La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha indicado que "la política no para" mientras se está de permiso por maternidad, en relación a la expulsión de Teresa Rodríguez del grupo parlamentario Adelante Andalucía cuando estaba ausente por su reciente maternidad.
Lejos de defender que ese tiempo debería ser un impás en la vida laboral de las mujeres, como se pide desde todas las asociaciones de mujeres para evitar discriminaciones en el trabajo por haber tenido un hijo, Montero ha asegurado que ella también ha pasado por lo mismo. Además, ha calificado de "bochornoso" que Rodríguez se compare con "una mujer trabajadora despedida" ya que mantiene su sueldo de diputada a pesar de la expulsión.
"Yo he tenido dos embarazos muy seguidos y siempre asumiendo responsabilidades políticas. (...) La política no para mientras estamos de permiso, piense en lo que yo viví en los dos permisos de maternidad", ha subrayado en una entrevista en RNE.
La respuesta de Teresa Rodríguez no se ha hecho esperar: "No me esperaba eso" de una ministra de Igualdad.
La diputada andaluza ha asegurado que "pensaba que la "sororidad" era una línea roja, un consenso incuestionable entre las que nos llamamos feministas, una solidaridad de género que va más allá de nuestras posiciones políticas, pero no".
Y ha querido dejar claro de que "tengo la tranquilidad de haber apoyado a Irene Montero siempre que la han atacado desde el Patriarcado y lo seguiré haciendo, no por ella sino por mí y por mis hijas y por las hijas de todas".
"Muy triste"
Irene Montero lo único que ha hecho es considerar "muy triste" que la situación de diferencias en el seno de Adelante Andalucía no se haya frenado cuando Teresa Rodríguez estaba de permiso.
Preguntada por la opción de haber esperado a que Rodríguez se incorporara tras el permiso para solicitar su expulsión, Montero ha explicado que las dos partes "no han visto posibilidad de desescalar el conflicto mientras Teresa estaba asumiendo su permiso de maternidad".
"Esto es algo que como bien sabe y reivindica Teresa forma parte de la autonomía de las organizaciones, tanto de Unidas Podemos como del espacio que ha creado Teresa en el ámbito andaluz, que son ellas las que toman esas decisiones", ha sostenido Montero.
"Me remito a lo que digan las compañeras de Unidas Podemos en Andalucía porque es el ámbito en el que se han tomado las decisiones", ha añadido.
Teresa Rodríguez siempre ha sido muy beligerante con la necesidad de que se respete el permiso tanto maternal como paternal para garantizar los derechos de la mujer. De hecho, hace unas semanas escribió una carta en la que denunciaba las críticas a su pareja, el alcalde de Cádiz, por tomarse la baja por paternidad, alegando que es el derecho del padre a hacerse cargos de sus hijas a la par que su madre.
Montero: "Es bochornoso"
Ante las declaraciones de Rodríguez y un mensaje en Twitter, Montero ha utilizado este red social para responder a la ya exemiembro de Adelante Andalucía.
"Teresa, no te han despedido. Sigues siendo diputada y cobras todo tu salario de política aunque te hayas ido del partido que te llevó a las instituciones. Que te compares con una trabajadora precaria despedida es bochornoso. Nuestro adversario es el machismo: combatámoslo juntas", ha escrito.
¿La empresa como la política?
La lucha durante estos años para exigir un permiso de paternidad igual que el permiso de maternidad, que ha defendido Unidas Podemos hasta la saciedad, es que tener un hijo colocaba a las mujeres en una situación complicada a nivel laboral puesto que, sí o sí, tenían que ausentarse unos meses. Sin embargo, con el doble permiso, se normalizaba la situación.
Unidas Podemos e Irene Montero siempre han defendido que había que blindar a las mujeres para que las empresas no puedan aprovechar estos meses para despedirlas, dejar de promocionarlas o relegarlas y cortar su proyección en el trabajo.
La justificación de que "la política no para" puede ser perfectamente aplicable a que las empresas entiendan que su trabajo tampoco para y decidan expulsar a sus trabajadoras durante esos meses. Lo que se está viendo ya los colectivos feministas como un ataque a una de las luchas principales de las mujeres.