Tener plantas en casa tiene numerosos beneficios para la salud. Según un estudio que hizo la NASA en los años 80, son capaces de purificar el aire a través de la absorción de las partículas en suspensión que pueden resultar perjudiciales para la salud y las filtran.
También numerosos estudios han descubierto los amplios beneficios que tienen para la salud mental: ayudan a reducir el estrés, a mejorar la concentración e incluso a que podamos tener un mejor estado de ánimo en nuestro día a día.
Sin embargo, a pesar de los beneficios, para muchos, tener plantas en casa es un constante dolor de cabeza porque no consiguen mantenerlas saludables. En general, según señala José Antonio Pérez, especialista en plantas de la tienda de Verdecora en la calle Alcalá, 108 (Madrid), la "clave se encuentra en los cuidados".
Muchas veces por falta de tiempo, otras por desconocimiento, las plantas se nos mueren por no prestarles la suficiente atención. Pero con unos pocos consejos, es posible mantener sanas las plantas sin perder demasiado tiempo durante la semana.
Colocación, riego y abono
El primer secreto se encuentra en la colocación estratégica de la planta. Por lo general, las plantas de interior deben estar en lugares con buena iluminación, pero sin que les dé el sol directo. Además, en invierno, “deben estar lo más alejadas posible de la calefacción y de las corrientes”, indica Pérez.
Respecto al agua, la llave para mantener a nuestras plantas hidratadas es pulverizarlas con agua de vez en cuando. “Muchas plantas necesitan pulverizaciones más que agua en la propia tierra”, explica Pérez. Su recomendación es que se realice dos o tres veces a la semana.
Los pulverizadores pueden encontrarse en tiendas especializadas como Verdecora, Leroy Merlin o cualquier tienda de plantas y existen opciones muy económicas. También se puede reutilizar algún pulverizador que ya tengamos en casa, como el de los limpiacristales, siempre y cuando se limpien bien.
El riego en tierra, por su parte, se debe realizar entre 10 y 12 días dependiendo del calor que haga. Eso sí, “siempre hay que dejar secar la tierra entre riego y riego”, indica Pérez. Además, para facilitar el proceso de riego, al principio, es recomendable optar por macetas con agujero, ya que facilita el drenaje y así no se encharca en exceso la tierra, lo que podría matar a la planta.
También hay que tener en cuenta que normalmente cuando se compran las plantas vienen en macetas muy estrechas, por lo que habría que trasplantarlas a una maceta más grande. “Hay que hacer un trasplante a los 15 días o un mes, dejando primero a la planta adaptarse al sitio donde está”, indica Pérez.
El trasplante se puede realizar durante todo el año sin ningún problema, ya que en interior, la maceta conserva la raíz. En la mayoría de las ocasiones podemos utilizar el sustrato universal, aunque siempre es recomendable preguntar a los expertos de la tienda donde se vaya a comprar.
El abono regular de las plantas es otro de los puntos fundamentales. Por lo general, las plantas interiores necesitan abonos para plantas verdes, aunque para las plantas que tienen flor, se suele combinar el abono para plantas verdes con abono para plantas con flores.
Por regla general, “las plantas de interior se deben abonar cada 15 días”, apunta Pérez. Existen diferentes tipos de abono: líquidos, granulados, varitas… Podemos elegir el que más se ajuste a nuestras necesidades.
Con estas tres reglas generales, el éxito de mantener saludables las plantas en casa está asegurado. Para los más despistados, una buena opción sería poner alarmas en el móvil para no olvidarse: dos o tres pulverizaciones a la semana, un riego cada 10-12 días y abonar la planta una vez cada 15 días.
Las mejores plantas para iniciarse
Vistos los consejos, Pérez nos recomienda las mejores plantas para iniciarse en este fascinante mundo. Todas las que se recomiendan siguen las tres pautas generales, aunque alguna tiene excepciones, sobre todo si están en ambientes secos en verano.
1. Potho
El potho es una de las plantas clásicas de interior. Puede ser tanto trepadora como colgante. Se puede tutorizar a través de una guía para que crezcan verticalmente o se puede dejar la maceta en un punto alto para que crezca hacia abajo. Es una gran purificadora de aire y además elimina los malos olores (como el tabaco) en casa. Cumple con las reglas generales de cuidado, aunque en verano hay que tener cuidado porque podría necesitar algo más de riego. El consejo general es que se toque con el dedo la tierra para ver si está seca.
2. Costilla de Adán (monstera deliciosa)
Es una de las plantas más de moda en las casas. Sus enormes hojas verdes con agujeros la convierten en una de las mejores opciones para decorar la casa y darle un toque verde. Al igual que el potho, se puede tutorizar mediante guía o no. Los cuidados que necesita son muy similares al potho. No tolera el sol directo, ya que las hojas se queman, por lo que lo ideal es dejarlo en un lugar de semisombra. Le gusta mucho la humedad, así que las pulverizaciones son clave para que se mantenga vigorosa.
3. Drácena
Entre las diferentes drácenas, el tronco de Brasil es el más popular. Con su esbelto porte vertical y sus hojas verdes, esta planta es muy resistente y requiere de pocos cuidados. Esta planta cumple con las reglas generales de cuidado, aunque en verano habría que aumentar un poco el riego si está en un ambiente seco. El tronco de Brasil tiene un beneficio adicional y es que fue una de las plantas señaladas por el estudio de la NASA como una de las mejores purificadoras de aire.
4. Lirio de la paz
El lirio de la paz o Spathiphyllum es una planta originaria de México y algunas zonas del Sudeste Asiático y del Pacífico. Se caracterizan por sus falsas flores blancas, un color que simboliza la neutralidad y la tregua, de ahí su nombre. Es una planta especialmente resistente y sigue las tres reglas generales, aunque en su época de floración (entre marzo y agosto) podrían necesitar más agua. En todo caso, si sobra un poco de agua, no habría demasiado problema, pues la planta puede absorber el exceso.
5. Kalanchoe
Existen diversas variedades como la kalanchoe pumila, la kalanchoe blossfeldiana o la kalanchoe thyrsiflora. Esta planta de origen africano, se caracteriza por tener unas hojas carnosas que actúan como reservas de agua y por sus coloridas flores que brotan en primavera. Entre los cuidados que necesita, la kalanchoe debe colocarse en zonas luminosas, se debe dejar secar el sustrato antes de regar y debe abonarse cada medio mes. A diferencia de las otras opciones, en este caso, habría que combinar el abono de plantas verdes con abono para plantas con flores.