1. Que yo haya sido consciente, no. Ser mujer es tan sólo un elemento más que conforma mi propia idiosincrasia. Comencé Bellas Artes para terminar haciendo una ingeniería y aplicar mis conocimientos en un ámbito no 'ingenieril', sino comercial. Conformé mi propia empresa con 16 años y he superado puestos de dirección desde muy joven.
Ha sido este conjunto de características, entre otras, a las que otorgo mis vivencias. Y bajo mi experiencia he de decir que por este mismo conjunto he sido, en algunas ocasiones, solicitada por encima de otros individuos y, en otras ocasiones, discriminada.
Difícil discernir el porcentaje de atribución en positivo o negativo a un único elemento denominado mujer.
2. En mi humilde parecer, sí, se ha avanzado, pero me preocupa lo que no es tan obvio. En los años 80, The Wall Street Journal, acuñó el término techo de cristal refiriéndose al tope invisible que representaba las trabas que una mujer tenía para ascender en el mundo de los negocios y en los puestos de responsabilidad. Esto sigue latente, mientras sigan existiendo generalidades, prejuicios, aprendizajes y creencias sin revisar.
3. No considero tener el suficiente recorrido vital como para que mis palabras sean interesantes para otras niñas o mujeres más jóvenes que yo. Pero me encantaría que se trabajara el empoderamiento del individuo único y la aceptación de sus virtudes.
Creo que entender que no hay dos mitades, que cada individuo es peculiar, genuino, lleno de bondades o no tantas bondades, nos ayudaría desde bien pequeños a percibirnos como un conglomerado, un equipo, un conjunto. Creo firmemente que esto impulsaría el sentimiento de igualdad. Y es el mensaje que me esforzaría en adherir a la juventud, niños y niñas.
4. Hace más de 100 años un 8 de marzo sirve de manifestación a un grupo de mujeres para reivindicar la igualdad salarial.
En la actualidad no concibo que dicha reivindicación deba pesar únicamente sobre los hombros de las mujeres. Por lo que mi celebración ideal para un 8 de marzo sería precisamente esta, la celebración de los avances sobre la igualdad y paridad de oportunidades y la reivindicación de los mismos. Eso sí, sobre la responsabilidad de todos.