Los tradicionales anuarios de instituto de Estados Unidos sirven para que los alumnos tengan un recuerdo de su vida estudiantil y se incluyen fotos individuales, de grupo, competiciones, hechos relevantes que hayan ocurrido... Sin embargo, este año varios institutos han causado una fuerte polémica por su manera de editarlos.

El último caso ha sido el de Shoreline Junior High School, en Utah, que publicó una imagen del equipo de animadoras sin Morgyn, de 14 años, que es una de las miembros y tiene Síndrome de Down.

"Nos enteramos cuando Morgyn llegó a casa de la escuela con su anuario y estaba devastada. Verla sentirse así me rompió el corazón", declaró a The New York Times Jordyn Poll, hermana de Morgyn. 

Poll escribió en Facebook que durante la sesión de fotos se tomaron con Morgyn y sin ella, y criticó que el instituto escogiese la imagen que la excluía. Asimismo, comentó en varias publicaciones en las redes sociales recogidas por The Guardian (y que ahora son privadas), que Morgyn había "pasado horas aprendiendo bailes, asistiendo a juegos y animando a su escuela y amigos, pero aun así se quedó fuera".

"Espero que nadie tenga que experimentar la angustia que se produce cuando la persona que ama llega a casa de la escuela devastada y le muestra que no está en la imagen de su equipo", escribió.

El centro, por su parte, se ha justificado asegurando que se trata de un "error", aunque Poll está convencida de que ha sido un acto completamente intencionado. 

"Estamos profundamente entristecidos por el error que se cometió. Seguimos analizando lo que ha ocurrido y el porqué", declaró un portavoz del colegio, que aseguró que "se han pedido disculpas a la familia y nos disculpamos sinceramente con otras personas afectadas por este error".

"Continuaremos abordando este tema con los padres de la estudiante y analizando nuestros procesos para asegurarnos de que esto no vuelva a suceder", aseguró a los medios de comunicación.

Censurando los escotes

Otra de las controversias que se han dado en las últimas semanas, referidas a los anuarios escolares, es el caso de un instituto en Florida que tapó los escotes de las alumnas sin previo aviso.

Al abrir con ilusión el esperado anuario, al menos 80 alumnas de la escuela secundaria de Bartram Trail se encontraron con que sus fotografías individuales habían sido editadas (en muchos casos de forma muy evidente). El instituto decidió que algunas de las imágenes no eran 'apropiadas' y tapó sus escotes y hombros sin pedir permiso.

Una de las jóvenes cuya foto fue modificada (y cuya edición se nota claramente).

 

Según The New York Times, corrían rumores sobre esta edición, pero no fue hasta que repartieron los anuarios que los alumnos lo pudieron comprobar. Rápidamente exigieron una explicación al instituto y denunciaron los hechos en las redes sociales por considerarlo un acto sexista y que cosifica a las alumnas.

"Deben reconocer que están haciendo que las chicas se sientan avergonzadas de sus cuerpos", dijo Riley O'Keefe, una de las alumnas afectadas, sobre las fotos alteradas. O'Keefe reprochó además que las únicas modificaciones fotográficas se hicieran a las fotografías de chicas y que, por ejemplo, no se alterasen las del equipo masculino de natación, donde los jóvenes posan con bañadores Speedo.

Tim Forson, superintendente del distrito, dijo que era "decepcionante abordar la situación de las fotografías de las estudiantes". "Nunca ha habido la intención de avergonzar o avergonzar a un estudiante por la ropa que usa. Desafortunadamente, estamos aprendiendo una valiosa lección sobre la importancia del proceso y entendemos que la intención no siempre es el resultado", afirmó en un comunicado.

Sin embargo, el instituto, que según The New York Times es una escuela pública con aproximadamente 2.500 estudiantes, argumentó en su página web que las fotos del anuario "deben ajustarse al Código de Conducta Estudiantil del Distrito Escolar del Condado de St. Johns o podrán ser ajustadas digitalmente".

Así, Christina Langston, portavoz del distrito, dijo a The Record que "el procedimiento del Bartram Trail High School consistía en no incluir fotografías de los estudiantes en el anuario que se considerase que violaban el Código de Conducta Estudiantil, por lo que las alteraciones digitales fueron una solución para asegurarse de que todos los estudiantes fueran incluidos en el anuario".

Dicho Código dice que las camisas "deben ser modestas y no revelar ni distraer", pero O'Keefe reprocha que se centren "en si se muestra demasiado el hombro", en vez de en que sean buenas estudiantes. "Está fuera de control", afirmó.

Las acciones del instituto han sido fuertemente criticadas y han reabierto el debate sobre el sexismo y la vestimenta en centros escolares. No obstante, los estudiantes no se han quedado de brazos cruzados y han exigido que se reimprima el anuario, esta vez sin modificar. Igualmente, O'Keefe ha iniciado una petición online que ya cuenta con cerca de 5.000 firmas para que se cambie el código de vestimenta. 

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