Yoko Hasei (47 años) es la única mujer referente de la cocina kaiseki en España, y una de las pocas del mundo, porque el trabajo del chef, en su país, es cosa de hombres y en la cocina ancestral y ceremonial que suponen estos platos, aún más.
"Se considera un trabajo muy duro. En la cocina kaiseki lo más importante es el agua. Antiguamente, en el mejor restaurante de cocina kaiseki en Kioto, se subía a las cinco de la mañana a una montaña cada día a coger agua de un manantial. Así que este trabajo se consideraba de hombres y las mujeres, como geishas, sólo podían servir las mesas. La cocina sigue siendo bastante machista", reconoce.