Durante los últimos meses se han recogido muchos datos sobre la violencia que se ejerce sobre las mujeres de mayor edad, que por una larga cultural sexista, el miedo y la vergüenza aprendida durante la etapa de la dictadura franquista optan por el silencio mientras sufren maltrato psicológico y físico en el hogar.
Aunque es una parte de la sociedad que necesita un cuidado y atención mayor por su debilidad, un nuevo un estudio cuantitativo realizado por investigadoras de la UOC ha puesto el foco en otra franja de edad que refleja datos igual de preocupantes. Por primera vez, se analizan los datos concretos de las mujeres más jóvenes, que se sitúan entre la adolescencia y la juventud.
Así, este estudio confirma que las mujeres entre los 16 y los 29 años son más propensas a sufrir este tipo de situaciones, en todas sus formas y ámbitos que las mujeres de mayor edad. Unos datos que reafirman el Barómetro Juventud y Género 2021 que advertía que "uno de cada cinco adolescentes y jóvenes varones (entre los 15 y los 29 años) cree que la violencia de género no existe y que es solo un "invento ideológico"", y la información aportada por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género que alerta de que "un 4% de las mujeres asesinadas desde 2003, eran menores de 21 años".
Saltan las alarmas
Según recoge el estudio, dos de cada cinco mujeres en Cataluña de entre 16 y 29 años (un 39,4 %) han sufrido violencia machista en el transcurso de un año. Se trata de un porcentaje 21,8 puntos superior al que se da entre el total de mujeres, que es del 17,6 %.
Estos datos demuestran que las mujeres jóvenes son las grandes víctimas de la violencia en la actualidad. Los datos corresponden a una encuesta sobre violencia machista llevada a cabo en Cataluña, donde por primera vez se aborda este problema desde una perspectiva de la juventud. En este análisis han participado investigadoras de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en el marco del estudio Violencias machistas en la etapa juvenil en Cataluña, impulsado por el Observatorio Catalán de la Juventud.
"La edad siempre es un factor de riesgo, pero no nos esperábamos que la diferencia fuera tan grande", declara Claudia Malpica, del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) y coautora del informe junto a Natalia Garrido, doctoranda en la UOC con el grupo de investigación Género y TIC (GenTIC), y Maria Rodó, investigadora de la Universidad de Barcelona.
Tal y como explican en su informe, históricamente, y a pesar del impacto mediático y la repulsa social que despiertan las violaciones a mujeres, la juventud ha sido un colectivo invisibilizado en los estudios sobre violencia machista, tanto por la mirada "adultocéntrica" presente en los estudios de la violencia machista, como por la visión androcéntrica en los estudios sobre juventud.
Los factores clave
Tras descubrir estos datos tan llamativos, se ha intentado analizar porqué se produce esta violencia entre la juventud, llegando a la conclusión de que en esta franja de edad no se percibe el control como violencia.
El estudio analiza también cómo la violencia machista afecta de forma distinta según el perfil de la joven. De entre todas las variables, las víctimas se ven sobre todo afectadas cuando se encuentran sin pareja.
Sin embargo, en el caso de que ahora no estén en ninguna relación, pero la hayan tenido en el pasado, las jóvenes también son las más victimizadas en comparación con los grupos de mayor edad.
Más violencia en pareja
En cuanto a la violencia en el ámbito de la pareja, la violencia psicológica es la que revela una mayor prevalencia y las jóvenes son las que la han sufrido de más formas.
Desde el control de las actividades, la forma de vestir o la interrelación con otros hombres. Además, el estudio constata que existe mayor prevalencia de violencia machista hacia las jóvenes económicamente dependientes o que tienen diversidad funcional.
Otra conclusión en referencia a lo que se considera violencia machista o no en el contexto de una pareja es que "existen distintas formas de violencia machista que no son vistas totalmente como violencia entre la juventud, en comparación con otros grupos de edad", señala Malpica.
Algunos de esos ejemplos que pueden no percibirse de forma rápida son controlar dónde, con quién y qué hace la otra persona en cada momento, no dejar que hable con otros hombres, darle una bofetada o un empujón, o no dejar que quede o hable con sus amigos o familia. "Sin embargo, sobre las causas de la violencia, las jóvenes identifican mayoritariamente al machismo como la causa principal", ha comentado la investigadora.