El debate sobre separar, o no, la obra del artista es una constante en el feminismo, que se traslada a todos los ámbitos. La futbolista Paula Dapena, que de forma completamente inesperada se ha convertido en noticia por haber rechazado participar en un homenaje al fallecido Diego Armando Maradona, lo tiene claro: "Para ser jugador, hay que ser primero persona y tener unos valores más allá de las habilidades deportivas".
El pasado sábado 28 de noviembre, Paula Dapena, jugadora del Viajes InterRías F. F., equipo de Primera Nacional, disputó en Abengogo un amistoso frente al Deportivo Abanca. Antes de iniciar el partido, y como se ha venido haciendo en todos los encuentros futbolísticos desde que se conoció la noticia de la muerte del astro argentino, las jugadoras y los técnicos se dispusieron a guardar un minuto de silencio como recuerdo al jugador.
A diferencia de sus compañeras, Paula se sentó dando la espalda a la árbitra para dejar claro que no estaba de acuerdo con el tributo. La imagen rápidamente se viralizó, y la jugadora pontevedresa hizo sombra al homenajeado, al ídolo de masas y deportista endiosado por miles de personas. Paula no necesitó hacer ruido, ni recurrir al insulto o a las redes sociales para mostrar su rechazo.
Su gesto silencioso, que improvisó al saltar al campo, fue más que suficiente para defender sus convicciones. La deportista ve injusto que se guarde un minuto de silencio por un hombre acusado en varias ocasiones de agredir a sus parejas, e incluso de tener sexo con menores, y no por las víctimas de la violencia machista a las que se conmemoraba esa semana, paradójicamente el mismo día de la muerte del futbolista.
"Me enteré del minuto de silencio cuando iba de camino a coger el autobús. Una compañera mencionó que la Federación había sacado un comunicado al respecto. Yo medité qué podía hacer, y eso fue lo que me salió", ha explicado. “Hace nada se celebró el 25-N, y por las mujeres víctimas de la violencia machista no se ha hecho nada en los partidos. ¿Por qué tengo que guardar un minuto por un putero y maltratador y no por esas víctimas?”.
"El deporte más machista"
Graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Vigo, Paula, de 24 años, lleva el fútbol en las venas y juega desde que tiene memoria. Su abuelo, y uno de sus mayores referentes tanto en lo deportivo como lo personal, es Eduardo Dapena, conocido como 'Cholo', jugador y capitán del Pontevedra hace más de 50 años, "cuando el equipo estaba en Primera División".
Pero su amor por el fútbol no le impide afirmar que es "el deporte más machista de todos", un machismo que ha sufrido en sus propias carnes desde que era pequeña. "Empecé a jugar con niños a los cinco años y muchos de ellos, e incluso muchos padres, no se tomaban bien que yo fuese por delante suya. Era como: '¿Qué hace jugando por delante de mi hijo, que es un niño? Las niñas no deberían jugar'".
La discriminación continuó con los años, pasando a insultos como 'macholo' o 'lesbiana'. Eso sí, por suerte fueron desapareciendo los típicos comentarios casposos de: 'A fregar' o 'vete a la cocina'. "No sé si es porque al ascender de categorías y al cobrar entradas esa gente ya no quiere pagar para entrar al partido, o es que están desapareciendo de verdad. Sea como sea, el fútbol es machista y hay que seguir luchando para cambiarlo", cuenta a MagasIN.
Con estas experiencias a la espalda, hace años que se empezó a informar sobre feminismo, aunque aclaró aún más sus ideas durante la pasada cuarentena. "Como tenía más tiempo estuve escuchando a compañeras como Laura Redondo, Paula Fraga, las Towanda Rebels, que ahora mismo son iconos feministas en España. Mediante sus directos y sus charlas aprendí mogollón".
Esto hizo que quisiera "formar parte de esta lucha de una forma un poco más activa", algo que pretende hacer más allá del campo: desde las aulas. Para ello, compagina su carrera como futbolista con el estudio del máster de docencia. En un futuro espera trabajar dando clases de Educación Física y "aportando y educando siempre en igualdad y coeducación". "Hay que educar desde pequeños. Yo daría clases en instituto, no antes, pero creo que son unas edades muy importantes para concienciar, y ojalá cuando me dedique a ello pueda hacer algo".
Amenazas y acoso
Por el momento, su gesto en el campo ha vuelto a poner el foco sobre la indulgencia con la que muchas veces se trata a las estrellas, y ha generado un revuelo que incluso ha llegado a medios internacionales, que ven como una sola mujer se ha rebelado contra el homenaje del mismísimo Maradona.
Aunque habla de forma pausada y firme, Paula no tiene reparo en admitir el "agobio" que siente por todo lo que está ocurriendo, ya que incluso ha recibido amenazas de muerte de fanáticos del jugador argentino.
"De las amenazas realmente paso, les hago captura y si puedo denunciar de alguna forma, lo haré. Lo que me da rabia es que también estén acosando y amenazando a mis compañeras cuando no tienen nada que ver en el gesto". Incluso ha tenido que cerrarse las redes sociales porque en Instagram y Twitter tiene "más de mil o dos mil solicitudes solo con amenazas".
Esos mensajes no hacen que se amedrente y asegura convencida que "volvería a hacerlo" ya que "guardar ese minuto de silencio iría en contra de todo lo que pienso, mis ideales, y me sentiría bastante incómoda realizándolo". "Me quedo con los mensajes positivos de apoyo y de cariño que me dan las compañeras por redes sociales", sentencia.