Mucho se ha hablado del Mindfulness, ese estado de conciencia que nos sitúa en el presente. Un ejercicio de atención plena, que nos invita a ser conscientes de nosotros mismos, y de cada minuto que vivimos en el momento actual. Una situación rara hoy cuando la distracción es continúa debido al ruido, a los móviles y a las pantallas…
El Mindfulness nace para contrarrestar el 'piloto automático' con el que vamos por la vida. Esta disciplina es capaz de mejorar la memoria, la capacidad de concentración, la disminución de la ansiedad y la mejora de la inteligencia emocional y la autoconciencia. También ayuda a vivir el momento sin juzgarlo, y evita que caigamos en pensamientos obsesivos y negativos.
Todas esas bondades, ahora llegan hasta nuestra casa, dando paso al Mindful home. El objetivo: llenar de calma, conexión con el presente, alegría y energía positiva el propio hogar.
“Nuestro hogar debería ser un santuario, un lugar en el que sentirnos completamente en paz con nosotros mismos”, asegura Craig Hassed en su libro The Mindful home (Ed. Exisle Publishing)
Craig considera que desde el punto de vista del Mindful home estar "en casa" es una metáfora para encontrarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno. “El hogar se equipara con la verdadera felicidad, la paz, la belleza, la sabiduría y la inspiración. También trata de las cosas buenas de la vida, como la armonía, las relaciones, la salud y la riqueza”, asegura el experto.
"Un hogar Mindfulness es el que te ayuda a sentirte atento cuando te encuentras en él, es decir, conectado, despierto, seguro y en paz contigo mismo, con las personas con las que vives y con tu entorno. Te nutre, te interesa y te atrapa”, concluye.
Para conseguir este hogar de calma y tranquilidad el experto en Mindful home asegura que hay que ser consciente primero de lo que se coloca en él, y como cada estancia de la casa alimenta nuestros sentidos.
Cualquier casa puede transformarse en un espacio así, sólo hay que tomarse su tiempo, conectar con él y hacer los cambios que sean necesarios para mejorarlo.
En primer lugar, hay que buscar un momento de tranquilidad y meditar en cada una de las habitaciones del hogar. Es preciso cerrar los ojos, relajarse y pensar acerca de qué características tendría la casa ideal, lo que te gustaría que te hiciese sentir y lo que desearías que comunicara a quienes entren en ella.
Después, es preciso observar de la forma más objetiva posible, lo que tienes alrededor y pregúntarte qué te comunica y qué te hace sentir. Escríbelo y ponte manos a la obra para realizar los cambios que necesites, empezando por deshacerte de todo aquello que no sea útil o bello.
Habitaciones minimalistas
Independientemente del tamaño de cada estancia, una casa con orden refleja una mente ordenada. Y cuantas menos cosas incluyas en cada habitación mejor. Es importante no recargar un hogar con decoración excesiva, que contribuye al agobio. Un consejo: Mantener libre la entrada de la casa y los pasillos. Simplifica, despréndete de lo que no utilices deja espacio para que entren cosas nuevas en tu vida.
Total white
Para experimentar la paz interior, nada mejor además de un entorno limpio, conseguir luz en una estancia apagada, y para ello el color blanco es la mejor opción sin duda. Si quieres darle un toque de color se puede conseguir combinándolo con papel pintado con delicados motivos.
Seguir la luz natural del día es una de las maneras más naturales de vivir conectado al presente. Por eso, es importante sincronizar el horario al máximo con el itinerario que sigue la luz natural. Levantarse y acostarse muy tarde, cuando ya han pasado muchas horas desde el anochecer afecta directamente a la energía del cuerpo. Y por supuesto, los aparatos electrónicos desconectados tras la caída del sol para que el organismo se prepare para el descanso.
Aromaterapia
La fragancia que desprenden los aceites esenciales o determinadas velas son decisivas a la hora de crear un ambiente de relax y desconexión.
Zona de reunión
La cocina es el alma del hogar, el eje de la vida familiar. En esta estancia de la casa, no sólo se cocina sino que se convierte en el centro de las reuniones. Es conveniente llenarla de luz y vida y olvidarse en ella de los relojes, ni de móviles.
Zona exterior
Si dispones de una sencilla terraza o de un pequeño balcón tienes un tesoro. Con una mesa y dos sillas es suficiente para crear un espacio de desayuno y de velada romántica. Y si dispones de espacio, una buena idea es cultivar tu propio huerto urbano a base de aromáticas. Te relajará y te hará sentir muy bien.