Un estudio muestra que las mujeres están emprendiendo a un ritmo más alto que los hombres en España: en 2020, el porcentaje de mujeres que decidieron emprender creció en un 49% respecto a 2019, mientras que el porcentaje de hombres lo hizo en un 42%, según datos del Global Gender Gap Report del Foro Económico Mundial (WEF) de 2022 en el que están incluidos, los facilitados por Linkedin.
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El incremento del emprendimiento femenino se entiende como la consecuencia de los retos a los que se enfrentan las mujeres a la hora de desarrollar su carrera profesional.
Según datos de LinkedIn, las mujeres representan tan solo el 29% de los puestos de liderazgo en España. A pesar de que ellas ocupan casi la mitad (48%) de los puestos en el nivel inicial, su representación va descendiendo conforme se va ascendiendo a niveles superiores. Tanto es así, que la mayor caída de representación femenina en las empresas se halla en los puestos de directoras (34%), vicepresidentas (26%) y CEOs y altas ejecutivas de la compañía (24%).
Rosario Sierra, directora de negocio corporativo de Linkedin España y Portugal, asegura que este denominado 'emprendimiento por necesidad' suele darse en épocas de crisis, sobre todo, entre las mujeres.
“Las dificultades provocadas por el impacto económico de la pandemia, junto con la falta de flexibilidad laboral han afectado en mayor medida a las mujeres, dando lugar al aumento de lo que llamamos 'emprendimiento por necesidad': el porcentaje de mujeres que decidieron emprender creció un 49% en 2020, mientras que el porcentaje de hombres lo hizo en un 42%, según reflejan los datos de LinkedIn incluidos en el Global Gender Gap Report del Foro Económico Mundial (WEF) de 2022”, asegura.
Y continúa: “La falta de flexibilidad laboral ha hecho que alrededor del doble de mujeres que de hombres se hayan visto obligadas a elegir entre el cuidado de los hijos y su carrera profesional, según los datos de LinkedIn, y el emprendimiento ha supuesto para ellas una forma de encontrar el equilibrio perfecto entre ambas tareas al permitirles coger las riendas de su vida y seguir desarrollándose profesionalmente”, afirma la portavoz de Linkedin.
“Así que, si bien no es exclusivo, nuestros datos indican que las mujeres emprendieron más en época de crisis. Parece que fue una de las pocas formas en las que podían seguir desarrollando su actividad laboral de una forma más flexible, que les permitiera integrar la vida profesional con la familiar. Todo un reto, más complejo aún para las mujeres”, concluye.
Uno de los aspectos que han detectado es el descenso de mujeres en puestos de liderazgo durante la pandemia, ¿A qué cree que es debido?
Ojalá tuviera la clave. Cuando parecía que la representación de mujeres en puestos de toma de decisiones estaba aumentando, llega una pandemia mundial, con su correspondiente crisis, y hay un frenazo. Sin embargo, el impacto de la pandemia no es el único motivo por el que a las mujeres nos cueste más que a los hombres ocupar una silla en los puestos de dirección.
El descenso de mujeres en puestos de liderazgo, que tan sólo representan el 29% en España, se debe también a otros factores como los estereotipos de género, la brecha salarial, las dificultades para combinar la vida profesional y personal. Así lo concluye el informe del que estamos hablando.
Un poco más de detalle. Al hablar de los puestos directivos, hemos visto que la representación femenina ha ido decreciendo conforme iban ascendiendo en su carrera profesional: en los puestos de directoras (34%), vicepresidentas (26%) o CEOs y altas ejecutivas de la compañía (24%).
A esto se suma el hecho de que los hombres tienen de media un 65% más de probabilidad de ser promocionados a puestos de liderazgo que las mujeres. Así que, si bien las mujeres accedemos al mercado laboral, conforme nos vamos acercando a la toma de decisiones, somos cada vez menos.
¿Cómo podríamos contribuir a esa igualdad real en el entorno laboral? ¿Qué tendría que ocurrir?
Es importante seguir manteniendo conversaciones sobre cómo podemos mejorar la igualdad de género. Habría que tratar de forma equitativa las necesidades que tienen tanto los hombres como las mujeres; al mismo tiempo que valorar las diferentes habilidades de las que disponen para impulsar el crecimiento, la creatividad o la innovación de las empresas y enriquecer los puestos C-level con experiencias y conocimientos más diversos.
Tenemos que seguir centrados en medidas que prometen ser exitosas como la contratación inclusiva, la adopción de políticas laborales más flexibles, los programas de movilidad interna o la creación de programas de concienciación sobre los sesgos de género.
En LinkedIn también hemos habilitado la función de 'ocultar nombres y fotos' para ayudar a los reclutadores a encontrar talento más diverso y a nuestros miembros a tener más oportunidades laborales, reduciendo así los prejuicios y los sesgos involuntarios.
Otra función que pueden utilizar los miembros, es incluir en su perfil las razones para las interrupciones de la carrera laboral, eliminando así el estigma negativo que puede estar asociado a ellas.
Además, de la educación, necesaria en todos los ámbitos para eliminar la diferencia de oportunidades entre hombres y mujeres. En LinkedIn Learning están disponibles algunos cursos que pueden ayudar a mejorar e impulsar la flexibilidad e inclusión en el lugar de trabajo: la escucha activa, Cómo desarrollar la inteligencia emocional, Navegar el cambio en tiempos difíciles, Cómo aumentar la resiliencia y Cómo generar confianza.
¿Seguirá siendo el teletrabajo una opción válida y necesaria, sobre todo para las mujeres?
El teletrabajo, junto con la flexibilidad laboral se han consolidado este año como las tendencias prioritarias para los profesionales, según el informe de tendencias globales de talento de LinkedIn.
En este sentido, tanto hombres como mujeres consideran la cultura empresarial como prioridad a la hora de elegir un nuevo trabajo (45%) y buscan un mayor bienestar e integración de su vida profesional y personal, por lo que las opciones de trabajo flexible seguirán siendo claves ya sea para valorar el puesto actual o considerar uno nuevo. Sin duda, la flexibilidad es una opción obligatoria si queremos tener equipos diversos y vidas profesionales y familiares saludables.
Y así lo dicen los datos: según los datos de LinkedIn incluidos en el Global Gender Gap Report, las mujeres son un 24% más propensas que los hombres a solicitar puestos de trabajo a distancia, lo que refleja una mayor necesidad que tienen ellas de contar con políticas de trabajo flexibles.