El 14 de marzo se celebra el Día Mundial de la Endometriosis, fecha establecida para concienciar sobre la problemática a la que se enfrentan cerca de 190 millones de mujeres de todo el mundo.
Según el doctor Andrés Sacristán, jefe de servicio de ginecología y obstetricia en el Hospital Ruber, la endometriosis es una de las patologías más frecuentes del sistema reproductor femenino. “Clásicamente, la endometriosis se define como la presencia de tejido endometrial ectópico (fuera del interior del útero) y que puede afectar a los órganos de la pelvis, de la cavidad abdominal y de la torácica".
Afecta a 1 de cada 10 mujeres
Se trata de una enfermedad muy común que afecta al 10% de mujeres durante su edad reproductiva, especialmente entre los 25 y los 40 años.
El síntoma principal que suelen presentar las pacientes es el dolor pélvico, casi siempre asociado a los periodos menstruales. El doctor Sacristán apunta que las mujeres con endometriosis suelen describir un dolor menstrual mayor de lo habitual que no responde a los inflamatorios en dosis convencionales y el dolor tiende a aumentar con el tiempo.
Otros síntomas que suelen presentar las pacientes, aunque las hay asintomáticas, son: dolor durante o después de las relaciones sexuales, cansancio, distensión abdominal, náuseas, depresión, ansiedad y dolor al orinar y defecar.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de sospecha, explica el doctor Sacristán, se basa en el reconocimiento de las características de la sintomatología de la endometriosis por parte del médico de la familia o del ginecólogo.
“Está reconocido que el tiempo medio para llegar al diagnóstico desde que el paciente acude por primera vez al médico es de 8 años de media. Esto se debe a la falta de reconocimiento de los síntomas específicos para los profesionales”.
Desde la Asociación de Endometriosis de Madrid (EndoMadrid) cuentan que, aunque se han propuesto y probado varias herramientas y pruebas de detección, todavía no se han validado ninguna que pueda identificar o predecir con precisión qué personas o poblaciones tienen más probabilidades de padecer la enfermedad.
Soledad Domenech García, presidenta la Asociación de Afectadas por la Endometriosis (ADAEC), explica que entre los métodos clínicos de diagnóstico están la exploración ginecológica, el examen histológico, los marcadores séricos, resonancia magnética, colonoscopia, cistoscopia, laparoscopia o TAC.
Sin tratamiento específico, solo paliativos para el dolor
Domenech enfatiza que “no existe un tratamiento específico, solo paliativos para el dolor”. El doctor Sacristán coincide en que las terapias médicas deben encaminarse al tratamiento del dolor y añade que “el tratamiento debe ser individualizado, valorando la totalidad de los síntomas y el impacto que la enfermedad y el tratamiento propuesto ejercerán sobre la calidad de vida de la paciente”.
Vivir con endometriosis
Domenech confiesa a MagasIN que vivir con una enfermedad crónica ginecológica no es tarea fácil, y menos cuando no se considera que pueda impedir realizar tareas cotidianas. Desde la asociación EndoMadrid señalan que los síntomas suelen mejorar después de la menopausia.
Algunas mujeres tienen un dolor debilitante que les impide ir al trabajo o a la escuela. En estas situaciones, controlar la endometriosis puede reducir el absentismo escolar o aumentar la capacidad de la mujer para formar parte de la población activa.
Por otra parte, el dolor durante las relaciones sexuales puede provocar la interrupción o la evitación del coito y afectar la salud sexual de las mujeres afectadas.
“Lo más normal es que nos manden tratamientos para el dolor físico, pero existe un dolor que todas las mujeres que sufrimos endometriosis llevamos en el alma, en el corazón. Nos lo provoca la incomprensión médica y social cuando nos llaman locas, cuando dudan de nuestro sufrimiento. Nos lo provoca lo duro que es aceptar que no puedes vivir como antes. Desgraciadamente, la solución más fácil es mandarnos antidepresivos, pero hay vida más allá de las pastillas”.
Domenech explica que uno de los sentimientos más comunes entre las mujeres con endometriosis es la ansiedad. Algunas de las terapias que recomienda, siempre de la mano de profesionales, son el yoga o la acupuntura.
De hecho, desde EndoMadrid explican que la endometriosis tiene importantes implicaciones sociales, económicas y de salud pública. “Puede disminuir la calidad de vida debido al dolor intenso, la fatiga, la depresión, la ansiedad y la infertilidad”.
Una terapia de la que no se suele hablar en consultas médicas es la fisioterapia de suelo pélvico. Estos profesionales, pese a no poder curar la enfermedad, pueden ahorrar muchos dolores causados por los efectos de la misma.
Pacientes estériles
Domenech explica que aproximadamente entre el 30% y 50% de las pacientes con endometriosis presentan esterilidad o tienen problemas para quedarse embarazadas de forma natural.
Pero señala que, pese a que la endometriosis es una de las principales causas de infertilidad, los tratamientos de reproducción asistida son muy eficaces. Las técnicas variarán en función del grado de la enfermedad y su evolución.
Recomienda que las mujeres que deseen ser madres y no consigan el embarazo natural después de seis meses consulten con su especialista.