poco... ganando terreno y, como dicen en el fútbol, partido a partido".
"Costó mucho que las mujeres accedieran al Tribunal Supremo y ya tenía que producirse porque en la carrera judicial había tal cantidad de mujeres que tenían todos los requisitos de antigüedad, de buen hacer, de una trayectoria profesional brillante que tenían que empezar a acceder".
Segoviano recuerda que la primera mujer que llegó al Supremo, Milagros Calvo, también fue a la Sala IV, la suya; y que el Tribunal se ha ido abriendo poco a poco cada vez a más magistradas. Ahora hay mujeres en todas las salas, "somos 16".
Aunque su primer destino fue un Juzgado de Primera Instancia de Bilbao, enseguida recayó en un de Lo Social y ha convertido estos temas en su especialidad. Fue presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León entre 1997 y 2002 y presidenta de la Sala de lo Social del mismo Tribunal Superior entre ese año y 2006, cuando fue nombrada magistrada del Tribunal Supremo.
Una de sus últimas sentencias en contra de esta discriminación de género fue cuando declaró la obligatoriedad de que los meses pasados en los Servicios Sociales obligatorios de la Sección Femenina contaran para las mujeres de cara a su jubilación, igual que lo hacía la mili para los hombres.
Esta experimentada magistrada tiene claro que Lo Social es una de las salas donde más cosas se pueden cambiar y donde más personas pueden necesitar de sus decisiones. "Viene de muy antiguo el no tener en especial consideración a la jurisdicción social, cuando sólo por el número de personas y los temas de los que se ocupa es crucial y vital. Se ocupa de los trabajadores y de la Seguridad Social, dos temas trascendentales".
Experimentada carrera
Es autora de obras como 'Derecho Social de la Unión Europea', 'Principios esenciales de Derecho del Trabajo', 'El principio de igualdad de trato en materia salarial en el ámbito de las Administraciones Públicas', 'La responsabilidad en la Seguridad Social' o 'Igualdad en el mundo del trabajo y en la empresa', ha publicado también numerosos artículos doctrinales.
También ocupa cargos de relevancia como ser la presidenta de la Academia de Legislación y Jurisprudencia de Valladolid desde 2016, académica de honor de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España desde 2018 y académica honoraria Academia de Jurisprudencia y Legislación de Extremadura desde 2019.
Además, su elección supone también que, a partir de ahora, la Sala de Gobierno del alto tribunal contará con dos mujeres entre sus integrantes: la presidenta de la Sala Cuarta como miembro nato y la magistrada de la Sala Segunda Susana Polo García, que obtuvo un puesto en las últimas elecciones a este órgano, celebradas el 26 de noviembre de 2019.