Melanie Bassett, una mujer británica de 32 años que vive en Waterlooville, Hampshire, al sur de Londres, descubrió que tenía dos úteros cuando dio a luz en 2016 a su primera hija, Phoebe. Blake, que ahora tiene un añito, fue el segundo en unirse a la familia inglesa, cuyo padre es Ben, un electricista.
Pero este 2020 les ha brindado una triple sorpresa: Melanie ha tenido trillizos, a quienes han llamado Brooke, Isabelle y Beau. Los dos primeros son gemelos, y lo más asombroso es que ambos se han desarrollado en uno de los úteros, mientras que su hermano pequeño en el otro. Es la primera vez en Reino Unido que se registra un caso así, y solo se conocen otros cuatro en todo el mundo.
Las probabilidades de que una mujer con útero doble o didelfo engendre a gemelos son de una entre un millón. "Cuando los médicos nos lo dijeron, fue una locura, pero no lo cambiaría por nada", ha asegurado Melanie a la prensa británica.
El parto por cesárea, como también habían nacido Phoebe y Blake, se registró a finales de enero. La extraña malformación congénita del útero doble no dificulta las posibilidades de una mujer de quedarse embarazada, pero incrementa el riesgo de aborto espontáneo o de parto prematuro.
Debido a sus condiciones especiales, Melanie fue sometida a una exploración temprana a las ocho semanas de embarazo donde le dijeron que había dos latidos. Cuatro más tarde, una nueva ecografía reveló a la pareja que estaban esperando trillizos, que milagrosamente crecían en úteros separados.
El principal temor fue que los trillizos pudieran desarrollar el síndrome de transfusión gemelo a gemelo (TTTS, por sus siglas en inglés), una rara condición de embarazo en la que varios fetos comparten la misma placenta. Melanie alternó viajes entre los hospitales de Portsmouth y Southampton, con otras tres visitas al Hospital St George en Londres.
"He tenido los mismos antojos que durante los otros dos embarazos. Solo ansiaba los dulces de gelatina, particularmente Haribo. Me sentía enorme, muy incómoda día y noche, extremadamente cansada, ¡pero tenía que seguir adelante con Phoebe y Blake!", ha señalado la británica, que está deseando ver la reacción de sus hijos e hijas a esta Navidad tan atípica.