Con la llegada de las vacaciones, son muchas las invitaciones que recibimos para asisitir a comidas y cenas, aprovechando que el buen tiempo anima a celebrar barbacoas y otras reuniones en jardines y terrazas.
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El protocolo y la buena educación aconsejan (no obligan) llevar un detalle cuando nos invitan a comer o cenar. Si tenemos mucha confianza con quien nos invita, podemos preguntarle directamente si hay algo que le haga falta para completar la cena: quizás un buen vino, unos chocolates o un postre casero...
Últimamente, las antaño rígidas normas sociales han evolucionado hacia el sentido común: de nada sirve llevar unos dulces (ya sean trufas, bombones, macarons...) si la persona a la que se los llevamos está a dieta o no puede comer dulces por prescripción facultativa.
Cuando no conocemos tanto a nuestros anfitriones, si nos da vergüenza preguntar, podemos llevar alternativas que complazcan al mayor número de gente. El problema de no preguntar es que puede suceder que, por ejemplo, nuestro anfitrión o nuestra afitriona sea alérgico a las flores o no beba nunca alcohol (bien porque no le gusta, porque no le sienta bien o porque no puede beber).
Con las flores puede suceder que alguien sea alérgico a algunas de ellas, y regalar una planta puede ser un 'castigo' para aquellos con poca mano, poco tiempo o pocas ganas para cuidarlas.
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Entre las ideas originales que últimamente se han hecho populares para regalar entre amigos está la de llevar un juego de mesa. No son una opción cara y puede ayudar a romper el hielo si hay alguien que no tiene facilidad para buscar temas de conversación.
Por eso es más fácil regalar cuanto más conozcamos de sus gustos y aficiones. En cualquier caso, escoger ropa y perfumes es sumamente arriesgado, incluso si conocemos bien a la persona porque, como dice el refrán, "para gustos, los colores".
En La sombra del viento (2001), Carlos Ruiz Zafón escribe: "Los regalos se hacen por gusto del que regala, no por mérito del que recibe", por eso hay quien, al llevar un detalle, se regala a sí mismo: por ejemplo, la gente que bebe licores poco corrientes suele asegurarse de que en la casa a la que va haya una botella, llevando una ellos mismos.
Pero regalar es un arte: el arte de encontrar ese detalle con el que no solo sorprender sino entusiasmar a la persona que lo recibe. Y la presentación cuenta tanto como lo que contiene: envolverlo también es un arte que puede ayudar a aumentar el valor percibido.
Es importante recordar que los regalos que damos dicen tanto de nosotros como los que recibimos y conservamos. A quien le gusta leer, disfrutará enormemente regalando libros, sobre todo si son de amigos y pueden ir dedicados, lo que es ya un doble regalo. Y a quien le gusta comer, se decantará por algún producto gourmet.
Para los que quieran innovar, pero dentro de un orden, aquí hay algunas ideas perfectas con las que acertar.
Para los muy golosos
En Chocolate Factory puedes encontrar este molinillo para hacer flores de chocolate. Este puede ser chocolate con praliné de avellana, chocolate de fresa o chocolate blanco y coco. Precio: 45,70€
Para los amantes del queso, en las tiendas especializadas puedes encontrar el molinillo para hacer las flores de queso y el más apropiado (y rico) para hacerlas.
El mundo en tus manos
En la Editorial Taschen puedes encontrar los llamados coffee table book, esos libros de arte, viajes, arquitectura, fotografía, diseño... que son una belleza y tienen su lugar reservado, no en la librería, sino en una mesa de centro o un mueble auxiliar, bien a la vista.
En MagasIN hemos seleccionado estos, pero en su web hay muchas más: The Complete Costume History, para los amantes de la historia de la moda; Arquitectura Moderna A-Z, para fans de las casas por dentro y por fuera.
New York. Retrato de una ciudad, para enamorados de la Gran Manzana; A Garden Eden, Masterpieces of Botanical Illustration, para los que llevan un artista botánico dentro; London: Retrato de una ciudad, para fanáticos de la capital británica; Los secretos de las obras de arte, 100 obras maestras en detalle, para los amantes de los museos.
Graphic Design, para diseñadores en potencia; El Libro de las Flores, para fans de Pierre-Joseph Redouté, el “Rafael de las flores”, y Magic: 1400-1930, para fans de la magia y su historia. Precio: 60€
Y siempre podemos decantarnos también por una buena novela.
Oro líquido
Si hay un regalo que pone de acuerdo a todos (los que no son golosos, los que están a dieta, los amantes de la comida...) es el aceite de oliva virgen extra. En España, tenemos muchos y muy buenos, para todos los gustos y bolsillos. Aquí, hemos seleccionado los de Elizondo porque sus frascos y botellas son muy bonitos y luego pueden reutilizarse como jarrones.
Sus aceites AOVE (24,20€) y AOVE con trufa negra natural (13,95€) y sus cajas con distintas variedades Picual, Royal y con láminas de Trufa Negra Naturales macerando en su interior (26,52€ / Caja) o con Aroma Natural de Ajo Negro, e incluso chocolate y vainas de cacao (21,99€ / Caja) son un detalle y una sorpresa a la vez.
Con mucho arte
Para presumir de pinacoteca con más de 200 años de antigüedad, nada mejor que regalar algo de la tienda del Museo del Prado. Un detalle que gustará especialmente a nuestros amigos más internacionales.
Nosotros nos hemos decidido por un abanico con el luchar contra el calor con mucho arte. Puedes escoger tu cuadro favorito del museo: Las Meninas (20€), Los hijos del pintor en el salón japonés (12€), El Jardín de las delicias (20€), pero hay muchos más para amantes del que es sin duda una de las tres grandes pinacotecas del mundo.
Marta Harff y la lámpara maravillosa
La reina de los perfumes ambientales en Argentina acaba de abrir en Madrid su nueva tienda (la primera en Europa), Perfumbue by Marta Harff para lograr, con sus aromas para telas, mikados y lámparas, revolucionar la aromaterapia.
En ella se pueden encontrar sus sprays para perfumar textiles (que no manchan, desinfectan y dejan un olor delicioso) y, sobre todo, "sus lámparas maravillosas".
Marta Harff compró la patente de la "lámpara" para fragancias (con piedra catalítica, algodón y líquido) que lleva un siglo en Francia y elimina completamente los malos olores "sin enmascararlos". En la imagen hemos seleccionado para ti algunos modelos de muestra, pero tienen muchas más.
A la luz de una vela
Apagador de velas - 28€ y Vela con aroma de vainilla de Diptyque- 54€
Recetario y Libro de vinos (Moleskine)
Estas Moleskines son un regalo original y práctico, para aquellos amantes de la cocina o de los vinos (a los que además les encantan las agendas o libretas de esta marca mítica). Así, podrán tener sus mejores recetas y sus vinos favoritos en un mismo sitio. Precio: 31,90€ (Web Moleskine) y libro de vinos 27,45€ (Amazon).
Perfumadores para la casa
En Clo Emotional Design tiene alternativas a las velas como Home Fragrance de Peonía con Mikados (54€), una Base de cerámica para vela (25€) con la que proteger las mesas del calor que desprenden o el ambientador en spray Home Fragrance Spray de Peonía (33€).
Si ninguna de estas opciones te encaja, siempre puedes regalar una suscripción a El Español: seguro que tus anfitriones querrán estar bien informados.
Por último, hay quien piensa que los mejores regalos no se compran, sino que son lo que se hacen: un bizcocho u otra receta que nos sale muy rica; un poema, un dibujo, una tarjeta con un mensaje especial... Hay una cita, que se atribuye al poeta griego Píndaro, que dice: “Todo regalo que se da, aunque sea pequeño, en realidad es grande, si se da con cariño”.