Las elecciones en Bolivia celebradas el pasado domingo han sido las más complejas de su historia democrática por la crisis del coronavirus, pero también por ser las primeras después de que Evo Morales se refugiase en Argentina tras las acusaciones de fraude electoral por los comicios de 2019.
A pesar de las polémicas y los disturbios del año pasado, el Luis Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), al que pertenece Morales, ha ganado con una amplia mayoría. Pero Arce no ha sido el único ganador de estas elecciones. Una mujer menos conocida ha sido la otra gran vencedora de los comicios: en un año ha pasado de ser acosada por grupos violentos durante las fuertes protestas a convertirse en senadora electa del país.
Patricia Arce Guzmán era alcaldesa del municipio de Vinto en Cochabamba por MAS cuando, el seis de noviembre del año pasado, sufrió un linchamiento público. Un importante grupo de manifestantes la sacó por la fuerza del edificio municipal y la arrastró por la calle en medio de la turba.
Arce fue obligada a andar descalza más de siete kilómetros, agredida, le raparon el pelo (un acto cuyo único propósito era humillarla) y le tiraron pintura roja por todo el cuerpo. Tras varias horas de infierno, la alcaldesa fue rescatada por las autoridades y llevada al hospital, donde se recuperó de las heridas, provocadas también por las agresiones.
"Estoy con un tratamiento de los riñones por lo que me han golpeado. Siguen los dolores del cuerpo, pero le digo: habrán podido raparme el pelo, habrán podido golpearme, pero mis ideas siguen intactas y voy a seguir defendiendo este proceso", declaró la que fuera alcaldesa, a Actualidad RT, días después del ataque.
Ya entonces, rechazó la idea de dimitir porque sería "una cobardía" y supondría "traicionar a mi pueblo que ha confiado en mí".
Las presiones contra Arce continuaron y en abril, ella y sus cinco hijos fueron acusados de haber organizado una fiesta y consumir bebidas alcohólicas durante la cuarentena obligatoria por la pandemia del coronavirus. Tras dar negativo en las pruebas de alcoholemia que le hicieron, denunció que la detención se trató de "persecución política" en su contra.
En unos meses todo ha cambiado para la exalcaldesa, que ahora ocupará un puesto en el Senado del país tras recibir el respaldo de los votantes del país. "Con trabajo, humildad y con el apoyo del pueblo boliviano, recuperamos nuestro país, para todas y todos con unidad y Valentía. Quiero agradecer a las y los hermanos que confiaron en este proyecto que va a recuperar el estado luego de este Golpe de Estado, muchas gracias", manifestó en su cuenta en Twitter.