"En España ser artista y mujer es, para muchas, un doble hándicap. La lucha por mantener la actividad artística a nivel profesional se une a la lucha por superar brechas salariales y techos de cristal, por conseguir que la sociedad en su conjunto y el sistema del arte en particular reconozcan la desigualdad y la corrijan".
Esta contundente afirmación recogida en el libro Desigualdad de género en el sistema del arte en España (publicado este año por Ménades Editorial) mantiene su vigencia, pese a que cada vez es más habitual que importantes ferias artísticas y museos anuncien a los medios una mayor presencia de artistas femeninas.
Así ocurrió la semana pasada con la feria ARCO, que ha contado con 25 proyectos liderados por mujeres, y el Museo del Prado, que a principios de este año anunció una "reordenación de su colección durante 2021" y el incremento de obras de artistas femeninas con el objetivo de tener un museo "más inclusivo".
Este tipo de medidas son muy necesarias y bienvenidas, pero todavía queda un largo camino por recorrer para lograr la igualdad real en el sector. Así lo demuestran sendas investigaciones realizadas por las historiadoras del arte Carolina Rodovalho, Semíramis González y Marta Pérez Ibáñez, y recogidas en Desigualdad de género en el sistema del arte en España.
"En cada capítulo del libro intentamos explotar los datos, metemos opiniones y hemos visto que hay muchas personas del sector que desconocen la realidad", explica Rodovalho, gestora cultural e investigadora independiente, a MagasIN.
"Hay mujeres, sí, pero si son gestoras están en puestos más bajos. También hay tres o cuatro artistas que son muy conocidas a nivel internacional, pero la mayoría no está ni siquiera representada por galerías. Todavía hay galerías que a lo mejor tienen 71 hombres artistas en su plantilla y tres mujeres. Entonces, cuando ves todo esto es imposible creer que hay una igualdad".
Universidad sí; exposiciones no
En realidad, el sector del arte está feminizado desde hace años. Alrededor del 70% de las estudiantes de Bellas Artes son mujeres, pero esta gran presencia en las aulas no se traduce luego a una representación en las galerías.
"En 2018, contacté con las 64 galerías españolas que habían participado ese año en la Feria ARCO. Conseguí respuestas de menos de la mitad, 27. En aquel momento analicé las plantillas de aquellas galerías que se prestaron a apoyar mi investigación y descubrí que las mujeres representaban aproximadamente un cuarto de las carteras de artistas", escribe Rodovalho en el libro.
Esta situación también provoca que haya más artistas mujeres desempleadas que hombres. Las autoras entrevistaron a más de 1.100 profesionales, de los que el 52% eran mujeres. En total un 38,1% de las encuestadas estaba desempleada frente al 23,7% de los hombres. También había menos autónomas (26,1% frente al 36,2%) y algo más de empleadas por cuenta ajena (21,7% de mujeres y 18,8% de hombres).
La "criba del talento"
¿Es posible que todo se reduzca a que las mujeres artistas, pese a ser mayoría en el sector, no sean tan talentosas como sus compañeros varones? En este sentido, el 53% de los galeristas encuestados por las investigadoras respondieron que no tienen en cuenta el género del productor y sí el talento. Para Rodovalho "un galerista que no tiene en consideración el género está, de forma indirecta e inconsciente, manteniendo la desigualdad".
"No podemos aceptar el talento como herramienta de criba: las artistas han probado estar aptas y muy bien preparadas", escribe. Así es: son más graduadas (39,3% frente al 27,7%), más en los másteres y postgrados (21,2% y 17,8%), e incluso en el doctorado (11,5% frente a un 8% de hombres). Donde sí que son menos que los hombres es a nivel autodidacta, donde ellos representan el 24,8% frente al 7,6% de mujeres.
De nuevo, más que el talento (o la falta de él) hay ocasiones en las que influye la ceguera de algunos profesionales frente a la desigualdad que sufren las mujeres. "Hice las primeras entrevistas para este estudio en 2018 y hubo un galerista que no veía desigualdad ni tampoco que fuese importante tener en cuenta el género del artista a la hora de una representación. Ahora hemos hablado con esas personas otra vez y este galerista en cuestión dijo que después de la entrevista se puso a pensar y vio que debía tener en cuenta el género y contar con más mujeres artistas. Hubo un pequeño cambio en su plantilla y ha empezado a presentar a más mujeres".
La falta de artistas mujeres en las galerías conlleva, inevitablemente, la ausencia de sus obras en ferias y exposiciones. "Sería muy raro, un fake, que hubiera una igual representación cuando los listados de artistas de las galerías son fundamentalmente masculinos", expresan en el libro Cabello/Carceller, dos de las artistas entrevistadas durante la investigación.
Menos cotizadas
Otra consecuencia de la falta de visibilidad es la cotización de sus obras. Sobre esta cuestión hay diferencias de opinión entre los profesionales porque influyen muchos factores, pero "una mayoría se decanta por afirmar que efectivamente, sí que hay diferencias de cotización de hombres y mujeres en la misma categoría".
De nuevo, las autoras lo demuestran con datos que la precariedad es más habitual entre las mujeres: el 55,7% de las artistas mujeres declararon ganar menos de 8.000 euros anuales, frente al 38% de los hombres. Además, no hay prácticamente ninguna que gane más de 50.000: son un 0,5% frente a un 1,1% de hombres, y un 0,1% cobrando más de 60.000, frente al 1,3% de los hombres.
No obstante, Rodovalho asegura que se notan "pequeños cambios" en el sector, aunque aún no son suficientes, y destaca el importante papel del público y de los coleccionistas en esta lucha. "Hay que tener en cuenta que de algún modo estamos formando lo que ellos conocen como arte. En el momento en que empiece a haber mujeres pues dirán 'oye, esto nunca lo había visto', y poco a poco se empezará a pedir más. Creo que hay una parte de activismo del público de decir: 'Bueno, ya me he cansado de esto, enseñadnos otras cosas'".