Han pasado diez meses desde la emisión de uno de los programas más polémicos de la televisión pública italiana. Las redes estallaron tras presenciar cómo el programa Detto Fatto (Dicho y Hecho), dedicaba uno de sus espacios a realizar un tutorial en directo donde se ensañaba a las mujeres a usar tacones y hacer la compra "de forma sensual".
La indignación de los espectadores no era para menos, ya que el programa justo se emitía el Día Internacional Contra la Violencia de Género. Una fecha muy delicada y que debería de haberse tenido en cuenta a la hora de encajar esta sección televisiva. "¿Es que nadie se ha dado cuenta de qué día es hoy?", se podía leer en alguno de los tuits de los espectadores indignados que compartían su opinión a través de las redes sociales. Una oleada de críticas que no impidió que se siguiese emitiendo dicho programa. Un polémico programa que por fin la televisión pública italiana cancela, según ha informado en un comunicado.
Los espectadores son, cada vez, más críticos con el contenido que consumen. Sobre todo, cuando éste destaca por ensalzar el racismo, la homofobia o el machismo imperante en la sociedad como el mostrado en el programa de la Rai2 que la presentadora Bianca Guaccero ha liderado durante cuarto años consecutivos.
Tacones en el "super"
La presentadora Catalina Alguacil es la encargada de guiar el programa Detto Fatto, que aunque suele estar centrado en dar consejos a los espectadores sobre ámbitos como la salud, la alimentación, tareas del hogar o economía doméstica, en el programa que destacamos decidió centrar la programación en el uso de los tacones en distintos momentos o situaciones. Ella no dudó en continuar con la emisión y tampoco ha hecho declaraciones tras anunciarse su cancelación.
El machismo venía de la mano de un tutorial sobre cómo hacer la compra de forma sexy, para lo que la conocida pole dancer Emily Angelillo, mostraba mientras subía la pierna cómo alcanzar uno de los productos en el stand del "supermercado". Con un look formado por tacones de aguja, minifalda y crop-top.
"Hay que arrodillarse con las piernas cerradas para que el movimiento no sea vulgar", explicaba, para después levantarse añadiendo "y elevamos un poco el trasero", haciendo alusión a la importancia de mantener la sensualidad ante todo.
Varios trucos que la bailarina iba mostrando a los espectadores, para concluir con un sensual baile alrededor del carrito de la compra, enfatizando la sexualización del contenido televisivo.
Diez meses después
La gran pregunta es: ¿por qué ha tardado tanto la RAI en cancelar el programa? Una decisión que debería de haber sido inmediata, ha tardado en hacerse real más meses de lo esperado.
El extremo sexismo del contenido saltó las alarmas de los consumidores televisivos, pero también de los grupos y movimientos feministas italianos e internacionales que dicen "¡Basta!" a este contenido machista en los medios de televisión. Y, sobre todo, en un medio público como es la RAI, financiada a través de un canon que pagan todos los italianos.
Aunque la Rai anunció en 2003 que siguiendo un decreto eliminarían cualquier presencia de bailarinas semidesnudas o a las que se enfatizara su sexualidad, parece que no han podido controlar ni evitar este tipo de contenido que continúa emitiéndose en la televisión pública italiana.
"Somos libres precisamente porque hemos luchado, y luchamos, contra la imagen que salió de ese grotesco 'tutorial'. Contra las marcas y eslóganes: '¡Aquí la seducción! ¡Aquí un cuerpo complaciente!'. Esas malditas etiquetas que nos arrancamos nosotras mismas, y hace mucho tiempo", denunciaba la periodista italiana Manginobrioches.