Keechant Sewell (Queens, 1972) ha hecho historia al convertirse en la primera mujer al frente de la Policía de Nueva York en los 176 años de la institución. Hasta ahora, Sewell ejercía como jefa de detectives del condado neoyorkino de Nassau, pero su ascenso ha sido anunciado este miércoles por el alcalde de la ciudad, Eric Adams.
Según publican medios locales, Adams declaró que Sewell, de 49 años, "es una luchadora contra el crimen de probada eficacia, con la experiencia y la inteligencia emocional necesarias para ofrecer a los neoyorquinos la seguridad que necesitan y la justicia que merecen". Por su parte, la nueva comisaria afirmó en una entrevista exclusiva con The New York Post que "estoy aquí para cumplir con el momento".
El alcalde electo, antiguo capitán de la policía Nueva York, prometió al llegar al cargo que nombraría a una mujer como máxima responsable de la policía y valoraría su "inteligencia emocional". Realizó un proceso de selección por todo el país y, según el portal NY1N, barajó como candidatas a la exjefa de Seattle Carmen Best, la comisaria de Filadelfia Danielle Outlaw, la exjefa de Newark Ivonne Roman y la jefa de patrulla de la policía de Nueva York Juanita Holmes. Finalmente optó por Keechant Sewell, en una "elección instintiva", tal y como expresó el propio Adams.
Sewell es una policía con 25 años de experiencia en el cuerpo y afirmó sentirse "muy honrada" por esta "extraordinaria oportunidad". "Me tomo muy en serio la naturaleza histórica de esto. Estoy lista para empezar a trabajar", añadió.
Tal y como informa The New York Post, ha dirigido a 351 oficiales uniformados durante los últimos 15 meses y ahora pasará a liderar la fuerza policial más grande del país con más de 52.000 miembros y cerca de 35.000 agentes en activo. Además de ser la primera mujer en hacerse cargo del Departamento en sus 176 años, también será la tercera persona negra en llegar a comisaria después de Benjamin Ward y Lee Brown, que ejercieron sus funciones en las décadas de 1980 y 1990.
Vocación de servicio
Nacida en Queens, Sewell vivió en casas públicas en Queensbridge Houses en Long Island City, el lugar donde este miércoles ha dado una rueda de prensa junto con Eric Adams tras conocerse su nombramiento. La vocación de servicio le viene de familia, y es que su padre, fallecido en 2017, era infante de la Marina de EEUU. Él fue quien le enseñó "lo que es servicio y honor". "Siempre se tomaba el tiempo para hablarme sobre lo que significaba ser una persona de honor y una persona que se preocupaba por las comunidades y quienes las rodeaban", dijo Sewell a The New York Times.
Antes de incorporarse como jefa de detectives de Nassau en 2020, siendo la primera mujer negra en lograrlo, Sewell creó y dirigió la Oficina de Normas Profesionales del Departamento, que supervisaba los asuntos internos de la agencia. También se entrenó con el FBI para ser la principal negociadora de rehenes del condado y recibió entrenamiento contraterrorista en su Academia de Quantico (Virginia).
Retos y objetivos
Tal y como informó The New York Post, los delitos graves en la Gran Manzana, entre los que se encuentran los asesinatos, han aumentado un 5% en comparación con 2019, mientras que el robo de coches también ha subido en un 92%. Así, la ciudad está cerca de registrar más de 1.500 tiroteos este año y se espera que los asesinatos superen los 450.
En este sentido, la recién elegida comisaria no detalló su plan para abordar el aumento de tiroteos. Aseguró que primero quiere "echar un vistazo a lo que funciona y lo que no en la ciudad" y realizar una "evaluación completa de lo que está sucediendo para idear una estrategia".
No obstante, en su entrevista con el Post defendió el uso de equipos encubiertos para combatir la violencia con armas de fuego y pandillas, aunque criticó cómo actuaba actualmente ese departamento. Asimismo, se mostró a favor de la teoría de la vigilancia policial de las "ventanas rotas", una táctica que se hizo famosa bajo el mando del excomisario William J. Bratton.
Esta táctica viene a decir que si alguien comete una falta menor como romper una ventana y nadie la arregla, otra persona puede verse tentada a romper otra ventana, o cometer un delito más grave. Por esa razón, hay que vigilar y sancionar cualquier delito leve, aunque Sewell apuntó que hay que tener cuidado al emplear esta teoría, para que no se convierta en una medida discriminatoria.
"Creo que hay que analizar los delitos relacionados con la calidad de vida porque a veces conducen a otra cosa. Tienes que asegurarte de que estás usando la teoría de las ventanas rotas, la aplicación de esos delitos de bajo nivel, de una manera que no sea discriminatoria, de una manera que aborde el problema y en realidad no lo controle en exceso en algún aspecto", afirmó.