La reina Isabel II del Reino Unido falleció este 8 de septiembre, dejando un legado cuasi inigualable. Coronada el 2 de junio de 1953, se convirtió en una de las monarcas más queridas de la historia y el símbolo definitivo de un país firmemente arraigado a sus tradiciones.
Con el sentido de la responsabilidad como pilar, la reina siempre destacó por su discreción y una aplicación escrupulosa del protocolo. A lo largo de sus 96 años de vida, que la confortaron como una de las reinas más longevas de la historia, Isabel II demostró ser una mujer de costumbres. Ajena a las tendencias, así como a los escándalos, se mantuvo fiel a su imagen y comunicación.
"Nada hay más fuerte que el hábito" dijo Ovidio. Lo recordamos con los que marcaron la vida de la monarca.
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El esmalte de uñas nude
Imagen viva del protocolo, la reina Isabel II siempre abogó por la discreción en cuanto a belleza. Permaneció leal al esmalte de uñas de la firma essie. En 1989, fue el propio peluquero de la reina quien pidió a la marca el tono Ballet Slippers, un nude con un toque rosado. Se convirtió en la referencia de la familia real. Kate Middleton y Meghan Markle lo lucían y lucen de forma habitual. El esmalte sigue a la venta, a un precio muy asequible.
El bolso negro
La reina, también adepta de los complementos, no optó por una gran diversidad de bolsos a lo largo de su reinado. ¿El motivo? Convirtió al modelo Traviata, de la marca británica Launer, en su modelo fetiche.
Se trata de un bolso hecho a mano, realizado por encargo, cuyo diseño apenas cambió en las últimas décadas. Isabel II siempre lo lució en negro, asegurándose de que se pudiera combinar con todos y cada uno de sus looks.
El té, su bebida de predilección
Grant Harrold, mayordomo del palacio de Buckingham de 2004 a 2011, desveló el ritual de la reina, en una entrevista con el canal BBC. Por la mañana, solía tomar Twinings Earl Grey o Assam, por la tarde, Darjeeling o Earl Grey, acompañados de galletas secas, los scones. La monarca tomaba su té de forma tradicional, añadiendo leche al agua caliente.
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Su raza de perro favorita
Amante de los animales, especialmente de los cabellos y de los perros, Isabel II siempre contó con numerosos compañeros de cuatro patas. Le acompañaron más de 30 perros a lo largo de su vida. Su raza de predilección era la del Welsh Corgi Pembroke. Recibió su primer cachorro, Susan, en 1944, cuando apenas tenía 18 años.
Su pasión por los sombreros
Resulta imposible comentar el estilo de la reina sin hacer hincapié en sus sombreros. Este complemento, que lució desde siempre, a todas las edades y bajo todas las temperaturas, se presentó como un substituto simbólico de la corona. La reina los combinó con una infinidad de conjuntos, con una condición más allá de la estética, la comodidad. Todos tenían que dejar su rostro a la vista.
Los sombreros de Isabel II también fueron una manera de rendir homenaje a las diferentes culturas de los países que descubrió, un hábito royal que seguimos observando (la reina Letizia lució, por ejemplo, un vestido de H&M en el marco de su visita oficial a Suecia). Entre sus artesanos de predilección, podemos destacar Aage Thaarup o Simone Mirman.
Chocolate en Cuaresma
Darren McGrady, chef de la reina de 1982 a 1993, reveló en su obra Eating Royally: Recipes and Remembrances from a Palace Kitchen: "La reina renunciaba al chocolate durante la Cuaresma, por lo que sus chocolates favoritos quedaban desterrados. El domingo de Pascua, los chefs hacían todo lo posible para preparar todo tipo de golosinas de chocolate para compensar los cuarenta días de abstinencia. Había pasteles de chocolate además de chocolate con leche, chocolate blanco y huevos de chocolate agridulce".
Una marca de belleza de predilección
essie no fue la única marca de belleza en la que la reina confió a lo largo de su reinado. Isabel II eligió Clarins para crear el color de labios que combinara con el conjunto ceremonial para su coronación, en 1953. Se otorgó el sello real a la marca en 2007. La crema para las manos de la firma se convirtió en un icono de belleza. Otra herramienta de belleza que formaba parte del tocador de la reina, el cepillo de Kent, uno de los fabricantes más antiguo del mundo.
El par de zapatos clave
El último complemento básico de la reina es otra prueba de su fidelidad estética. La reina lució a lo largo de su reinado un calzado muy lineal, firmado por Anello & Davide. La firma, creada en 1922, recibió el sello real. Su trabajo artesanal se reflejó esencialmente en mocasines y zapatos de tacón bajo (la monarca nunca se decantó por el tacón alto, esencialmente por protocolo), en tono negro. Solían dejar todo el protagonismo al resto de su look, habitualmente de color llamativo.
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El uso de guantes
Aunque su uso se haya perdido con el paso del tiempo, Isabel II nunca renunció al uso de guantes, esencialmente blancos. En 1979, la casa Cornelia James se convirtió, al recibir el sello real, en su proveedor oficial,
Entre secretos cuidadosamente guardados y costumbres notorias, la reina también habrá marcado la historia por ser una mujer leal y orgullosa de sus preferencias.
[Las edades de Elisabeth: 21 años soltera, 73 casada y 524 días viuda]