Senadores, congresistas, empresarios de alto nivel, policías y exgobernadores han sido destapados dentro de la red de trata infantil mundial gracias a la larga y profunda investigación de Lydia Cacho.
De ello hablaba durante la rueda de prensa que tuvo lugar ayer en la Fundación José Ortega y Gasset (FOM), donde relata cómo está siendo la fase final de un proceso judicial de 15 años a propósito de las investigaciones en torno a la trata de personas a lo largo del planeta.
"Es una heroína", decía Antonio López Vega, director del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset. "Soy Lydia Cacho y soy defensora de los derechos humanos", comenzaba la mexicana, que recordaba la importancia de su libro Los demonios del Edén, publicado en 2005, en el desarme de estas redes de explotación infantil.
La rueda de prensa tuvo lugar en una fecha muy señalada para Lydia Cacho. "Hoy tenemos la primera audiencia judicial en la que me voy a enfrentar a Kamel Nacif, que está en el Líbano, e intentaremos que este empresario multimillonario sea detenido por los delitos contra las niñas y no solamente por haberme torturado y enviado ilegalmente a la cárcel por haber publicado una investigación periodística", explica la activista.
"Para mí es importante hacerlo en este momento en el que estoy en un desplazamiento forzado y protegida en España. Me interesa que este caso logre sentar un precedente judicial para que el resto del mundo y particularmente en España, para que aprenda la lecciones que hemos logrado obtener de este caso", explica.
Los cabezas destronados
"Muchos de estos clientes de trata y explotación comercial son extranjeros. Dos de los grandes cabezas de esta red criminal son de origen libanés con nacionalidad mexicana. Uno de ellos se llama Jean Succar Kuri, de quien conseguimos su sentencia de 112 años por pornografía infantil y explotación sexual comercial. Y el último de ellos que huyó del país y fue encontrado por la Interpol después de 15 años de ganar esta batalla judicial se llama Kamel Nacif. En este momento está en Líbano, donde fue detenido por haberme torturado al haber publicado el libro Los demonios del Edén, pero estamos buscando que sea juzgado y sentenciado por otros delitos vinculados a la trata de niñas y niños en el mundo", expresa.
"No sólo se trata de cómo se desmonta una red de delincuencia organizada trasnacional que vincula al poder político, al poder empresarial y a las redes locales de consumo de pornografía infantil de niñas y niños de entre 3 y 13 años; se trata también de cómo el periodismo de investigación, como el que yo he hecho y el que muchos colegas hacen en el mundo, puede abrir la puerta para que las instituciones y el Estado entiendan que tienen que investigar estos delitos vinculados con la explotación y la violación de los derechos de la niñez desde una perspectiva integral", explica Cacho.
El "Edén" macabro
En el libro Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil, Cacho aborda el problema de la pornografía y la prostitución infantil, revelando testimonios y dando nombres de algunos responsables, de encumbrados promotores y poderosos protectores de una gran red de corrupción que se encuentran tanto dentro de la industria como de la política de México.
"En mi libro no solo investigué los hecho concretos de la violación y explotación sexual de niños y niñas para la producción de pornografía infantil y el consumo de esta pornografía desde México hasta Colombia, Argentina, EE. UU., España, Singapur, Londres y Francia", relata.
Blanqueo de capitales
Cacho habla del blanqueo de capitales, otra de las ramas de su investigación. "El blanqueo de capitales surgía de dinero negro de las redes de delincuencia organizada que se encargan de la explotación laboral de niñas y niños en fábricas de ropa de todo el mundo y propiedad de Kamel Nacif, donde también explotaban sexualmente a algunas de las víctimas", explica la mexicana. Unas víctimas que en su mayoría son mujeres.
"La investigación que hice como periodista sobre el blanqueo de capitales en diferentes bancos del mundo y en casas de cambio y de bolsa, que incluyen casas de cambio españolas y británicas, norteamericana, mexicanas y colombianas, es importantísimo porque gracias a esa investigación de los estados financieros podemos entender cómo invierten recursos en las campañas políticas de diferentes partidos para poder tener a su cargo a senadores diputados, gobernadores y alcaldes que les permiten seguir operando localmente sus redes de explotación y tener la impunidad asegurada", denuncia Cacho.
La llamada telefónica
El llamado "Caso Lydia Cacho", que aborda la pornografía infantil y los derechos de la niñez, ha sido clave en la proporción de una prueba: una llamada telefónica de Kamel Nacif a Jean Succar Kuri.
"En la llamada telefónica le pedía a Jean Succar Kuri que le trajera unas niñas vírgenes de los Estados Unidos. Las quería de 13 años. En la llamada, en la que se comunican en árabe, le está dando las cualidades de la niña que quiere que le traiga, las características físicas", narra Cacho.
Un intercambio por el que "le va a cobrar 3.000 dólares", además de "todo el papeleo ilegal para poder moverla de Miami a Cancún en México". Algo que según explica también sucedió con niñas de Venezuela, Colombia, EE. UU. o México hacia esos otros países. "Están circulando en esas redes a grupos de niñas y niños entre 3 y 13 años para la explotación sexual comercial".
Una implicación integral
La delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell Aguilar, también participaba en este acto y afirmaba que para ella era un orgullo acompañar a Lydia Cacho en una fecha tan señalada. "Tenemos poca experiencia realmente en España en la llegada hasta los últimos extremos de estas redes que son tan difíciles de investigar y perseguir", continuaba para digirise después directamente a la mexicana.
"Sin duda tu trabajo abrió una brecha en un muro por donde entraban los derechos humanos y creo que eso se te reconocerá algún día mucho más de lo que se está reconociendo en la investigación. El gobierno de España tiene un compromiso en esta legislatura abordar una legislación integral contra la trata de seres humanos específicamente con fines de explotación sexual", afirmaba.
Lydia Cacho insiste en la importancia de que el gobierno trabaje junto a la sociedad civil en la persecución de delitos financieros, en la red de tratas de personas y particularmente de niños y niñas. "Se tiene que abordar de una manera integral, multidisciplinaria y multisectorial, que en este caso demuestra que sí se puede hacer, que el trabajo del periodismo con perspectiva de niñez, con perspectiva de derechos humanos puede transformar la vida de las víctimas y puede acompañarlas en el proceso de protección. El gobierno y los Estados pueden aprender las lecciones para proteger a la niñez de esta pandemia mundial de explotación sexual comercial", concluía Lydia Cacho.