Con solo 22 años, Aitana Sánchez se ha convertido en la mejor ingeniera Marítima, Naval y Oceánica de España. Un título que le ha reconocido la Sociedad Española de Excelencia Académica tras concluir los estudios de Náutica y Transporte Marítimo en la Escuela de Marina Civil de Gijón.
Sánchez (Corbera, Asturias) terminó así la carrera por todo lo alto, empezando con buen pie la siguiente etapa de su formación, con la que quiere conseguir su máximo objetivo: convertirse en capitán de la marina mercante. El título de excelencia supone para ella, no solo una motivación para seguir esforzándose, sino un 'plus' que le facilite el camino hasta llegar a ser capitán. "Me ayuda a tener algo diferente que el resto de alumnos y también les podemos pedir una carta de recomendación, está muy bien", cuenta a MagasIN.
"Por las redes sociales descubrí esta Sociedad que lo que intenta es dar visibilidad a alumnos con buenas notas y que tienen buenos currículums. Teníamos que mandar todo lo que tuviéramos para que lo evaluasen y durante unos meses estuvimos esperando a que salieran las listas. Por correo me dijeron que era la primera de los 10 seleccionados de Ingeniería Marítima y yo al principio ni lo entendía, decía: 'Creo que esto está mal'", recuerda.
Pero para nada era una equivocación. Y es que tampoco es la primera vez que Sánchez logra altas calificaciones en los estudios. Ya en el instituto consiguió la matrícula de honor del bachillerato científico y unas becas para asistir a campamentos científicos le ayudaron a encontrar su vocación.
"La verdad es que no lo tenía nada claro qué quería hacer. Cambié muchas veces de opinión, pensé en biotecnología, arquitectura, ingeniería química... En los campamentos científicos podías coger la titulación de ese campus y elegí la de informática. Me gustó, pero no me veía del todo en ello, así que empecé a buscar otras oportunidades. Cuando vi esta descubrí que me podían gustar mucho las asignaturas y las salidas que tiene".
Su amor por el mar hizo el resto y decidió lanzarse a la carrera, aunque con un poco de temor por lo que le dirían sus padres, ya que además ninguno está en el sector náutico. "De decirles que iba a estudiar una ingeniería normal y que va a estar ahí en casita, o por lo menos cerca de casa, a estar por lo menos seis meses fuera de casa... Pensé que iban a negarse, pero para nada. Me dijeron que me notaban súper emocionada con la idea o que me apoyarían".
Admite que "no todo ha sido fácil" y ha tenido "momentos muy duros y de mucho estrés", pero no se arrepiente ni un ápice de su decisión. "Creo que se necesita bastante esfuerzo y constancia, pero los profesores, como somos tan pocos en la escuela, son super cercanos. Nos ayudan con cualquier duda, están dispuestos a hacer tutorías…". Esta estudiante de 10 compaginó también los años de estudio con otros trabajos como socorrista en Candás y como oficial aprendiz en Celebrity Cruises.
Al terminar la carrera decidió estudiar el máster de Náutica y Gestión del Transporte Marítimo de la Universidad de Oviedo para "no tener limitaciones a la hora de ser capitán", ya que sin él "solo podría con barcos más pequeños".
Una formación téorica que complementa con su trabajo como auxiliar de simuladores en el área de maniobra y navegación en el Centro de Jovellanos. "Aquí ayudo a mis dos jefes con los cursos de formación a los marinos que tengan relación con el simulador que tenemos. Así que mientras ellos me van formando yo les ayudo en lo que pueda y sepa", bromea.
Una vez termine, aún necesitará años de experiencia para lograr ser capitán, un reto que más que duro lo ve como "una aventura". "Como alumno tienes que estar doce meses en el servicio y después pasas un examen y te conviertes en piloto de segunda de la marina mercante. A partir de ahí vas contabilizando días de mar y más o menos, por lo que me han contado, tardas entre cinco y nueve años, contando con que tienes vacaciones, hasta llegar a tener el título de capitán".
Cada vez más mujeres
Tanto en la carrera como en el trabajo, la mayoría de los compañeros de Sánchez son hombres, pero asegura que cada vez son más las mujeres que se animan a estudiar Ingeniería Marítima. "La verdad es que hay pocas, pero está subiendo bastante el número de mujeres. Aun así, siguen siendo minoría".
No obstante, anima a todas las que chicas a que "no se echen para atrás al ver que es un mundo de hombres porque en realidad te tratan muy bien en todos los sitios y te consideran como uno más a bordo".
"Sea como sea, lo primero es que hagan lo que a ellas les guste. A mí había personas que por ejemplo me decían que estudiase Medicina porque mis notas, pero lo más importante es estudiar algo que te llame, da igual que te pidan un cinco en la EBAU para entrar". Lo más importante es "que estudien muchísimo si les gusta. Con mucho esfuerzo todo se consigue y se puede llegar muy alto".