Cuatro de cada diez españoles han demandado alguna vez servicios de prostitución, según la ONU. De hecho, España ocupa el primer puesto en el ranking europeo de consumo de prostitución.
Más de 40 millones de mujeres y niñas son víctimas de trata para la explotación sexual a nivel mundial y en España lo son más de 80% de las mujeres prostituidas.
Para ayudar a estas mujeres a recuperar su vida, el Ayuntamiento de Madrid cuenta con la Red Municipal de Atención a Mujeres en Contextos de Prostitución y Víctimas de Trata, que depende del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, liderada por Pepe Aniorte.
El pasado mes, el equipo de Aniorte puso en marcha el Centro de Emergencia Municipal para Víctimas de Trata que completa los dispositivos de la red en todas sus fases: desde que la mujer es liberada de la situación de violencia, hasta que es capaz de recuperar su vida.
El nuevo centro
A la red le faltaba un elemento clave para dar respuesta de emergencia y rápida a las mujeres víctimas de trata y explotación sexual. El nuevo espacio fue presentado por Begoña Villacís el pasado mes de enero. Este cuenta con 15 plazas y ofrece un alojamiento protegido y una atención integral a las mujeres y a hijos e hijas sometidas a trata con fines de explotación sexual y en contexto de prostitución.
El Centro Municipal de Emergencia Mariana Pineda para Víctimas de Trata está en funcionamiento y ya han llegado varias mujeres a través de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, por iniciativa propia, a través de la Unidad Móvil municipal y entidades especializadas en luchar contra la trata.
Una vez las mujeres llegan al centro, los trabajadores se aseguran de que están bien y tratan de cubrir sus necesidades básicas, como la alimentación y el descanso. Si se encuentran bien hacen lo que denominan “acogida” donde les explican qué es el centro, los derechos que tienen… y se les entrega un kit de higiene y todo lo que puedan necesitar durante su estancia.
El siguiente paso que realizan las mujeres es entrevistarse con la trabajadora social para que pueda valorar su situación, además se hace una evaluación del riesgo que corre cada mujer y se diseña e inicia un plan de seguridad. Después, las mujeres que llegan ven a la abogada, aunque a veces las entrevistas se hacen de manera conjunta. Esta les presta asesoramiento jurídico para que las mujeres puedan conocer sus derechos y su situación jurídica, además de encargarse de la parte administrativa.
Las mujeres reciben atención psicológica, protección y asesoramiento jurídico
Si llegan bajo situación de crisis son atendidas antes por la psicóloga, y si no después, los trabajadores del centro se adaptan a la situación de cada mujer.
En el centro hay cocineras, limpiadoras, personal de seguridad, cuatro auxiliares de servicios sociales que prestan apoyo y acompañamiento. Como ya ha sido mencionada, hay una trabajadora social que proporciona atención especializada y diseña un plan individualizado para cada mujer.
La psicóloga las acompaña en todo el proceso, buscando reducir el impacto de la situación por la que han pasado. Realiza una valoración inicial y trata de reducir posibles crisis y estabilizar a las mujeres. También hay una psicóloga infantil que se encarga de apoyar cuando hay menores en el centro, conociendo el estado de su salud mental, el posible trauma y la relación madre-hijo/a.
Las seis educadoras sociales acompañan a las mujeres desde lo cotidiano para ayudarlas en todas las dificultades que puedan encontrarse. Además, hay una mediadora intercultural que trabaja para que las diferencias culturales que con frecuencia surgen no sean una dificultad añadida.
El trabajo de todos los profesionales se articula gracias al trabajo de la coordinadora del centro. Esta se encarga de la gestión de recursos, el proyecto técnico, coordinar todas las áreas de intervención y prestar un apoyo 24/7.
Acercarse a las víctimas
La Unidad Móvil y el Centro de atención integral a mujeres Concepción Arenal funcionan como una unidad que cuenta con 16 profesionales. La responsable del centro explica que son un equipo multidisciplinar en el que trabajan orientadoras laborales, psicólogas, abogadas, mediadoras culturales y trabajadoras sociales.
Cuatro trabajadoras sociales y dos mediadoras interculturales forman la Unidad Móvil. Su misión es acercarse a las mujeres en ejercicio de prostitución, bien porque sean víctimas de trata con fines de explotación sexual, bien porque estén en situación de prostitución coactiva o porque estén siendo explotadas sexualmente por otras vías.
Este equipo sale a la calle en una caravana serigrafiada con los colores del Ayuntamiento y el logo del área del Gobierno municipal del que dependen. Se desplazan a los espacios donde tradicionalmente se ejerce la prostitución, como son el centro de Madrid, el polígono Marconi de Villaverde y la Casa de Campo. Allí intentan vincularse con las mujeres y resolver sus necesidades, siendo el fin último apartarlas del ejercicio.
691 mujeres fueron atendidas en 2021
La Unidad trabaja en espacios abiertos, pero también cerrados. Estos incluyen clubes y pisos, porque desde hace unos años ha empezado a proliferar la prostitución en pisos particulares. “Particulares, pero no de las mujeres, de proxenetas o explotadores”, explica la responsable de la Unidad y el Centro Concepción Arenal.
En 2021, ha atendido a 691 mujeres diferentes y ha realizado 3.498 acercamientos en total, de los que 2.784 han sido en medio abierto (calle) y 714 en medio cerrado (74 en pisos).
El Centro Concepción Arenal
El siguiente paso era conseguir que acudiesen al Concepción Arenal, ahora se abre una nueva posibilidad, el Mariana Pineda, en función de las necesidades de las mujeres y su situación.
El equipo del Concepción Arenal trata de resolver las demandas jurídicas, laborales… de las mujeres. En el trabajo vincular que previamente ha realizado la Unidad Móvil se pretende que las mujeres accedan al centro Concepción Arenal para poder hacer un trabajo más interno.
En el centro no solo recogen las demandas explícitas de las mujeres como regularizar una situación o hacer un tipo de formación, sino también las implícitas, las que las compañeras han visto que necesitan.
"El Concepción Arenal tiene una respuesta integral a las necesidades de las mujeres"
A través del área social del centro se hacen las derivaciones oportunas. Por ejemplo, si la petición es administrativa se le deriva al área jurídica, si busca trabajo se le deriva al equipo de orientación laboral, si quiere seguir un proceso terapéutico se le deriva a la psicóloga. “De alguna manera, el Concepción Arenal tiene una respuesta integral a las necesidades de las mujeres”.
El Concepción Arenal tiene el objetivo de ayudar a medio y largo plazo las mujeres que hayan dejado la prostitución o hayan salido de una situación de explotación. En 2021, el centro atendió a 601 mujeres.
Casa Pandora
La red municipal cuenta también con el alojamiento protegido Casa Pandora y un piso semiautónomo. Este recurso cubre la necesidad de protección y falta de recursos hasta que las mujeres son capaces de acceder a un empleo que les permita recuperar su vida autónoma.
Casa Pandora está orientada a dar un alojamiento seguro a mujeres que han salido de redes de explotación y que, por tanto, necesitan protección además de ver cubiertas sus necesidades básicas. Ofrece un servicio 24 horas y cuenta con un equipo multidisciplinar.
Por otra parte, el piso semiautónomo es un alojamiento de salida hacia la vida autónoma, para mujeres que hayan completado su proceso de recuperación, pero que se encuentran sin ingresos, en situación irregular o con otras circunstancias que les impiden ser totalmente autónomas. Este modelo se ha incorporado a la red de violencia de género en el ámbito de la pareja o expareja.