Entre los artículos para disfrutar del sexo de otra manera, cada vez se popularizan más los geles sexuales o lubricantes. Los hay de sabores, efecto calor, relajantes, estimulantes... Una amplia gama para añadir más diversión a la relación. Sin embargo, Alicia Zurita encuentra el formato tradicional aparatoso y "nada sexy", por lo que decidió crear su propia gama de geles ecológicos y dirigidos a mujeres. Así nació Lubets, los geles sexuales de un solo uso 'Made in Spain' que han venido para revolucionar el mercado.
Alicia Zurita (48 años) es una "emprendedora en serie" que ha montado cinco exitosas empresas en diferentes sectores y lleva 20 años trabajando en el ámbito de los productos eróticos. Con su última creación, Lubets, pretende normalizar el uso lúdico de geles por parte de las mujeres y 'desterrar' la idea de que solo se aplican cuando hay una patología, como puede ser la sequedad vaginal.
"El posicionamiento que hay en el mercado es el típico bote, que es una imagen más juvenil y un poco más masculina, y en el otro extremo la pomada, que te dice que tienes una patología. Entre medias yo vi que había un hueco desatendido por las grandes marcas. Unas se dejan la parte lúdica y otras la calidad, ahí es donde entramos nosotros", explica a MagasIN.
La idea de que sea de un solo uso y fácilmente transportable le viene por su propia experiencia, y es que Zurita considera que los botes tradicionales "son anticlímax total".
"Ya me gustan las monodosis de por sí, pero en esta línea de lubricantes íntimos es que me parece fundamental. Un bote es anticlímax, seguido de que es engorroso, antihigiénico y se oxida a no ser que la utilices todos los días. Tienes un bote a granel lleno, medio vacío, ya apurando... Es algo poco sexy. E imagínate que no estás siempre con la misma pareja...".
Por esa razón apostó por un formato monodosis discreto y que permite aplicarlo con una sola mano. Tiene para todos los gustos: un gel con base de aceite y aroma a granada, otro con base de agua y aroma de pomelo blanco... Y destaca, sobre todo, el lubricante potenciador del orgasmo femenino -hecho con un 88% de ingredientes naturales y un 80% ecológico-.
Pero no solo los ingredientes son ecológicos, Zurita destaca que el formato monodosis supone un mayor ahorro energético que los botes de gel clásicos. "A mí me gusta mucho todo el tema de ecología y medio ambiente y de esta forma se utiliza mucho menos material y el proceso de fabricación tiene muchísimo menos impacto energético".
Para regalar
Apasionada del marketing, Zurita tenía claro que el diseño de Lubets tenía que "romper los códigos de comunicación tradicionales", ser fresco, divertido, para todas las edades. En definitiva, "que comprar un lubricante sea cool". "Una de las características que yo siempre he pensado de este tipo de productos es que pudiese ser un regalo. Porque claro, tú no vas a regalar un bote ni una pomada".
Y está claro que tenía razón, con la llegada de la Navidad y la típica tradición del "amigo invisible" están recibiendo muchísimos pedidos por internet para hacer un regalo original y algo picante a amigos y parejas.
Sin embargo, Zurita siempre apuesta más por el comercio offline y asegura que, aunque han tardado un poco más de lo esperado, dentro de poco veremos los Lubets en gasolineras, farmacias y grandes establecimientos. "Lo que pasó fue que me cerraron la promoción justo la semana que se decretó el estado de alarma y claro, se me paró en seco".
Pero las ventas online han sido un buen primer paso para ver la aceptación del producto que "está funcionando muy bien". "Las reviews que vamos teniendo de todas las influencers son muy buenas y todo el mundo habla fenomenal del producto", afirma satisfecha.
Del software al lubricante
Estudiante empedernida, Zurita nunca ha rechazado un reto y emprendió en una gran variedad de negocios antes de crear Lubets. "Mi primera empresa la monté con 20 años y no tenía nada que ver con todo esto: era en el mundo del software. Con 24 años o así, invirtieron 87 millones de pesetas en ella. Tuve un comité increíble de expertos, estrategas y financieros y aprendí muchísimo. Para mí fue un máster, pero yo no quería estar en ese mundo".
Por cosas de la vida "algo cayó en sus manos" y vio que no le representaba, "ni a mí ni a mis amigas". "Dije: esto hay que cambiarlo". Así, en 2005 montó Late Chocolate, una empresa en la que desarrolló una gama de lencería, vibradores y cosmética íntima. Le gustó el negocio y, aunque vendió rápido su participación en Late Chocolate, siguió emprendiendo en un sector que cada vez más normalizado y que llega a más sectores de la sociedad.
En el camino descubrió una marca japonesa de masturbadores masculinos y se plantó en Tokio para presentarles un plan de negocio y llevar los famosos huevos Tenga a Europa. "En febrero-marzo del 2009 tenía una exclusividad para toda Europa, posicioné la marca muy rápido y en un año ya estábamos en casi todas las tiendas eróticas especializadas. Fue un exitazo la verdad".
Después de cinco años se acabó el contrato con los japoneses y, como había hecho muchos experimentos, decidió que era el momento de apostar por Lubets, un producto que rompe tabús "para abrir la ventana a nuevo mundo de autoconocimiento y experimentación".