La sociedad ucraniana se enfrenta a la invasión rusa y Europa tiene el reto de acoger a las miles de personas que huyen de la guerra, que son en su mayoría mujeres. Mientras estas mujeres viven una situación límite, en España se han disparado la demanda de prostitutas ucranianas y pornografía.
En esta línea, recientemente la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha alertado a los Gobiernos y a la ciudadanía de todo el mundo ante los "grandes aumentos en las búsquedas online de 'porno ucraniano' y 'escorts ucranianas'" desde que el pasado 24 de febrero comenzase la invasión rusa a Ucrania.
Y es que algo que empezó como una broma a través de un meme, se ha traducido en búsquedas de pornografía y demandas de prostitución que pueden acabar desembocando en el tráfico de personas con fines de explotación sexual.
Todo empieza con un meme
Según estalló el conflicto y comenzó a salir en los medios de comunicación la gran oleada de mujeres que huían de Ucrania para salvar su vida, los memes invadieron redes sociales y grupos de WhatsApp.
"Compartir memes o chistes sexistas o machistas también te convierte en machista", advirtió el actor Joan Plazaola en una entrevista a EFEMINISTA.
Consciente de la necesidad de poner el foco en los hombres y de revisar sus comportamientos, Plazaola es uno de los hombres que se han ofrecido a dar la cara para concienciar y advertir a los jóvenes, y no tan jóvenes, de que algunas actitudes cotidianas, como compartir memes, chistes o imágenes en las que se degrada a las mujeres, también son violencia machista.
Por otra parte, todos estos mensajes que se difunden crean un estereotipo de las mujeres ucranianas, además de cosificarlas y sexualizar su condición vulnerable, que lleva a un aumento de búsquedas de pornografía en las que aparecen.
"Porno ucraniana"
En España, según los datos de Google Trends, las búsquedas que incluían los términos "porno" y "ucraniana" se dispararon tras el estallido del conflicto, alcanzando el pico en la semana del 6 al 12 de marzo, momento en el que se dio mayor cobertura mediática a la invasión.
Según la consultora Thomson Reuters Special Services, las búsquedas globales en múltiples idiomas y países de contenido explícito se han incrementado un 600% desde el inicio de la crisis humanitaria.
De hecho, ya el 14 de marzo el Observatorio de Violencia español alertó de que el consumo de pornografía se había disparado y los términos más buscados desde el 24 de febrero eran: "porno ucraniano", "adolescente ucraniana" y "chica ucraniana".
"Puta ucraniana"
Las búsquedas en Google a nivel nacional de prostitutas ucranianas también se multiplicaron con el estallido del conflicto. Desde entonces, aunque las búsquedas han disminuido, no han alcanzado niveles previos a la invasión.
Los datos de Thomson Reuters Special Services apuntan que las búsquedas online del término "escorts ucranianas" se ha incrementado un 200% a nivel global.
Desde la OSCE señalan que estos datos "confirman la creciente demanda de servicios sexuales" de mujeres del país del Este de Europa. Una demanda que este organismo teme que "incentive de forma notable a los traficantes para reclutar y explotar a las ucranianas a gran escala".
El sociólogo Lluís Ballester comenta que el balance mes a mes de los anuncios indica un moderado aumento. "La demanda a las ONG y la detención de proxenetas o la liberación de las mismas mujeres en situaciones de prostitución en calles y clubs, por ahora, no ofrecen datos suficientes".
En cualquier caso, en España ya se han producido detenciones de personas que buscaban obligar a las ucranianas a prostituirse a su llegada. Para tratar de acabar con este problema, tanto Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como ONGs y Cruz Roja han puesto en marcha dispositivos específicos.
"Para el poco tiempo que lleva el dispositivo, la verdad es que es una preocupación que tenemos. De hecho, anoche tuvimos un caso que llevamos a la Policía", apunta Patricia Peris, responsable de Mujer en dificultad social de Cruz Roja en Valencia.
Trata y explotación
Las redes de tráfico de personas, conscientes de la vulnerabilidad de las ucranianas, están tratando de aprovecharse de su situación para captar a las refugiadas y explotarlas.
“Desafortunadamente, esto suele pasar en cualquier proceso migratorio”, explica Teresa De Gasperis, especialista en Trata de Personas e Infancia en ACCEM. Pero señala que las personas ucranianas han estado siempre entre las primeras víctimas de las mafias. Es decir, las redes de tráfico humano ya operan en el terreno y saben cómo hacerlo.
Además, el incremento de la demanda es una realidad de la que las mafias se van a aprovechar. "La prostitución no deja de ser un negocio", afirma Patricia Peris de Cruz Roja. La responsable de Mujer en dificultad explica que ante la solicitud de estos servicios sexuales, las mafias van a responder trasladando esa oferta.
Recomendaciones de la OSCE
Para atajar de raíz el problema y evitar que las refugiadas ucranianas caigan en las redes de tráfico de personas con fines de explotación sexual, la OSCE recomienda a los Estados:
- Establecer programas diseñados para desalentar la demanda de servicios sexuales, incluso de mujeres y niñas ucranianas, que incluyan la sensibilización, la educación y los códigos de conducta de los empleadores.
- Implementar campañas de concienciación digital para informar a los refugiados de Ucrania sobre los riesgos de la trata y orientación sobre cómo detectar y denunciar a los traficantes.
- Hacer cumplir las leyes penales relacionadas con la compra de sexo que alimenta la trata.
- Inhabilitar los resultados de búsqueda o los anuncios de búsqueda relacionados con términos potencialmente vinculados a la explotación de ucranianas y, en su lugar, publicar anuncios de concienciación que disuadan a los compradores potenciales de sexo que involucren a mujeres y niñas ucranianas.
- Identificar plataformas online con alto riesgo de presentar personas objeto de trata, como sitios que anuncian servicios de acompañantes, servicios de masajes y sitios de citas, y controlar los indicadores de explotación, como aumentos en los anuncios de servicios sexuales o sitios web pornográficos relacionados con mujeres ucranianas.