Muchas feministas llevan años criticando los concursos de belleza por considerarlos anticuados y sexistas donde se reduce a la mujer a un trozo de carne que debe encajar en los estereotipos sociales de la perfección. Ahora la asociación Osez le féminisme ha llevado a los tribunales a Endemol Production, productora del certamen, y le acusa de discriminación laboral. La denuncia, interpuesta ante el tribunal industrial de Bobigny, amenaza con frenar el concurso de este año, que tiene previsto celebrarse el 11 de diciembre en Caen.
Osez le féminisme denuncia las condiciones laborales de las concursantes y asegura que la productora no reconoce ninguna relación laboral con ellas, pese a que el certamen "genera millones de euros en ingresos". "Endemol Production, titular de la marca Miss France (...) explota a las mujeres, que ensayan y realizan cada año un espectáculo sexista, discriminatorio y lucrativo que genera millones de euros en ingresos: todo ello en total violación de la legislación laboral", apunta en un comunicado.
Tres exconcursantes que se han visto obligadas a renunciar (y que se mantienen en el anonimato) se han unido a la denuncia, que destaca que entre los requisitos que se piden a las aspirantes están "medir al menos 1,70 metros, ser soltera, no llevar tatuajes visibles o fumar en público". Según la asociación, estos criterios "burlan alegremente la ley" que "prohíbe cualquier forma de discriminación relacionada con la moral, la edad, el estado civil, el embarazo, las características genéticas, las opiniones políticas y la apariencia física".
"Más allá de la explotación de las mujeres con fines económicos, esta competencia, a través de las violaciones a la ley de las que es culpable, tiene un impacto negativo y retrógrado en el conjunto de la sociedad", expone.
La asociación se basa además en la jurisprudencia que estableció el Tribunal de Casación en 2013, relativa al concurso Mister France, cuando impuso "la regularización de un contrato de trabajo desde que existe una relación laboral". Por eso, "no hay ningún argumento válido en contra de que el programa Miss France no esté finalmente sujeto a las mismas reglas".
Defensa del concurso
La presidenta del concurso, Alexia Laroche-Joubert se ha defendido de estas acusaciones asegurando que Miss Francia "es un concurso de belleza, así que en principio hay criterios" y "no estamos en el marco de un contrato de trabajo".
"Cuando pedimos a las candidatas que no fumen ni beban alcohol en público, es porque se les graba a menudo y hay un problema con la ley Evin. No me voy a divertir difuminando todas las imágenes. La señorita que sea elegida viajará por toda Francia para encontrarse con los franceses, eso requiere una gran disponibilidad", declaró a Le Parisien.
Larouche-Joubert, que considera el concurso feminista, criticó también los constantes ataques. "No puedo más con la culpabilización de las mujeres jóvenes que, por elección propia, participan en el programa. Creo que es totalmente arcaico no considerar que las mujeres pueden decidir qué hacer con su vida, y más cuando vemos en qué se convierten las misses de Francia: son directivas de empresas, actrices, influencers. Son mujeres independientes que se ganan la vida, mujeres que se asumen", declaró a la emisora France Info.
Asimismo, reivindicó en Le Parisien que el concurso es un lugar donde "las mujeres son valoradas y donde las jóvenes deciden vivir un sueño que les permita el acceso a la carrera profesional y a la autonomía".
Con respecto a la cancelación del mismo, no se ha mostrado preocupada, asegurando que "avanzamos con calma". "Esta es solo una solicitud de estudio ante el tribunal laboral, no ha habido citación. Además, se puede plantear la cuestión de la legitimidad de las tres mujeres anónimas para reclamar cualquier cosa. Conocemos su identidad: son activistas, una de las cuales sería parte de la junta directiva Osez le féminisme", dijo a Le Parisien.